Día: 1 de julio de 2022

Hace hoy 112 años, aquel 1º de julio de 1910, llegó a manos de los sanduceros el primer ejemplar de EL TELEGRAFO, en el advenimiento de un nuevo siglo que fue signado por la transformación de la belle époque hacia el mundo moderno, y por lo tanto pleno de desafíos, propios del fin de una época y el nacimiento una nueva era que como todo lo desconocido, generaba grandes esperanzas al mismo tiempo que resquemores.
Sin embargo, estas condiciones desafiantes solo contribuyeron a que redoblaran su entusiasmo los soñadores que blandieron su pluma inquieta y visionaria como instrumento para promover el desarrollo sanducero, como genuinos portavoces de sus inquietudes, sus esperanzas y necesidades que felizmente, con su valioso aporte, en gran medida se fueron haciendo realidad con el paso de los años.

Una gran aventura, por cierto, y en visión retrospectiva este gran acierto que fue fruto de la decisión de Miguel A. Baccaro y Angel Carotini de embarcarse en fundar un medio periodístico al que volcaron ideales que no han perdido vigencia incluso más de un siglo después, con muchas aspiraciones todavía pendientes, es cierto, porque además renovarse es vivir, cuando sobre todo la sociedad no es la misma, sus valores han cambiado y mucho de lo que hoy se plantea sería harto cuestionable en la sociedad de entonces.
Pero así es el mundo, también el solar, porque no todo cambio es necesariamente para bien, sino un continuo aprendizaje con ensayo y error, y mucho más lo ha sido con el paso de décadas que trajeron grandes transformaciones a la humanidad. EL TELEGRAFO, felizmente, aunque nos toquen las generales de la ley, ha sido no solo testigo sino protagonista de los cambios –perdón por la inmodestia– participando como motor de que se dieran acontecimientos trascendentes y revulsivos para Paysandú,.

A tono precisamente con los retos del nuevo siglo, en este rincón del mundo, cuando todavía ni se soñaba con la globalización y la velocidad con que hoy se transmiten las noticias y novedades por el mundo, y por lo tanto había que ingeniarse para satisfacer a un público lector para el que la prensa era no solo su forma de relacionarse con el solar, la región y el mundo, sino su forma de hacerse un lugar para trascender y satisfacer aspiraciones, inquietudes y necesidades, además de expresar su opinión sobre pequeños grandes temas de la comunidad.
Por lo tanto aquel 1º de julio de 1910 no solo fue la fecha en que apareció el primer ejemplar de un periódico más, en una época en que nacían y desparecían publicaciones todos los días, sino un hito periodístico del que nos enorgullecemos como parte de la historia de Paysandú, pero a la vez implica una vara muy alta para las futuras generaciones, como la nuestra, para estar a la altura de las circunstancias.

Lo que no ha cambiado, salvando las distancias, es que aquel Paysandú, como el de otras décadas y el de hoy, estuvo desde siempre asomado al río no solo por la belleza cautivante de sus costas, sino como vía de llegada y salida de la riqueza que se generaba y reciclaba recursos en este lugar.
La constante, más allá de épocas y circunstancias, es la interrelación indisoluble con el río, como lo asumieron los visionarios que en aquel entonces buscaron su puesto de lucha por un Paysandú mejor, por su gente, por el desarrollo de emprendimientos que generaran empleo para los sanduceros.
Y por cierto la historia de Paysandú indica que se tuvo éxito en esta quijotesca cruzada, que permitió que de las inquietudes lugareñas se trascendiera hacia una región pujante y de gran proyección por su ubicación estratégica, lo que fue confirmado con el paso de las décadas, incluso hasta el día de hoy. Los tiempos eran muy distintos, hay grandes diferencias entre aquel mundo y el de hoy, y precisamente estos cambios han sido determinantes para que de aquellas fuentes de empleo hoy solo subsistan, y no sin dificultades, solo algunas, con todo lo que ello implica en cuanto a la generación de riqueza y su industrialización.

De la misma forma, hace 112 años surgimos con un diario que se armaba completamente a mano y conquistó lectores basado en la confianza, calidad y veracidad de su oferta periodística, lo que contribuyó a construir una trayectoria respaldada a lo largo de las décadas por los sanduceros que se sintieron representados y se encolumnaron detrás de nuestro diario, felizmente.
Con el paso de los años, el acompañar la evolución tecnológica ha sido precisamente otro gran desafío que hemos abrazado como una forma de actualizarnos, de competir, de ofrecer la mejor calidad posible a nuestros lectores y naturalmente, ello ha implicado un compromiso económico imprescindible y constante, porque lo que ayer se reemplazaba tras muchos años de uso, hoy queda obsoleto a los dos, en una innovación constante de las nuevas tecnologías. Y en esa constante actualización es que precisamente en estos momentos estamos abocados a poner en funcionamiento en nuestra flamante planta de impresión de Dr. Roldán y Purificación la rotativa Goss Community que adquiriéramos justo antes de la pandemia, y que se viera demorada su instalación precisamente por las restricciones impuestas por la COVID-19 cuando sólo faltaba que los técnicos de Estados Unidos y Argentina finalizaran algunos detalles.

En esta historia más que centenaria, habiendo atravesado tiempos turbulentos, signados por avatares y obstáculos que se fueron sorteando, ello no ha impedido que también se fueran construyendo los pilares del desarrollo, para lo que hemos tratado de aportar nuestro granito de arena haciendo uso de la libertad de expresión en aras de contribuir a la tolerancia y la paz como condiciones fundamentales para construir un mundo mejor.
Y en este camino estamos hoy, como ayer, como siempre, haciendo honor al legado, pese a dificultades que se han acrecentado, como ocurre a tantos emprendimientos de una diversidad de áreas. Nuestro compromiso también es el de siempre, y para honrarlo, seguiremos dedicando nuestros desvelos, porque Paysandú se lo merece y no seríamos consecuentes con el legado que hemos abrazado durante más de un siglo. → Leer más