Solicitada: Incendios

Una cosa que se veía lejana en otros países, que con gran pesar observamos como las llamas consumían montes, casas y moría gente, y en pocas horas lo tuvimos en el nuestro. No soy técnico forestal, ni bombero, ni prevencionista, sino que traslado el sentir de la gente de todos estos días.
Empresas multinacionales que salen de su país, llegando a otros continentes ya que el crecimiento de los árboles es muy superior al de su país de origen. Aparte de eso obtienen muy buenas ganancias por exenciones impositivas y otros beneficios que dejan una carga al país por varios años y difícil de recuperar.
La afectación según últimos informes rondan las 37.000 hectáreas de materia prima a las plantas, pero lo que no se puede medir es el desastre ecológico que esto generó en la flora y fauna; ganado vacuno en los pastoreos, la mortandad de pichones de aves que no pudieron escapar de los nidos. Mortandad de abejas y muchas colmenas perdidas según mencionó un apicultor. El CO2 vertido a la atmósfera.
No se perdieron pueblos gracias a la acción de los bomberos, vecinos, policías, ejército, pues no es que los pueblos se “extendieron” hacia los montes, sino los montes se acercaron a los pueblos, rodeándolos por completo. Cito a Google Maps donde se ve Algorta en 1984 y como está ahora. Lo único bueno es que no falleció nadie y la providencial lluvia que cayó para aliviar a los combatientes y dar algo de tregua.
Estas empresas deberían tener para que se les permitiera seguir operando en nuestro país lo siguiente: avión hidrante y helicópteros que fueran piloteados por personal de la fuerza aérea adiestrados para tal fin. El mantenimiento de los mismos debe ser por las empresas. Aparte en pueblos, villas donde hay gran concentración de montes, hay que tener camiones y camionetas que den una asistencia rápida, y no como en el caso del camión que se prendió fuego, algo que se hubiera solucionado rápido.
Los operarios de las mismas serían personal de la empresa. Cumplir la reglamentación que los montes deben estar a tantos metros de lugares poblados o escuelas rurales. Entre los montes ya dejar de antemano cortafuegos de tamaño indicado por los técnicos. Calles de pasaje entre los montes, dejando pasar una camioneta–bomba. Realizar en lugares claves tajamares con buena profundidad para tener agua de reserva. Sensores especializados con monitoreo satelital para detectar cualquier incendio o más torres de vigilancia y ocuparlas en épocas peligrosas, tener contactados a propietarios de aviones fumigadores para que puedan ser requeridos en caso de urgencias.
Todo lo que pasó y podrá volver a pasar si no se toman medidas, pues estas empresas vienen de países nórdicos donde hace frío y no están acostumbrados a Sudamérica, con seca y temperaturas de más de 40 grados.
Se escuchó en la televisión de notas que se hicieron a vecinos de localidades que el personal de la empresa no dejó cortar los alambres para ir a tratar de apagar el fuego, diciendo que las órdenes eran… Esta demás decir que los montes deben estar asegurados pues se vio que había poco interés en apagar el fuego o no tenían los medios para hacerlo. Lo que nunca pasó dejó sin reacción a muchos, no digo a todos pues muchos de las empresas estuvieron en primera línea. Pero si no hubiera caído la lluvia hubieran ardido tal vez mucho más de 50.000 hectáreas.
El Estado uruguayo debería poner ciertas condiciones a las empresas forestadoras actuales y a otras que puedan venir. Para que lo que pasó no suceda más.
Sería como una habilitación dada por personal idóneo prevencionista o los bomberos, tal cual es obligatorio hacerlo en clubes deportivos, edificios, locales bailables, comercios, etc. Pero tomando otras causas.
La empresa evaluará las miles de toneladas que se perdieron para procesar y los años que lleva recomponerlas, van a pensar, si no es más barato prevenir.

Dingo