Desde el pasado 28 de febrero hasta la tarde del 30 de marzo, el Jardín 103 ha sufrido seis robos que repercuten directamente en la institución y generan importantes gastos, en una situación que parece no terminar para el cuerpo docente y familias, aunque en las últimas horas la Policía capturó a uno de los responsables de tales ilícitos.
“Son días muy difíciles”, indicó una fuente consultada, debido a que en cada uno de los hurtos se rompieron diferentes lugares del centro educativo, viéndose afectados vidrios, aberturas, rejas, “todo con un costo importante más allá de lo que robaban”.
Si bien la empresa de seguridad y la Policía actuaron con rapidez, “parecía que ellos tenían el tiempo calculado y en el próximo robo nos sacaban más cosas”. Desde la institución se fueron sacando los materiales para que no se afecte tanto, pero los hurtos han dejado sus secuelas.
El primer robo fue en la cocina, desde donde se llevaron varias cosas, en tanto que en el segundo decidieron ingresar al depósito desde donde hurtaron diferentes materiales de educación física como colchonetas, pelotas, cuerdas, entre otros. Posteriormente fue el turno de la dirección, de donde se llevaron libros oficiales que afortunadamente se pudieron recuperar debido a que fueron tirados en la vía pública, pero también se lograron llevar una laptop que contiene varios datos escolares, que no es de relevancia para quien lo tiene pero sí es importante para el centro educativo.
La cocina fue nuevamente el blanco de robos en la madrugada del lunes (ingresaron a las 2 y a las 7 de la mañana) desde donde se llevaron todo: cubiertos, bandejas, platos, espátulas, ventiladores, reloj, asadera, licuadora. Todo sirvió para dejar a los niños que concurren al jardín de tiempo extendido con su comida comprometida.
“Entre todos llevamos lo que podíamos de lo que era de primera necesidad”, indicaron, a la vez que destacaron que “no se ha visto afectada la alimentación de los niños” de entre 3 y 5 años que concurren al jardín.
“Solamente un día hubo que brindar un menú de emergencia porque la cocina estaba llena de vidrios, pero el personal está muy comprometido, tuvimos el apoyo de las familias y de los proveedores”, destacaron.
En la madrugada del miércoles se definió que un guardia de seguridad controle las inmediaciones de la institución. Esto fue notado por los amigos de lo ajeno, que decidieron hurtar en la Escuela 57.
GASTOS IMPORTANTES
“Cada guardia de seguridad, cada abertura, cada vidrio roto es un gasto para nosotros”, lamentó Ariel Escobar, presidente de la Comisión Fomento. “Se nos han llevado 160.000 pesos”, indicó al hacer referencia a todos los gastos que le ha insumido al centro educativo los hurtos del último mes.
“Se han llevado alimentos, platos, vasos, cubiertos, ventiladores, relojes, y todo lo que necesitamos para darle de comer a los gurises”, al punto que en algunas ocasiones la comida del mediodía se comenzó a servir en dos tandas.
Más allá de esta lamentable situación, se indicó que la policía ha actuado rápidamente y se encuentra investigando de acuerdo a datos obtenidos. Conforme a ello, en la víspera fue capturado un hombre de 20 años, al cual pudo vincularse a los hurtos en el jardín y en la Escuela 57, por lo cual fue formalizado por siete delitos de hurto y condenado a dos años y cuatro meses de prisión efectiva.