Alcohólicos Anónimos cumple 87 años en el mundo

El salón parroquial es uno de los lugares de reunión en Paysandú.

La comunidad internacional de Alcohólicos Anónimos (AA) cumple hoy 87 años de su creación. Este día recuerda la primera reunión de Bill W y el Doctor Bob en la ciudad de Akron, Ohio, Estados Unidos y hasta la fecha, la institución se encuentra activa en 180 países.
“El doctor Bob era un prestigioso cirujano con problemas de alcohol y Bill venía de una recuperación lenta, con ganas de volver a beber. Con las reu-niones comprobaron que se iba la obsesión por tomar y a partir de allí nace Alcohólicos Anónimos”, destacó José Alberto a EL TELEGRAFO.

Con anterioridad a AA, recordó que “estuvieron los grupos ‘washingtonianos’ y los grupos Oxford, que eran religiosos. Bill observó las diferencias en algunos casos, donde había castas y pobres y ricos no podían sentarse en un mismo lugar. Así como creyentes con no creyentes”.
Por lo tanto, “hizo un gran descubrimiento con el anonimato, tanto hacia afuera y más importante hacia adentro, para adquirir la humildad necesaria. Porque nos interesa salvar a quien sufre por el alcohol. En el programa de recuperación, a veces, hablamos del poder superior, pero no nos referimos nunca a ninguna religión ni a la política, porque recibimos a personas de todas las creencias”.

Uruguay y Paysandú

El reconocido siquiatra Juan Carlos Chans Caviglia “se preocupó por el alcoholismo y en 1943 fundó el ‘Club de los martes’. Incluso viajó a Estados Unidos y se reunió con Bill W, quien le dio algunas ideas. Al retornar al país, comenzó a buscar a personas con problemas de alcoholismo y desde entonces funciona el grupo madre de todo el país. Ahora se llama ‘Grupo Chans Caviglia’ de AA, en homenaje a este siquiatra que nunca tuvo problemas con el alcohol”.

José Alberto recordó que “en Paysandú nació en 1981 y en julio cumpliremos 41 años. Una cantidad de profesionales vieron un problema en el alcoholismo, como los doctores Rómulo Calegari y Mario Álvarez Paseyro, además de la monja Adela y algunos sicólogos, que se reunieron con Osmar T, quien inició la obra en esta ciudad”.
Desde entonces, “seguimos funcionando en la sala Calegari los sábados de 19.30 a 21 horas. En el salón parroquial los lunes, jueves y viernes desde las 19.30 y también el grupo en la comunidad de San José Obrero, los restantes días”. José Alberto asiste a la comunidad desde hace 14 años “y lo hago por 24 horas. Porque el alcohólico renueva su promesa por 24 horas y eso ha sido importante y muy efectivo”.

El grupo que funciona en el salón parroquial recibe a unas 40 personas, “y lo hacemos con quienes llegan por una semana, algunos meses y luego se van y a quienes vienen para quedarse. La Organización Mundial de la Salud indica que el alcoholismo es una enfermedad que ataca el sistema nervioso central y, tal como lo decía Bill W, es la enfermedad del alma. Realmente una persona enferma sus emociones y se enferma corporalmente”.

Explicó que cuentan con un programa de recuperación en 12 pasos, “donde hacemos un ‘inventario moral’ de nuestras vidas y nos cuestionamos por qué fracasamos y llegamos al alcohol. En esos pasos tenemos que pedir perdón, para sacarnos esa mochila, sobre todo a nuestros familiares. Pero la máxima que tenemos es la de llevar el mensaje esperanzador a quienes sufren y los que salen ganando son nuestros seres queridos”.

En su caso, recuerda que no creía en la institución y que llegó por una derivación judicial. “Tengo una generación de nietos que no me han visto beber nunca y mis hijos me han ayudado muchísimo. Con mi compañera tenemos una nueva vida, por eso AA cumplió una labor fundamental en nosotros”.
No obstante, concluyó que “hoy tenemos una lucha feroz con esta sociedad de consumo, donde es difícil captar a los jóvenes, aunque no es imposible. Porque todos somos responsable. Porque yo soy responsable”.