Puntas de Arroyo Negro dista de Piedras Coloradas unos 20 kilómetros en dirección al sureste. Allí existe una colonia de pequeños productores rurales cuyo centro es un complejo de Mevir de unas 25 casas. La comunidad del lugar tiene un largo historial de organización productiva y social, que a juicio de los vecinos fue en buena medida lo que les permitió enfrentar el gran incendio y salvar sus campos, que son su medio de vida, y varios cientos de hectáreas forestadas.
Javier Dalmás, presidente de la Sociedad de Fomento Rural Puntas de Arroyo Negro, señaló que el incendio se originó a unos 20 kilómetros de la colonia y estuvieron colaborando desde el primer momento.
Pero la situación cambió el sábado en la madrugada. “El viento cambió, y desde las guardias de vecinos que habíamos dejado apostadas que estaban recorriendo la zona, nos informan que el viento nos llevaba el incendio hacia nuestra zona”, relató. Lógicamente la primera reacción fue alertar a los bomberos “pero estaban atendiendo situaciones más urgentes. Los pueblos de Piedras Coloradas, Orgoroso y Pandule estaban en situación crítica y no podían venir a ayudarnos en el combate del incendio en los campos y en los montes, y que iban a venir a apoyarnos cuando el incendio llegara al centro poblado”.
Dijo que pudieron combatirlo gracias a su conocimiento de la zona, con el apoyo de más de cien voluntarios y maquinarias de los vecinos. “Cuando quedamos solos, sin apoyo de las forestales, sin la posibilidad de contar con los bomberos, ahí afloró la experiencia de la organización, de lo colectivo y sus recursos, en última instancia cuando todo lo otro falla, es la sociedad civil organizada la que hace la diferencia”, valoró.
INSEGUROS
Dalmás señaló que hay “un sentimiento que es transversal a todos los involucrados y es la gran vulnerabilidad de todos quienes convivimos con la forestación. El riesgo es obvio”. Agregó que refiere a una convivencia por los vínculos que existen con las forestales. “Tenemos estrecho contacto con las empresas forestales de la zona, ya que muchos de los campos que se han vendido en la zona se han vendido a las forestales”, y esos campos hoy son arrendados por otros vecinos de la Sociedad Fomento, quienes pagan por pastorear sus animales en la zona. “Pero como en toda convivencia hay momentos de crisis y este es un momento de ese tipo. Y por aquello de que ‘lo cortés no quita lo valiente’ es bueno conversar las cosas, plantear las diferencias o plantear lo que uno entiende que puede mejorar en esa relación”.
Y entre las cosas que entienden que se puede mejorar señalan problemas como las “escasas regulaciones en cuanto a distancia de los centros poblados”, y el “escaso o nulo mantenimiento de los cortafuegos, que deberían ser franjas libres de vegetación y en la mayoría de los casos estaban cubiertos de malezas”, resumió.
También entienden que no funcionó adecuadamente el sistema de respuesta temprana montado por las propias empresas. “Desde el momento en que el camión que explotó, y todos vimos en los videos, lo hizo a menos de un kilómetro de la planta de acopio de Montes de Plata”. Este, dijo Dalmás, es un lugar “donde la empresa tiene cientos de toneladas de madera acopiada, y por lo tanto tienen personal y recursos para control de incendios”.
INSTITUCIONAL
También presentaron reparos respecto al rol del Centro Coordinador de Emergencia Departamental (Cecoed) “que, como lo dijo el intendente, no estaba preparado para esto, que no reaccionó, que no apareció hasta ahora, días después, cuando el incendio está controlado”. Destacó, en cambio, “la figura del alcalde (de Piedras Coloradas) John Cáceres, que estuvo de tal forma que parecía estar clonado, en todos los lugares, en todos los tiempos y poniendo lo mejor de sí”. Para el directivo, se abre una oportunidad de discutir algunos cambios. “Creemos que esta experiencia histórica agrega nuevos elementos y nuevos actores, por lo tanto urge que se generen las instancias para discutir con todos los actores y desde ahí poder construir los acuerdos en un marco normativo que los contenga”, dijo.
