Sunca reclamó Ley Nacional de Salud y Seguridad por siniestros fatales en rutas

El Sunca movilizado en su local, en el marco del paro parcial.

El sindicato de la construcción (Sunca) convocó a un debate para la creación de la Ley Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo que abarque a la totalidad de las industrias y ramas de actividades con una convocatoria a los actores sociales a discutir una nueva normativa, en el marco de un paro parcial efectuado ayer de 9 a 13, por la muerte de un trabajador sanducero.
La medida se adoptó a raíz del fallecimiento de Héctor Ramón Bassadone, de 58 años “casado, padre de cuatro hijos mayores”, en un accidente ocurrido el miércoles en la ruta 59, en Tacuarembó. El siniestro fatal involucró a la camioneta que conducía Bassadone contra un camión, cuyo conductor resultó con lesiones leves. Ambos vehículos trabajaban para la misma empresa que realizaba reparaciones en la ruta, a 7 kilómetros del pueblo Clara. En Paysandú estaba prevista una movilización en la plaza Constitución, que suspendieron por las condiciones climáticas, y se reunieron en su local sindical.

CONVERSACIONES

“Hemos tenido conversaciones con las empresas sobre la realidad de la seguridad e higiene en la industria y, evidentemente, hay que volver a reivindicar estos temas con mayor cotidianidad. La ley de salud y seguridad en el trabajo va atada a la ley de responsabilidad penal empresarial, votada hace algunos años. Porque si no estuviera esta ley, la situación sería peor. Entendemos que el sector empresarial se cuida más y compra los elementos de seguridad para los trabajadores. Incluso se han registrado ventas récord de los implementos de seguridad laboral, por la existencia de esta ley”, dijo a EL TELEGRAFO el dirigente Carlos González.

Explicó que la Ley 19.196, aprobada en 2014, “ayudó a bajar los siniestros laborales fatales, pero decimos que es un sector de constante riesgo laboral. En la industria no tuvimos muertes durante un año, así como tampoco registramos tanta siniestralidad en los edificios y otras infraestructuras. Sin embargo, aumentó en las rutas”.
González señaló que “debemos tener reuniones con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas con el fin de instrumentar controles vehiculares y evitar los accidentes fatales. El Estado debe controlar los vehículos, así como los centros de trabajo. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo no tiene personal para hacer esas inspecciones”.

El dirigente aclaró que “nos referimos a los siniestros en las rutas porque tienen un registro de mayor fatalidad, porque si no hay una señalización adecuada, toman velocidad e impactan de tal manera, que es una muerte segura. También debemos hacer una autocrítica y reconocer que los siniestros no son programados. Hablamos con el sector empresarial y pedimos que hagan tests sicológicos para saber si los trabajadores están aptos para conducir vehículos”.
Ejemplificó que “hay vehículos en las empresas que no tienen sirena cuando hacen la maniobra marcha atrás y hemos descubierto algunas cuestiones de fondo. Por eso, la discusión debe ser de fondo”.

CONTROLES

González recordó que a mediados de febrero ocurrió otro accidente fatal en la ruta 3, en Salto, donde falleció el conductor de un camión y un banderillero de la empresa que realizaba obras en dicha arteria. El chofer circulaba en un camión cargado con ganado y embistió a otro vehículo similar, cargado con asfalto y estacionado en el mismo sentido. Como resultado del impacto, ambos camiones se incendiaron y las llamas se propagaron en la ruta.

“En otros ámbitos, como los trabajadores del transporte, basta con marcarle las horas de trabajo en las rutas porque ahora se retiraron las horas de descanso y un trabajador seguramente va a hacer 12 o 14 horas sobre un camión. Ahí están los accidentes ya cantados porque el cuerpo humano necesita descansar. Hay que tener una legislación sobre este tema y por eso, los trabajadores del transporte de carga reclaman que se revean las exigencias”, aseguró.

Según el dirigente, “tampoco hay controles en las empresas sobre el parque automotor que tienen. Hemos descubierto, por estas desgracias, que hay empresas con vehículos sin frenos y con tal de no perder un jornal, un trabajador sube igual a un vehículo en esas condiciones. Por eso, es necesario tener un ámbito de negociación entre el sector empresarial y los cuerpos inspectivos que deben exigir y controlar”. González resumió que “a esta misma empresa se le van muriendo ocho trabajadores en los últimos tiempos. Me parece que algo está fallando porque no puede ser que en quince días se mueran dos trabajadores en accidentes de tránsito. Por eso reclamamos controles al Ministerio de Transporte. Exigirle las condiciones adecuadas y si no las tienen, que no quede en conversaciones sino que empiecen a sancionar. Y qué bueno sería que se presentara un proyecto de ley que proteja a los trabajadores en este sentido”.