General

Reciclaron 358.000 toneladas de botellas PET en diciembre

En un publicación en su cuenta de Twitter el Ministro de Ambiente Adrián Peña celebró las cifras récord en cuanto a clasificación y reciclaje de materiales plásticos logradas el año pasado. De acuerdo con el gráfico publicado fueron en total 358.533 las toneladas de botellas fabricadas en PET las que se recuperaron durante el último mes del 2021 en todo el país. Esto, siempre en función de esta publicación del ministro Peña, supone el triple del promedio mensual de todo el año. → Leer más

Destacados

Casos de COVID-19 se reducen en internados en CTI

La epidemia de COVID-19 está en etapa de reducción, considerando que aunque la cepa Ómicron es más contagiosa pero menos letal, la cantidad de casos sigue a la baja. Así lo indicó el director departamental de Salud Carlos Leoni, más allá que en la víspera hubo otras tres víctimas fatales. La cantidad de nuevos casos, en cambio, sigue en descenso.
Recordó de todas maneras que “esta variante es diferente, es muy contagiosa pero es menos letal”, dijo y puso como ejemplo que “el 12 de setiembre de 2021 había 12.900 casos totales, aproximadamente el 10% de la población. Para el 15 de enero de este año, solo cuatro meses después, teníamos 14.000 casos totales, un 12% de los residentes. Ahora al 1º de febrero –y esta es la cifra clave– había 19.439 casos totales, el 16% de los sanduceros afectados. No queda ahí, porque al 12 de febrero teníamos 22.500 casos, el 19% de la población”. → Leer más

Nacionales

La campaña del referéndum llegó a ferias y comités barriales de la capital y el Interior, preparando la arremetida de marzo

(El País)
Como es habitual, dirigentes políticos del gobierno y de la oposición utilizaron sus redes sociales para mostrar cómo se desarrollan sus acciones en el marco de la campaña del referéndum contra 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Pero además aprovecharon el domingo soleado para hacerse presentes en ferias vecinales y comités de base de la capital y del Interior.
En ese contexto, el ministro de Defensa, Javier García, marcó la diferencia al acercarse a conversar con militantes por el “Sí” a la derogación. En un recorrido por ferias de Malvín y Parque Rodó, García dialogó con vecinos y pasó por un puesto identificado con el distintivo rosado, donde saludó y charló brevemente con quienes allí se encontraban.
El ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, también estuvo haciendo campaña y subió fotos a las redes con la leyenda “Seguimos recorriendo las ferias para defender los 135 artículos de la LUC con la gran barra de la 404. ¡Con todo!”.

En tanto, el senador nacionalista Sebastián da Silva se hizo presente en la feria del Parque Rodó. “Bien cerca de la gente. La celeste está en todas las esquinas del país. Siempre en el camino, nunca en la posada. ¡Votá no derogar!”, expresó.
También Jorge Larrañaga Vidal, hijo de Jorge Larrañaga estuvo en la feria de Tristán Narvaja, conversando con los vecinos acerca de la importancia de mantener vigentes los artículos de la ley.
En el Frente Amplio, el senador Daniel Olesker fue uno de los dirigentes salió a recorrer ferias y se lo vio conversando con feriantes y clientes. En tanto, la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, estuvo en el Comité Julio Castro de Guichón, en Paysandú. “Seguimos recorriendo e intercambiando argumentos y razones para derogar los peores artículos de la LUC”, sostuvo. Se la vio junto al senador Óscar Andrade.

También el exministro de Trabajo y exdirector de Gestión Humana de la IMM, Eduardo Brenta, se pronunció sobre la importancia de apoyar la papeleta rosada. “Cuando avanza la brutalidad, se cercena el derecho de expresarse de la gente, por algo será. No quieren que la gente sepa que la LUC perjudica y que atrás viene un paquetazo anti-trabajador y jubilado”, sostuvo. Como diera cuenta El País, los dos comandos, el del “Sí” y el del “No”, definieron presupuestos acotados para las campañas publicitarias. Ambos han decidido que la apuesta fuerte la harán bien cerca de la elección, ya entrado el mes de marzo. La presentación de spots y jingles aparecerá de forma paulatina en los medios masivos durante las próximas semanas.

