Cayó la ficha: sin Copa, los futbolistas se lamentan

La Blanca no juega la Copa. El Estadio Artigas está vacío. Y los jugadores sanduceros se lamentan.

El Estadio está vacío, en silencio. Las luces están apagadas, y la cancha, espectacular, descansando.
Los cuidacoches no tienen changa por delante, y ningún vendedor ofrece a los gritos las banderas, gorros o hasta el infaltable maní tostado.

Es que la Copa Nacional de Selecciones se juega, pero sin Paysandú. La pelota rueda en la tele, pero la Blanca está guardada. La decisión de no jugar el torneo de selecciones de OFI por parte de la Liga de Fútbol le dio paso a apostar a desarrollar la competencia local.

Y el jugador, el que venía formando parte de la selección o el que tenía la esperanza de ser convocado, reaccionó ante la situación mirando los partidos por TV, mientras mastica bronca.

No solo porque no juega, sino porque entiende que se perdió mucho, en varios aspectos.
“Y sí, se extraña. Por cómo nos fue en 2019, cuando logramos el título, es inentendible que no se participe. Y ahora lo mirás por la tele y te decís: ‘¡podríamos estar ahí!’. ¡Compitiendo e ilusionándonos con volver a levantar la Copa!”, reflexionó Juan Andrioli, campeón en 2019 e integrante del combinado 2020.

El delantero no dudó en reconocer que “mirás por la tele y te lamentás”, pero también que si bien la decisión de no jugar “no gustó mucho, tampoco nos pusimos a pensar demasiado en su momento porque las cosas no venían bien con la pandemia”.

Pero claro: llegó el nuevo año y el torneo se puso en marcha. Y cayó la ficha de la ausencia de la Blanca.
“En el momento pasó, pero ahora te preguntás por qué no entramos. Paysandú tiene que estar siempre compitiendo, tanto en mayores como en Sub 17”, dijo.

El goleador se lamenta doblemente porque “había una excelente base” de jugadores, “muchos de los cuales podríamos haber hecho el esfuerzo de jugar por nada o poco. Quizás se podría haber hablado eso con el plantel que se convocara”.

Pero la decisión estaba tomada. Y sí: pasan los días, se suceden los partidos, y el jugador se lamenta. “Mirá: cuando hay un partido de selección en la tele, trato de no mirarlo porque me da mucha impotencia conociendo el plantel que tuvo Paysandú en los últimos años, y no está jugando”, dijo Robert Rossi, quien opinó que “el grave error fue jugar el torneo local ahora, aunque de los errores se aprende”.

Al futbolista se le cruzan mil cosas por la cabeza. El título de 2019, la actuación del complicado 2020 por la pandemia, pero sobre todo porque había ahora material para pelear arriba. “Hay una selección muy competitiva, que tiene muy buen nivel para competir de igual a igual. En 2020 pudimos llegar más lejos”, pero fue un año complicado, porque “el parate pasó factura”.

Por eso, Rossi no duda en afirmar que “tendríamos que haber jugado”.
Más allá de que en todo momento afirma que se deja de lado, porque no tendría un lugar seguro en un eventual combinado sanducero, dejó en claro que “el plantel es bueno, parejo, y la selección de 2019 tenía un promedio de edad de 23 años, por lo que el grupo tenía para jugar cuatro o cinco años más, siendo competitiva. Y ni hablar si se le sumaban los guachos que vienen de abajo”.

Pero el volante fue un poco más allá. “Se había armado una linda estructura, se ganó y la gente se identificó. Y todo eso se perdió, porque ahora habrá que rearmar todo, volver a ser competitivos y ganar para volver a tener ese apoyo. Porque algunos sí, pero la mayoría de la gente no se acuerda de resultados anteriores, y hay que volver a ganársela”, dijo. Más claro: “hasta dejamos de aprovechar el apoyo de la gente”.

Las opiniones de los jugadores que integraron la selección en los últimos años, y que fueron consultados, van todas en el mismo sentido.
“Estoy mirando Rivera – tacuarembó, y te dan unas ganas enormes de jugar, de defender a la Blanca de nuevo”, dijo el último capitán de la selección, Rodrigo Michelena. “La lástima es que se pierde un año, sobre todo por cómo veníamos. Logramos el título en 2019, se llegó entre los cuatro mejores en 2020, y quieras o no estábamos compitiendo como se debe. Quizás no es ganar todos los años, pero sí tener las armas para competir de igual a igual”, dijo el lateral.

Michelena lamentó que “para tomar la decisión de no jugar no se le preguntó a ningún jugador, cuando creo que la determinación se tomó por lo económico”.
Y también dio un paso más allá: “Quizás la selección mayor no lo siente mucho, porque pasa un año, y quizás el otro año sale de nuevo. Pero el que sufre más la pérdida de un año es la Sub 17, son esos gurises están despegando y esperando ser parte de la selección. Ellos se pierden una gran oportunidad”.
El partido entre Rivera y Tacuarembó se jugaba en la pantalla chica, mientras Michelena repetía que lamentaba la ausencia de la Blanca. “Mirá, tengo amigos que están jugando en la selección de Fray Bentos, y dicen que van a extrañar el clásico con Paysandú, como lo fue en 2019”, remarcó el futbolista.
Pero no hay caso. Las luces del Estadio no se encienden. No hay vendedores ni cuida coches. No hay colas en la boletería. Solo se escucha el silencio, que no grita goles y no tiene ilusión.