Lengua de señas adaptada a nuevo espacio

Una de las intérpretes en acción traduciendo la letra de una murga en el escenario.

Las personas sordas conforman una comunidad propia dentro del colectivo de las personas en situación de discapacidad, que tienen una lengua y una cultura en común, la lengua de señas y una cultura predominantemente visual. Gracias a la lengua de señas pueden establecer un canal de comunicación con su entorno social.
No todas las personas que integran la comunidad sorda son sordos, familiares, amigos y educadores de personas sordas, son miembros de esta cultura, debido a que la lengua de señas forma parte de su cotidianidad. Todos participan en la comunidad para difundir su cultura y lograr igualdad de condiciones en diferentes ámbitos.

En Uruguay, la Ley 17.378 del año 2001 “reconoce oficialmente a la Lengua de Señas como lengua natural de las personas sordas y de sus comunidades en todo el territorio de la República. La presente ley tiene por objeto la remoción de las barreras comunicacionales y así asegurar la equiparación de oportunidades para las personas sordas e hipoacúsicas”.
En Uruguay la carrera de Intérprete de Lengua de Señas Uruguaya (LSU) puede estudiarse por ejemplo en Cinde (Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda) e Incosur (Instituto de la Comunidad Sorda del Uruguay). La carrera son 5 años más la tesis y también requiere determinada cantidad de horas de práctica.
EL TELEGRAFO habló con Patricia Cordani quien narró que “las prácticas son los primeros ámbitos donde comenzamos a interpretar. Hay una coordinadora, ella se encarga de recibir las solicitudes de usuarios sordos u oyentes y eso se envía un grupo de WhatsApp, donde participamos todos los estudiantes y ahí nos vamos anotando según la disponibilidad de cada uno. Son actividades variadas, puede ser acompañar a una persona sorda al médico, a hacer un trámite, una reunión de profesores, una charla, diferentes actividades que se van dando y con las cuales vamos formando la experiencia”.

2022: La lengua de señas incursiona en carnaval

Este año la murga montevideana “Metele que son pasteles”, con su espectáculo “Un mundo muy muy feliz”, fue el primer conjunto que participa del Concurso Oficial de Agrupaciones que presentó todo su espectáculo con intérpretes de lengua de señas.
Patricia fue una de las seis intérpretes que trabajó con la murga. “Somos un grupo de 6 compañeras: Stephanie Andrada, Marta Centurión, Jimena Rodríguez, Doriana Ramírez, Fiorela Sosa y yo. Algunas con materias pendientes y otras estudiantes avanzadas de la carrera de Intérprete de Lengua de Señas Uruguaya, que nos falta la tesis y algunas horas de práctica. Generalmente llegamos por diferentes motivos a estudiar esto, en mi caso particular yo vivía en El prado y muchas veces en mi niñez vi personas hablando LSU. En ese momento no tenía idea que era, cómo funcionaba, dónde se estudiaba, pero recuerdo que me llamaba la atención. Un día una vecina me comentó que iba a anotarse en un curso de LSU y me sumé con ella. En ese momento fui a Apasu (Amigos y Padres de Sordos del Uruguay) y cuando realmente conocí la LSU me enamoré y decidí hacer la carrera de Intérprete. Las otras compañeras llegaron más o menos por las mismas razones. A todas nos pasó que vimos la necesidad de comunicarnos con personas que viven en nuestro país y que hablan otra lengua y no teníamos forma de comunicarnos, nos pareció y nos parece fundamental poder romper esa barrera de comunicación”.

“En cuanto a trabajar con la murga surgió porque en el 2020 y también en el 2021 participamos del InclusiónArte, que es una actividad que realiza el Pit Cnt en la plaza Goes (Montevideo). Fuimos invitadas a participar en formato prácticas para interpretar algunas murgas, una de ellas era “Metele que son pasteles”. Ese fue nuestro primer contacto, fuimos a un ensayo y practicamos con ellos. El año pasado realizamos la interpretación de varias murgas, de Carnaval de las Promesas (niños) y también de carnaval mayor. Volvimos a trabajar con ‘Los Pasteles’ y la realidad es que siempre hubo muy buena disposición y buena onda de parte de ellos, les entusiasmó la idea de hacer un espectáculo completo en LSU”.

Trabajo complejo

Patricia sigue contando que “ahí comenzó toda esta odisea, que no fue nada fácil, más bien fue bastante complejo al principio adaptar todo un libreto, en especial lo que tiene que ver con metáforas, ironías y demás. Nos dábamos cuenta que no podíamos dar el mensaje completamente digerido, porque ahí también está la magia del carnaval, decir sin decir…, a todos nos pasa de ir a ver una murga y no entenderla, sí entender lo que cantan, pero no comprender la totalidad del mensaje. Entonces era un desafío poder transmitir, pero sin decir el 100% de lo que están cantando, dejar a la imaginación o a lo que cada uno interpreta de lo que escucha, o en este caso de lo que está viendo”.

“La experiencia a nivel de grupo y de vínculo con la murga fue excelente, el participar de los ensayos, poder acoplarnos de a poco al espectáculo llevó su tiempo, pero se logró. Eso nos parece súper importante ya que la lengua de señas, al ser completamente visual, poder reforzarla con la expresión y el movimiento en conjunto con la murga nos facilitó mucho y le da un plus a todo esto. Toda la murga nos integró desde un principio, nos dio para adelante en todo momento, en cuanto a las consultas sobre la letra y demás. Sinceramente disfrutamos muchísimo el proceso, fueron muchas horas de reuniones presenciales y por Zoom, pero a la vez fue muy disfrutable porque aprendimos un montón también. Por supuesto que siempre tratamos de consultar con compañeros sordos y algunos docentes acerca de dudas que tenemos, porque más allá de todo somos nuevas en esto y lo hacemos con mucho respeto”.

“Para nosotras es fundamental la participación de la comunidad sorda en esto, es muy importante que ellos se involucren y opinen sobre esto, porque esa devolución es la que nos hace mejorar. No hay manual y no hay experiencia previa”.
A futuro, tienen como meta llevar la cultura a la comunidad sorda, acercando el carnaval uruguayo por ejemplo, que siendo tan popular, al volverse accesible a esta comunidad les permitirá decidir si les gusta o no, pero pudiendo ver una murga y entendiéndola. “El objetivo es todo el país, poder viajar al Interior donde también hay sordos y acercar esta experiencia, no solamente enfocarse en Montevideo, por ahora está previsto que estemos en Rocha, Salto y Young; ojalá podamos visitar más lugares”, aseguró Cordani.