DETECTARON 5.073 CASOS; 22 FALLECIMIENTOS

(SINAE)
Este lunes se llevaron a cabo 13.411 análisis y se detectaron 5.073 nuevos casos de COVID-19. De éstos, 2.476 son de Montevideo, 892 de Canelones, 247 de Florida, 194 de San José, 144 de Maldonado, 114 de Colonia, 105 de Salto, 101 de Paysandú, 101 de Rocha, 93 de Soriano, 90 de Río Negro, 86 de Cerro Largo, 77 de Flores, 70 de Lavalleja, 69 de Rivera, 68 de Tacuarembó, 61 de Artigas, 44 de Durazno y 41 de Treinta y Tres. Hoy se registraron 22 fallecimientos con diagnóstico de SARS-CoV-2, 10 en Montevideo, 3 en Canelones, 3 en Cerro Largo, 3 en Paysandú, 1 en Maldonado, 1 en Rocha y 1 en San José. Hasta el momento son 6.778 las defunciones con diagnóstico de COVID-19.
Desde que se declaró la emergencia sanitaria se han procesado 5.519.236 tests y se han registrado 782.556 casos positivos de coronavirus en todo el territorio nacional. De ese total 726.478 ya se recuperaron. Actualmente hay 49.300 personas cursando la enfermedad, 167 de ellas en centros de cuidados críticos.

CURSOS EN ESCUELA MILITAR

(PRESIDENCIA)
Con la presencia del ministro de Defensa Nacional, Javier García, del comandante del Ejército, Gerardo Fregossi; el director de la Escuela Militar, Luis Prant, y docentes y cadetes de dicho centro de estudios, se dio inicio a los cursos correspondientes a la generación 2022. Para el presente año curricular, se inscribieron 97 alumnos para el cuerpo de comando y 10 para los servicios de apoyo. A la escuela, ubicada en el kilómetro 22 de la ruta 6, en Toledo, departamento de Canelones, concurren 297 estudiantes de la carrera militar terciaria, considerando los diferentes niveles de los cuatro años.
El ministro indicó que, al consultar respecto a la opción de asistir a la Escuela Militar, los encuestados respondieron que los motivó poder desarrollar tareas como patrullaje de frontera, combate a la pandemia y la ayuda social que las Fuerzas Armadas brindan a la ciudadanía en lo que se refiere a refugios y preparación de alimentos, entre otros.
Asimismo, resaltó que en esa institución se transita un cambio favorable, porque los aspirantes proceden del personal subalterno y, además, desde hace dos años, la formación es liderada por la jefa del cuerpo de cadetes, lo que muestra también la presencia de la mujer en cargos relevantes del Ejército. → Leer más

Rurales

Encuesta agrícola confirma que siembra de invierno 2021 fue superior en 18,5%

La Encuesta Agrícola “Primavera 2021” realizada entre el 29 de noviembre y el 21 de diciembre de 2021, establece que la superficie total sembrada con cultivos de invierno el año anterior fue estimada en poco más de 648.000 hectáreas, un 18,5% más que en la zafra anterior, cuando se concretaron 547.000 hectáreas de cultivos de invierno para grano seco.
De esta forma se confirma un nuevo incremento del área sembrada de cultivos de invierno con destino a grano seco en los últimos 5 años, pasando de 419.000 hectáreas en el invierno 2017 a 648.000 en la última campaña 2021, lo que representa un crecimiento del 55% en el período considerado.
La superficie sembrada con trigo se incrementó un 9% alcanzando en esta campaña 245.000 hectáreas, frente a las 224.000 hectáreas de la zafra anterior. La producción total de trigo fue estimada en 974.000 toneladas, un 4% superior que en el año anterior, cuando se alcanzaron 936.000 toneladas, y un 121% más si lo comparamos con la campaña 2017, 5 años atrás.
Por su parte, el rendimiento promedio a nivel nacional se estimó en 3.985 kilos por hectárea sembrada, un 4,7% menos que el registrado en la zafra anterior, cuando se alcanzó el máximo histórico relevado por la Dirección de Estadísticas Agropecuaria (DIEA) de 4.181 kilos por hectárea.

La superficie sembrada con cebada cervecera, fue estimada en 224.000 hectáreas, un 21% más que en la zafra anterior cuando se sembraron 185.000 hectáreas.
El rendimiento para la cebada en esta campaña se estimó en 4.102 kilos por hectárea sembrada, frente a los casi 4.791 kilos por hectárea de la zafra anterior, que fue récord histórico.
El área sembrada entre Colza (Brassica napus) y Carinata (Brassica carinata) continúa en crecimiento, superando en esta zafra las 162.000 hectáreas, un 42% más que en la zafra 2020, consolidándose en las rotaciones agrícolas del país. Su rendimiento promedio se estimó en 1.813 kilos por hectárea, que es el máximo histórico del cultivo en el país.
La superficie de avena para grano seco, se estimó en poco más de 14.000 hectáreas, un 32% menos que en la zafra anterior. El rendimiento medio de la avena fue de 2.186 kilos por hectárea.

