“Es necesaria una revolución curricular”

El doctor en Ciencias de la Educación, Javier M. Valle López, brindó una conferencia denominada “Enfoque competencial: desde el diseño curricular al espacio de aprendizaje”.

El Consejo de Formación en Educación organizó una conferencia brindada por el doctor en Ciencias de la Educación, Javier M. Valle López, bajo el nombre de “Enfoque competencial: desde el diseño curricular al espacio de aprendizaje”.
Según indicó, el modelo educativo vigente no responde a las exigencias actuales de la vida y es uno de los factores responsables del considerable rezago educativo a nivel mundial. Además, afirmó que la currícula no necesita experimentar una evolución sino una revolución.
Valle indicó que no se habla de desterrar el contenido de los centros educativos, sino de dedicar menos tiempo a fórmulas de transmisión de información que actualmente se pueden percibir como lentas y en algunos casos, imprecisa.
“Tener que dictar constantemente información, cuando ya la información está disponible por medios muy distintos, cambia radicalmente la función de la escuela en una sociedad que no es la misma que aquella en la que se creó. No hay que hacer caso de las exageraciones, es evidente que la escuela seguirá transmitiendo de manera informativa determinado conocimiento, pero hay mucho contenido que podemos podar”, aseguró.
“Las competencias clave son las que ofrecen a los ciudadanos la posibilidad de estar en este mundo de una manera participativa y activa. Hay que educar en competencias también como una apuesta social y de justicia global porque es este aprendizaje el que me permite estar presente en el mundo. Por ello es necesaria una revolución curricular”, aseguró.

MOLINOS

El especialista citó el proverbio chino que señala que “Cuando soplan vientos de cambio, algunos construyen muros. Otros, molinos”, y se cuestionó “¿queremos ser muros o molinos? Yo entiendo que queremos ser molinos”.
Y puntualizó que el cambio se puede resumir en tan solo una frase, “no hacer un currículo competencial es casi tan grave como hacer un fraude de ley con los fines del sistema educativo, porque si su fin es preparar para la vida y la vida que tenemos es la que tenemos, solo las competencias preparan para la vida”.
Asimismo, entiende que “apostar por enfoques internacionalistas a la hora de desarrollar esa transformación curricular puede ser una buena apuesta por varias razones, en primer lugar porque cada nación tiene su propia idiosincrasia, pero es verdad también que los planteamientos de los organismos internacionales nos traen una visión general que es muy transversal a ideologías y a realidades nacionales diversas, por lo que pueden constituir aportes muy importantes”.
Valle no estuvo con vueltas a la hora de señalar que el modelo actual curricular es una de las causas del abandono educativo. “Haremos el currículo competencial o (los estudiantes) se nos irán, abandonarán. Las tasas de abandono temprano ¿no serán quizá atribuibles a que los jóvenes ven en otro sitio lo que no encuentran en los centros educativos?”.

CONCURSO DE EDUCADORES

“Se requiere impulsar una reforma del profesorado con nociones claras, ideas sencillas y puestas en práctica guiadas. Es preciso estimular un cambio global con los educadores como protagonistas”, indicó.
El especialista señaló que se debe promover un cambio integral debido a que si no se realiza un cambio en todo el sistema “muy difícilmente una sola pieza del sistema tendrá suficiente fuerza para romper la inercia de todo el sistema. Hay piezas más importantes que otras de las que no podemos prescindir. No podemos prescindir del currículo ni de los agentes curriculares fundamentales. El que está en el aula con los estudiantes a diario es el profesorado. Por lo tanto, los educadores son los protagonistas”.
Valle explicó además que la revolución curricular no se puede dar si no existe el concurso de los educadores. “De ahí la trascendencia de alinear el cambio y la transformación curricular a un cambio en la formación inicial y permanente del profesorado. De ahí la importancia de que si queremos una educación por competencias formemos al profesorado por competencias, y la arquitectura curricular de los educadores también deberá ir asumiendo lógicamente el enfoque competencial”.