Tal como estaba previsto, próximo a las 18 y en respuesta a la convocatoria, mujeres de todas las generaciones comenzaron a reunirse en la esquina de Treinta y Tres y 18 de Julio, para conmemorar los 111 años de lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, día que también se conoce como el Día Internacional de la Mujer.
Este día venía precedido por la polémica que se desató cuando la central sindical Pit-Cnt decretó un paro general para este 8 de marzo en conmemoración del Día de la Mujer y “en apoyo a la campaña para derogar 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC)”, campaña que está fuertemente identificada con el color rosado; esto último separó las aguas, ya que no todas las mujeres están de acuerdo con esta partidización.
En nuestra ciudad, fue predominante el color violeta o morado que se utiliza como representación de la justicia y la dignidad y es el que desde 1996 identifica las diversas manifestaciones presenciales o vía redes sociales del #8M.
Cánticos, tambores, panderetas, banderas, pañuelos, remeras y muchos carteles con diferentes consignas fueron protagonistas de la jornada de reivindicación, así como –entre otras– estas leyendas: “Respeta mi existencia o espera mi resistencia”; “Yo no soy una princesa, soy una guerrera”; “No aparecemos muertas, nos matan”; “No a la violencia obstétrica”; “Vivas y libres nos queremos”.
EL TELEGRAFO consultó a la organización sobre la respuesta al pedido de insumos de primera necesidad para la “Casa China María” y respondieron “que ha sido muy buena, hemos recibido bastantes productos”.