Destino de las chacras

La información suministrada por los productores respecto al uso posterior de las chacras de invierno brinda una aproximación de cómo se está planificando la actividad agrícola en el corto plazo.
El principal destino de las chacras de invierno cosechadas en el verano 2021-22 fue la siembra de cultivos de verano de segunda con el 92%, unas 596.000 hectáreas, 100.000 hectáreas más que en la campaña pasada.
En cuanto a los destinos de las chacras de invierno para las últimas 5 campañas agrícolas, se destaca el aumento del área sembrada con cultivos de invierno en 230.000 hectáreas en el período y con un 92% del área de invierno sembrada con cultivos de verano.

Cultivos de verano

La intención de siembra de cultivos verano para la zafra 2021-22 fue estimada en 1.154.000 hectáreas, un 7% más que en la zafra anterior cuando se sembraron 1.078.000 hectáreas.
A la fecha de la encuesta se llevaban sembradas 849.000 hectáreas de cultivos de verano, equivalente al 73% de la intención de siembra total.
Acompañando el incremento del área de cultivos de invierno (creció el área de trigo, cebada y principalmente colza), aumentó el área de cultivos de verano de segunda, destacándose la soja de segunda que alcanzaría las 530.000 hectáreas, frente a las 450.000 hectáreas de la zafra anterior.

A la fecha de la encuesta quedaban por sembrar unas 209.000 hectáreas de soja de segunda, y unas 47.000 hectáreas de maíz de segunda. Las superficies definitivas de estos cultivos se relevará con la próxima encuesta de invierno cuando se actualizará esta intención de siembra.
Para la soja se estimó una intención de siembra de 981.000 hectáreas, un 8,6% por encima de lo sembrado en la campaña anterior, valor medio del intervalo de confianza de la encuesta (límite superior 1.076.000 hectáreas, límite inferior 885.000 hectáreas).
La intención de siembra de soja de primera se estimó en 450.000 hectáreas, un 2,8% menos que en 2020-21, y el 46% de la intención de siembra total de la oleaginosa, mientras que en la zafra anterior alcanzó el 51%.

Las siembras de soja segunda concretadas hasta la fecha de la encuesta alcanzaban las 321.000 hectáreas poco más del 60% del total planificado por los productores para la presente zafra.
La intención de siembra de maíz para grano seco se estimó en 145.000 hectáreas, valor similar al registrado en la zafra 2020-21. El 86% de la superficie de maíz de primera ya se había sembrado a la fecha de la encuesta, restando por concretarse 11.000 hectáreas de primera.
El área de sorgo finalmente, con destino a grano seco, se estimó en 21.000 hectáreas, 7.000 hectáreas menos que en la campaña del verano anterior.

Distribución de la soja y maíz

Respecto a la distribución de las chacras de soja por departamento, de la información recabada se desprende que la mayor parte de estas chacras se localizan fundamentalmente en los departamentos de la zona litoral oeste del país, destacándose Soriano con 235.000 hectáreas, Colonia con 160.000 y Río Negro con 141.000 hectáreas sembradas, constatándose incrementos en los 3 departamentos en relación a la zafra anterior.
Soriano, Colonia y Río Negro acumulan el 55% de la soja sembrada, que junto con Paysandú, Flores y San José acumulan el 80% del total.
De las 145.000 hectáreas sembradas de maíz, el departamento de Soriano concentra el 33% del total, unas 44.000 hectáreas. Por su parte Río Negro con 23.000 y Colonia con 21.000 hectáreas, acumulan entre ambos otro 30% del maíz total. → Leer más

Rurales

“La solución contra el déficit hídrico en cultivos y pasturas es incrementar el riego”

La solución para terminar con las habituales deficiencias hídricas en cultivos y pasturas “claramente es incrementar significativamente el área regada en el Litoral del país”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Giménez, subrayando que para que esto ocurra “debe haber un compromiso amplio del Estado, los productores y las empresas que permita generar obras para almacenar agua, y esa agua que escurre en cantidades muy importantes pueda ser utilizada cuando falta”.

