Instituto Cuesta Duarte: crítico informe sobre anuncios del Ministerio de Economía

Bajo el título “Esperando el derrame. Apuntes sobre la conferencia de prensa del MEF”, el Instituto Cuesta Duarte analiza la información que brindó la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, en la última conferencia de prensa a mediados de este mes, donde presentó las proyecciones oficiales en materia de política macroeconómica para el presente año.

La secretaria de Estado anunció que la economía creció durante el año anterior 4,5% –el cálculo era de 3,5%– y proyectó este año un crecimiento del 3,8%, además de la generación de 40.000 nuevos puestos de trabajo.

El Cuesta Duarte, dependiente del Pit Cnt, reconoció el énfasis en los aspectos que tuvieron una evolución positiva, sin embargo, “otros temas, donde los resultados han sido negativos, no fueron mencionados”. Explicó que “alguna de la información volcada en la conferencia fue cuestionada por la manera sesgada en que se presentaron los datos, así como por arrastrar algunos problemas metodológicos”.

El documento aclaró que en la presentación, “se dejaron de lado las referencias a la inflación y el tema solamente se abordó, y de manera bastante esquiva, ante las preguntas que se hicieron al respecto al final de la presentación. Esto no debería sorprender si se tiene en cuenta que desde que asumió el Gobierno en marzo de 2020, le ha costado encauzar el crecimiento de los precios al consumo al rango meta establecido de entre 3% y 7%”.

La inflación interanual estuvo por debajo del 7% solamente en dos meses, de los 23 de la actual gestión, “y la mayoría de las veces estuvo más de 1 punto por encima del rango”. De acuerdo al informe, “la omisión no es menor, dado el énfasis que le habían puesto al tema previamente, quienes hoy están al frente de los equipos de Gobierno, además de por el vínculo que este tiene con el costo de vida y las condiciones de vida de la población”.

Salario y “viento de cola”

El documento resaltó que “tampoco se hizo referencia alguna –excepto cuando surgió en las preguntas posteriores– a la evolución del salario y los ingresos de los hogares, así como a la trayectoria de su poder de compra”. Analizó que ambos guarismos mantuvieron una trayectoria decreciente y “la ausencia de su abordaje, más allá de los malos resultados alcanzados, puede relacionarse con el pobre rol asignado por parte del Gobierno a la política salarial, herramienta clave en la determinación de la evolución de las remuneraciones y a través de esta, en los ingresos de las familias”.

Relató que en la negociación colectiva, el Gobierno no sumó elementos que permitan “elevar los salarios más sumergidos ni para ayudar a los hogares a mantener su poder de compra y por ende sus niveles de bienestar económico”. Sostuvo que la política económica se enfocó “al sostenimiento del empleo, argumento a partir del cual se transfirieron ganancias a los sectores menos afectados por la pandemia, y más tarde a la reducción del gasto público y con esto del déficit fiscal”.
La expansión económica demostrada por el Gobierno, “es favorable para recuperar la actividad”. Sin embargo, aclaró que “buena parte del crecimiento de la economía se explica por factores del contexto externo que se han comportado muy positivamente en el último año, lo que hace unos años se bautizó como ‘viento de cola’”. Mencionó específicamente “la evolución de los precios de los principales productos de exportación de nuestro país (elevados incluso en términos históricos) así como la demanda por los mismos, impulsada fundamentalmente por la economía china”.

Entre otros factores coyunturales de expansión, señaló “la construcción de la planta de UPM y las obras conexas a la misma, donde las principales tareas finalizan en el correr de este año”.

Mercado de trabajo

El Cuesta Duarte consignó que los niveles de empleo y actividad analizados por el MEF, “fueron especialmente positivos los datos correspondientes al último trimestre del año. Al tener en cuenta los mismos, al cierre de 2021 se habían creado unos 48.500 puestos de trabajo. Aunque todavía no se recuperaron los aproximadamente 60.000 que se perdieron durante la pandemia, no deja de ser significativa la cifra de creación de empleo”.
No obstante, precisó que dicho factor estuvo impulsado por “la expansión del sector agroexportador y los servicios vinculados a estas actividades, el crecimiento del empleo en la construcción y los programas sociales de empleo, los que dieron cuenta de unos 15.000 de los casi 49.000 puestos de trabajo creados”.
En este último caso, “son puestos de trabajo transitorios y tienen ya pautada su fecha de finalización, más allá de las prórrogas que se le puedan dar. Fue un programa necesario, que valoramos positivamente, pero es necesario reconocer que son puestos de trabajo precarios que al día de hoy garantizan solo 6 jornales al mes, con un ingreso de 6.250 pesos”.

Mejora fiscal

Según el informe, “resulta imprescindible” analizar la composición del ahorro fiscal del Gobierno que “se explica fundamentalmente por la disminución de los salarios públicos en términos reales, la caída en el poder de compra de jubilaciones y pensiones, y el recorte en materia de inversiones”.

El Cuesta Duarte criticó que “parece a todas luces problemático, desde el punto de vista social, que al haberse sobrecumplido las metas, no se haya priorizado volcar recursos a atender de manera más potente a quienes más afectados se han visto por la crisis”. Incluso al cumplimiento de promesas electorales, tales como “las tarifas y la posibilidad de haber implementado menos subas en las mismas, o la presión tributaria sobre el trabajo y las pasividades, que se incrementó a partir del cambio en la forma de ajustar la Base de Prestaciones y Contribuciones”.

Analizó, además, “el cambio de criterio elegido para el ajuste de la jubilación mínima a comienzos del año”, que “resolvió descontar el aumento de 248 pesos otorgado en julio de 2021, convalidando la pérdida de poder de compra de estas casi 150.000 pasividades que no llegan a los 16.000 pesos mensuales”.
El Cuesta Duarte dijo que la inflación se ubicó en una “dimensión ausente” porque “la omisión se da en un contexto de magros resultados”. Tampoco hizo referencia “a los ingresos de los hogares en general, excepto en el caso de las transferencias que otorga el Estado a través del Ministerio de Desarrollo Social para los hogares más vulnerables”.

Pobreza infantil

Resaltó que fue “cuando menos tendencioso” el manejo de la información relativa al descenso de la pobreza infantil hasta 6 años. “Hizo mucho ruido el hecho de que en la conferencia se citara específicamente, la disminución de la pobreza entre los menores de 6 años. El gobierno optó por comparar los datos del primer semestre de 2021 con los relativos al nivel pre pandemia del año 2019, identificando una leve baja de la pobreza entre los menores de 6 años. Sin embargo, si se comparan las cifras de los primeros semestres de 2019 y 2021, se concluye que la baja es de 0,3 puntos porcentuales, una diferencia que no es estadísticamente significativa”.

El informe resaltó que “no es verdad que la incidencia de la pobreza entre los menores de 6 años es menor a la que había antes de la pandemia. Pero además de ser incorrecto, el análisis es incompleto, ya que para el resto de tramos de edad, que también incluyen niños, la pobreza se incrementa”.
Explicó que ante una caída de los nacimientos, “naturalmente, si hay menos niños menores de 5 años, seguramente haya menos pobres y menos no pobres”.