Tecnológicas arman “frente” contra Rusia

El satélite GOES-T, que medirá el riesgo de desastres naturales en el oeste de EE.UU., México, Centroamérica y el Pacífico.

(EFE)
Desde la invasión rusa a Ucrania el mundo ha entrado en una peligrosa espiral bélica y las tecnológicas occidentales han configurado su propio frente en pro de la lucha contra la desinformación.
La red social Meta, por ejemplo, decidió restringir en Facebook, Instagram y WhatsApp el acceso a RT y Sputnik, medios afiliados al Gobierno ruso.
La decisión llegó tras una petición de la Unión Europea y luego de que el “club de los 27” hubiera recomendado a sus Estados miembros prohibir las emisiones de RT y Sputnik.

El retiro de las transmisiones y contenidos de ambos medios parece una respuesta a restricciones de acceso a Facebook impuestas desde el Kremlin por las verificaciones y desmentidas que ha tenido que hacer la red social sobre informaciones vertidas por RT y Sputnik.
Las señales aún pueden verse en YouTube, pero parece cuestión de días que la plataforma de propiedad de Google también decida sacarlos del aire.

Netflix también hace frente
Uno de los aspectos por los cuales se ha distinguido Netflix es la amplitud del catálogo multicultural que ofrece a sus usuarios, y dentro de ese menú se ha destacado mucho el repertorio producido en Rusia.
Producciones infantiles como “Masha y el Oso” o de carácter histórico como “Trotsky”, del canal NTV, se han ganado un lugar en la preferencia del público latinoamericano.

En cuanto a la producción de contenidos originales con temática rusa, Netflix también se ha anotado éxitos como “Los últimos zares”, de 2019, y “Mejores que nosotros”, pero la invasión a Ucrania ha llevado a la compañía con sede en Los Gatos (California, EE.UU.) a tomar medidas drásticas.
Cuatro de sus proyectos originales en ruso, entre ellos “Anna K”, basada en la novela “Anna Karenina” de León Tolstói, y “Zato”, una producción ambientada en la caída de la URSS, fueron paralizadas tras la agresión a territorio ucraniano.

El pajarito azul
Twitter no se quedó atrás y comenzó a señalar los mensajes difundidos por medios que respondan al Kremlin.
Desde que comenzó la invasión se han difundido más de 45.000 tuits al día con enlaces a medios de comunicación del Estado ruso.
La batalla de la red de microblogging contra las fake news tuvo un capítulo muy destacado al crear un protocolo para señalar mensajes con información manipulada o falsa después de que Donald Trump se negara a aceptar los resultados de las elecciones estadounidenses de 2021.
Llama la atención que el Gobierno de Vladímir Putin usa Twitter para difundir sus mensajes, pero el pajarito azul está “enjaulado” en territorio ruso desde el inicio de la agresión bélica contra Kiev.

La manzana
Dentro de la oleada de reacciones del mundo tecnológico ante la invasión rusa a Ucrania se destaca la de Apple, que decidió dejar de vender sus productos temporalmente en la Federación Rusa.
La empresa de Cupertino (California, EE.UU.) agregó en un comunicado que también limitó el acceso a Apple Pay y que dejó de ofrecer cierta información en los mapas de Ucrania en Apple Maps con el fin de proteger la seguridad de los ucranianos.
RT y Sputnik también están en el objetivo de Apple, ya que la App Store ya no permitirá que se descarguen fuera de Rusia las aplicaciones de ambos medios.

Ojo para el medioambiente
Desde el martes pasado se sumó en el espacio otro “vigilante” de la naturaleza.
Se trata del GOES-T, un satélite lanzado desde Cabo Cañaveral por un cohete Atlas V 541, de la compañía United Launch Alliance (ULA), que medirá con precisión el riesgo de desastres naturales en el oeste de EE.UU., México, Centroamérica y el Pacífico.
Es el tercer satélite de la serie GOES-R, que proporcionará a la NASA “imágenes continuas y mediciones atmosféricas del hemisferio occidental de la Tierra”.

Mediante una cámara de última generación, el satélite medirá con mayor precisión y anticipación huracanes, tormentas eléctricas y tornados, entre otras amenazas naturales. Una novedad tecnológica que nada tiene que ver con la guerra. Por ahora.