Un ejemplo que brindó el actual director de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac) de Facultad de Agronomía, es que las lluvias de enero “fueron dos veces y media las del promedio para ese mes, si se hubieran podido almacenar parte de esas lluvias estaríamos asegurando un rendimiento elevado de soja”, aclarando que “esta agua que sobró escurrió y se transformará en agua salada en el océano Atlántico. La propuesta de incrementar la superficie de riego es transformar esa agua en alimentos y en trabajo para los uruguayos”.
Este problema de la falta de agua en primavera y verano “no se arregla importando equipos de riego sin impuestos, porque no hay fuentes de agua donde se precisa”, sostiene el investigador. El punto 1 de un programa de riego “debe ser incrementar las fuentes de agua en la región donde hay cultivos y pasturas que las puedan aprovechar y claramente esa región es el Litoral del país”, dijo.

Almacenar agua

La experiencia internacional indica que lograr el almacenamiento de agua “es muy difícil sin la participación activa del Estado y claramente debería ser en conjunto con los productores y técnicos que saben de este tema”.
“A nuestro entender el riego suplementario de cultivos y pasturas es un tema clave para incrementar las ganancias del país y concomitantemente el bienestar de la población, de los productores y a su vez un claro generador de trabajo”, sostiene Giménez. “El riego permitiría duplicar y en algunos caso triplicar los rendimientos de cultivos de verano y además estabilizarlos. Por tanto, incrementar en forma significativa el área regada es un tema, a nuestro entender, de importancia nacional”, aseveró. “Alguna vez hemos hecho estimaciones de cuánto dinero se pierde en una sequía, en base a los resultados científicos obtenidos, sin embargo, esos son datos puntuales de un año en particular”.

No obstante, lo que realmente importa “es que las pérdidas en granos y pasturas son todos los años, en situaciones de sequía las pérdidas son extremas, pero estamos perdiendo potencial de producción todos los años”. Y este aspecto es el que los tomadores de decisiones “no valoran bien porque no lo entienden o porque no se lo piden”, acota. “A su vez, los daños ambientales que provocan las sequías son también significativos, las pérdidas de especies, las muertes de animales son importantes. Y como decíamos todos los años perdemos mucho grano y eso es dinero y trabajo nacional que se pierde”.

No seguir quejándose

“No sé hasta cuanto tiempo más nos vamos a seguir quejando por las sequías y no tomar acciones concretas para solucionarlas”, enfatiza. “Y para realmente solucionar el problema hay que tomar bien las medidas, repito, bajar los impuestos a los equipos de riego está bien, pero no mueve la aguja. Hay que generar fuentes de agua para riego suplementario de cultivos y pasturas principalmente en el Litoral del país. Las obras deben ser bien estudiadas por expertos que permitan riegos colectivos, riegos individuales y cuando la situación topográfica no habilita, disponer de estructuras para riegos estratégicos en situaciones de sequía”.
El país tiene un potencial de producción y de generación de riqueza en verano “absolutamente desaprovechado, hay radiación solar suficiente, hay temperaturas adecuadas y suelos fértiles, se requiere agua para aprovechar en forma inteligente estos recursos naturales de manera de poder producir más y a su vez cuidar el ambiente y de esa manera construir el paradigma de intensificación sostenible de la producción de granos y pasturas”, según Giménez. → Leer más

Opinión

Desafíos ante la alta informalidad como secuela de la pandemia

En más de una oportunidad, en esta misma página editorial analizábamos el escenario de la actividad económica y laboral durante el período más acuciante de la pandemia y su proyección hacia el momento actual, en el que sigue manifestándose un elevado número de casos –con mucho menos consecuencias en la salud de los afectados, felizmente– pero con medidas restrictivas más laxas y una incidencia mucho menor en el tejido socioeconómico, al punto en que en determinados parámetros nos encontramos ya en los niveles prepandemia.
Uno de los aspectos más significativos es la recuperación del empleo, primero por reingresar al campo laboral decenas de miles de personas que se encontraban en el Seguro por Desempleo, y en otros por mejorar las horas de trabajo y captación –muy menor– de nuevos empleados, naturalmente todo en la actividad privada, porque en el caso de la esfera estatal se está por encima de estos avatares.

Es de traer a colación además que en medio de la incertidumbre generada por la pandemia, y aún teniendo en cuenta la incidencia heterogénea del impacto sanitario, social y económico, la crisis ha servido para poner al desnudo falencias en un “paraguas” que se creía era producto de fortalezas que en realidad que no eran tales y que, además de un déficit de coordinación internacional en materia de controles sanitarios, también tiene que ver con escenarios internos en cada país.
Más allá de la calidad y cobertura de los sistemas sanitarios, de las virtudes y deficiencias en cada país, así como de la espalda económico financiera, existen aspectos laterales a tener en cuenta, para tener idea de la magnitud del impacto que implica para la población en la coyuntura y las perspectivas de rebote hacia una situación de determinada normalidad.
En el caso de Uruguay, durante la crisis, amplios sectores de trabajadores y empresas de bajo porte quedaron expuestas a campo abierto en el temporal, cuando había un “relato” sobre una situación mucho mejor como consecuencia de la gestión de los gobiernos de izquierda durante quince años.

