La oposición reclama aumento salarial y jubilatorio y piensan que haciendo daño van a lograr algo, no se paran a pensar que este daño lo pagamos todos, el pueblo uruguayo. Los sindicatos realizan paros sin importar de los niños y adolescentes que no van a recibir clases, realizan paros sin pensar en las personas que tienen que recibir sus medicinas o tratamientos médicos, gritando por sus micrófonos palabras de maldad, se olvidan que el gobierno actual lo votó una mayoría y que en Uruguay es el pueblo quien decide y el pueblo decidió, después de 15 años, un cambio.
Como jubilada no pido un aumento, si pido que se le retire la pensión a los terroristas tupamaros; Uruguay único país en el mundo que premia la delincuencia, el fanatismo de creer que solo ellos tienen la razón y la maldad suficiente para tomar las armas y atacar al gobierno que fue elegido por el pueblo. Hay que recordar que el propio Che Guevara visitó Uruguay y les dijo a los tupamaros, que debido al sistema constitucional de nuestro país, no era necesaria la violencia.
Los tupamaros no solo no lo escucharon, nunca constituyeron un partido político, nunca lucharon en las elecciones, empezaron a acumular armas, a secuestrar a ciudadanos, pidiendo dinero por rescate, asaltaron bancos, fueron juez, jurado y ejecutor con sus famosas cárceles del pueblo, todo lo contrario a lo que es el sistema jurídico de nuestro país y finalmente, atacaron cuarteles militares, matando soldados en el proceso, como si estos últimos no fueran uruguayos también. Dentro de toda la locura izquierdista, yo en lo personal no entiendo cuál es el cambio social que buscan. Uruguay es un país asentado, con un gobierno, sistema jurídico, sistema educacional y médico, admirado en todo el mundo. Hablando con un frentista una vez, le comente que Mujica tenía un sueño, instaurar una dictadura marxista-leninista, y este hombre me miró muy serio y me respondió, es mi sueño también; ¿será este el cambio social que buscan, un gobierno dictatorial, donde ellos tengan el poder absoluto y donde los que opinen diferente simplemente desaparezcan? Sin embargo tengo fe en el pueblo uruguayo, que abran los ojos y vean a esta gente por lo que es; ya se les dijo que no en las urnas y ya se les dijo que no cuando quisieron empezar con las caceroleadas. A consideración de los que lean estas palabras dejó la decisión de decir que no al nefasto plan de derogar parte de la ley de urgente consideración. El uruguayo es paciente y pacífico, no somos estúpidos.
Ciudadana preocupada
