Ayer domingo, a las 12:33 hora local, comenzó el otoño en el mismo instante del equinoccio de Aries. Esta estación durará 92 días, 15 horas y 40 minutos, y terminará el 21 de junio con el comienzo del invierno.
Hasta entonces, la estación de las mañanas frescas y tardes cálidas permitirá disfrutar de los colores y aromas propios del otoño que ya están presentes en los múltiples paseos urbanos, en los campos cultivados y en los montes nativos. Este año el rápido descenso de la temperatura comenzó a sentirse desde unos días antes del comienzo oficial. El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), había anunciado que “entre el término de la noche del jueves 17 y las primeras horas del viernes 18, ingresaría por el sur del país un frente frío, con las consiguientes desmejoras, baja de la temperatura e incremento del viento de dirección sudeste y sur”.
El fenómeno de La Niña, que reduce las precipitaciones, “se va a prolongar por lo menos hasta el final del otoño o principios del invierno”, dijo el meteorólogo José Serra y agregó que “la tendencia para este otoño 2022 es de precipitaciones normales o levemente por debajo de lo normal en la región sur del país, y levemente superiores en la región noreste; estamos en una situación similar a la del año pasado”.
Serra prevé que en las temperaturas en este otoño estarán “dentro de lo normal o levemente por debajo”. Estimó que en el país las máximas en otoño se ubicarán en unos 22°C – 23°C, y las mínimas rondando los 13°C – 14°C en promedio. En tanto, consideró que en el norte la temperatura podría variar dos o tres grados por encima que en el sur, como sucede históricamente.
A principios de este año, resultaba casi imposible imaginar en plena seca e incendios forestales, que se llegaría al otoño en condiciones casi ideales de disponibilidad de agua en los suelos, salvo el norte del país donde las precipitaciones estuvieron esquivas y aparecieron en forma más tardía.
Es más, superado el déficit hídrico, en la situación actual, empieza a preocupar en algunas zonas la posibilidad de una condición de exceso de agua en los suelos.