Uno de las consecuencias, desde el punto de vista recaudatorio, es que es un problema que empresas y trabajadores no contribuyan al fisco en igual medida que el resto de la economía, debido a los flancos débiles que implica la informalidad en una serie de áreas.
Por supuesto, estamos ante una problemática siempre vigente pero que resulta acuciante cuando queda expuesta en toda su magnitud en coyunturas como la que atravesamos y se sigue dando actualmente, desde que implica que amplios sectores de la población y de la fuerza productiva resultan sin cobertura en áreas sociales y hasta sanitarias. El punto es que con la crisis provocada por la COVID parece haberse revertido una tendencia que se venía dando en cuanto a la incorporación de trabajadores y empresas al circuito formal, aunque siempre hubo un núcleo duro difícil de abatir –más aún en épocas de grandes dificultades económicas– sobre todo a partir de la situación laboral de pequeñas empresas y cuentapropistas.
Tenemos por lo tanto que el impacto de la pandemia se ha dado a todo nivel pero en la actividad informal las consecuencias han sido más problemáticas, porque la informalidad es un fenómeno de carácter económico, de evasión de aportes que al fin de cuentas más temprano o más tarde perjudica al que lo practica y siempre va contra la sociedad, contra los que aportan regularmente y/o van a necesitar de los fondos conformados por estos aportes en los organismos previsionales, por ejemplo.

Uruguay no escapa a una realidad muy extendida que se da fundamentalmente en los países subdesarrollados sobre todo, y de acuerdo a un reciente informe del Banco Mundial, denominado “La larga sombra de la informalidad, desafíos y políticas”, un 70 por ciento del total del empleo y un 30 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), es informal a nivel de las economías emergentes y en desarrollo.
El punto es que este es un factor que retroalimenta el círculo vicioso en estos países, por cuanto además del punto de vista social y previsional por falta de cobertura, la menor recaudación hace que se disponga de menos recursos públicos para encarar políticas macro y generar inversiones a mediano y largo plazo.
Esto limita sensiblemente la capacidad del Estado de responder en casos de crisis profundas, y aunque hay factores culturales de por medio, se conjugan la irresponsabilidad de los actores y la falta de controles con situaciones extremas de escasos ingresos para sectores laborales con menor formación, que optan por hacer frente a los compromisos cotidianos antes que volcar los aportes para su futuro y ponerse a cubierto de avatares desde el punto de vista sanitario y social.
Los cierto es que en Uruguay, cuando el informalismo se había logrado abatir a más o menos un 22 por ciento, existe una evasión no detectada que eleva las cifras en el período de pandemia y posterior, que determina que al mismo tiempo que se afecta la economía, se retaceen recursos a los organismos previsionales, a la salud, a la educación, a la vivienda, por no recibirse todos los aportes que giran en torno a la economía.

Además, quienes está en la informalidad no están integrados al trabajo formal de trabajo, no tienen acceso a la seguridad social y a la cobertura en otros organismos estatales, lo que conspira contra su calidad de vida y la de sus familiares, así como contra la economía y el funcionamiento del Estado.
En plena pandemia, la necesidad de captar ingresos para su subsistencia pese a las restricciones hizo que amplios sectores no acataran el llamado a medidas restrictivas para evitar el contagio y por lo tanto quedaron más expuestos a contraer el COVID y a difundirlo, A la vez vieron disminuidos sus ingresos por la caía de actividad, y esa problemática agudizada en los peores momentos de la crisis, se traduce hoy en día en que el adicional de informalidad agregada en ese período todavía se mantiene en similares términos en la actualidad.
Por lo tanto, cuando se está en el proceso de retorno a la normalidad, de lo que es una muestra el mayor nivel de empleo y de actividad industrial, entre otros parámetros, el desafío inmediato es captar a quienes se han pasado al sector no formal, para lo que deberían diseñarse estímulos, fomentar la educación, la capacitación, el acceso a créditos para la inversión y reinversión, a la par que mejorar los controles y dar posibilidades de ingreso menos gravosas a los evasores para integrarse al circuito formal, por lo menos temporalmente, para captar a los sectores que están trabajando fuera de la legalidad y evitar que se consolide este escenario negativo. → Leer más