A nadie le cabe dudas que uno de los grandes progenitores de la LUC fue nuestro estimado Jorge Larrañaga, quien incentivó al gobierno a que la presentara lo antes posible para llevar adelante su gestión como ministro del Interior con el ahínco y el esmero que solo él pudo darle. Hoy si bien nos falta el caudillo que será insustituible, nos queda la ley que permitió darle apoyo y fundamento a su gestión. Hagamos memoria, recordemos lo que fueron los ministros anteriores, hoy en la oposición, embanderados con el sí a la derogación de los 135 artículos de la LUC, en cierta forma, coherentes con sus viejas declaraciones de entregarle todo a los delincuentes. No podían ser detenidos ni revisados; con una Sra. Diputada, esposa del ministro, que se sumaba a las barras bravas en lugar de combatirlas. La inseguridad tampoco era algo lejano para los sanduceros que supimos sufrirla con intensidad, y no era precisamente una sensación térmica, sino la consecuencia de una mala gestión. Hoy en día, sin que haya desaparecido, nos sentimos más protegidos y la policía más respaldada a la hora de actuar. Volver atrás en temas de seguridad pública hará que los delincuentes se sientan más poderosos y hasta respaldados por la ciudadanía, con sus lógicas consecuencias nefastas.
Honremos a nuestro coterráneo no solo con caravanas; él dejó la vida en su función por todos nosotros. El Guapo se merece que respaldemos su gestión en el apoyo a esta ley votando NO a la derogación de los 135 artículos mayoritariamente instrumentados en apoyo a la seguridad pública, y que también permiten mejorar en muchos otros aspectos que comentaremos en próximas solicitadas, como educación, adopciones, alquileres, portabilidad numérica, regla fiscal, etcétera. Pero si en algún punto no llegas a estar de acuerdo, o no sea de tu conveniencia, cuidado con que el árbol no te impida ver el bosque. Sin lugar a dudas, la LUC es ampliamente favorable para todos los uruguayos, tanto en lo individual como en el conjunto.
¡Votemos NO a la vuelta atrás!, por la gran gestión de Jorge LARRAÑAGA, que comenzó con su campaña “Vivir sin miedo” en defensa de nuestros derechos por sobre la delincuencia, como también en la mayor libertad a nuestras decisiones individuales. La LUC ya hace un año y medio que está en vigencia mostrando y demostrando su eficiencia sin contrariedades de tipo alguno. Más allá de ideologías, aquí se debe votar con la mente y la razón, no con el corazón, y si nos quedan dudas, leamos la ley, no dejemos que nos la cuenten, mucho menos, que nos mientan.
Javier Pizzorno
Edil del Partido Nacional
