En el Día Internacional de las Cooperativas, la Federación Uruguaya de Cooperativas por Ayuda Mutua (Fucvam), que el pasado 24 de mayo celebró su 52º aniversario, enfrenta desafíos de larga data, como la consecución de una cartera de tierras en todo el país, o la recomposición del Fondo Nacional de Viviendas, pero, a la vez, en la interna del cooperativismo aparecen nuevos retos relacionados con un nuevo contexto social y cultural. Así se desprende del diálogo que mantuvieron con EL TELEGRAFO, William Guerrero, dirigente Nacional de Fucvam y Sergio Mascazini, secretario general de la Mesa Departamental.
Los dirigentes recordaron la importancia que tuvo en aquel momento “en el Interior la creación de la Federación, porque las primeras experiencias cooperativas fueron en Florida y después en Salto y en Fray Bentos. Luego, con la necesidad de vivienda se expandió por todo el país, donde hoy por hoy en Montevideo nuclea la mayor cantidad de cooperativas, pero en el Interior, en la mayoría de los departamentos hay cooperativas de viviendas”, refirió Guerrero.
“La Federación nace a través más que nada de la Ley Nacional de Vivienda 13.728, la ley madre que le decimos nosotros, del 28 de diciembre del 68, que para la época fue bastante avanzada, tanto así que hasta el día de hoy prácticamente tiene vigencia y valor”, significó Mazcazini. “En Paysandú justamente Juan Carlos Siázaro es uno de los que comienza con las cooperativas, estando en el Centro Cooperativista Uruguayo. Ahí nace la primera cooperativa en Paysandú, que es Covisan 1; por el 71 empezaron la construcción y terminaron en 2 años porque normalmente esas cooperativas terminaban enseguida”, recordó. En aquel entonces también surgieron Covisan II y Municipales I y II.
“Empieza a crecer el movimiento cooperativo en Paysandú a raíz de esta cooperativa; ahí se crea la matriz Covisan (Cooperativas de Viviendas Sanduceras, que debe haber terminado antes de la reglamentación de 2008, siendo Covisan 10 la última”, ilustró. Actualmente por el sistema de ayuda mutua “en Paysandu hay 42 cooperativas, incluso en construcción hay 4”, agregó.
Hay unas “650 cooperativas en todo el país afiliadas a Fucvam, más de 25.000 familias”, en tanto, en Paysandú, estimaron que “en 40 cooperativas a un promedio de 50, serían 2.000 familias, con 4 integrantes por familia unas 8.000 personas que viven en el sistema cooperativo de ayuda mutua y de usuario”.
Refirieron asimismo a los “contratiempos” que deben enfrentar, ante “el vaciamiento del Fondo Nacional de Vivienda, y hoy estamos luchando para construir con partida presupuestaria”, explicó Guerrero. “Fucvam ya ha presentado al gobierno, al anterior y a este, lo que es el fortalecimiento del Fondo Nacional de Vivienda, para sacar el 0,01% a los llamados ‘malla oro’ para reflotarlo y que el Ministerio no tenga que esperar las partidas presupuestarias para construir. A la vez, por la pandemia ya hubieron 2 recortes, uno del 15% y otro del 17%”, sostuvo, considerando que “por eso es que lamentablemente las cooperativas tienen que esperar tanto después de salir sorteadas”. En ese sentido, Mascazini dijo que “estimamos que se debe haber acotado en un 39% el prespuesto que venía de 2019”. Además, indicó que “antes se realizaban 2 sorteos por año con 1.500 viviendas en cada sorteo, hoy se realizan también 2 sorteos pero con la mitad de viviendas. A esa cifra se le descuentan aquellas cooperativas que ya pasaron el tercer sorteo y a las que, por ley, se les debe otorgar el préstamo de forma directa”.
También aludieron a los problemas que se generan cuando hay atrasos en la entrega de las partidas presupuestarias, frente a compromisos que se deben cumplir en tiempo y forma, como lo es el pago del terreno.
“Las cooperativas que están en construcción cobran por avance de obra y con algunas cooperativas del país –acá en Paysandú fueron en 2, que por suerte se solucionó–, había atraso con las partidas presupuestarias. Fucvam viendo esa problemática, creó el Fondo “Canario Benítez” –que fue el primer capataz que tuvo la idea de hacer jornadas solidarias–, entonces, le presta dinero a la cooperativa para poder hacerse cargo de todos los gastos que tiene, pero eso es algo interno”, puntualizó Guerrero. “Esas cosas perjudican al cooperativismo, porque cuando se trancan los préstamos, cuando uno compró un terreno a un privado, este quiere recibir su dinero”, ilustró Mascazini.
UNA NUEVA REALIDAD
Hace décadas, en Paysandú “las cooperativas salían mucho porque tenían la matriz gremial de los sindicatos de las fábricas, tenemos de Paycueros, de Coca Cola, de Paylana, de AFE, y los grupos ya estaban bastante formados”. En cambio, frente a un nuevo contexto, “hoy tenemos otro dilema que también lo vamos llevando adelante con más trabajo y es que las cooperativas se forman en diferentes lugares; hemos tenido experiencias que hasta por Facebook se han formado cooperativas, lo que conlleva que la gente no se conoce”, consignó Mazcazini.
PRINCIPALES DESAFÍOS
Entre los principales desafíos que debe encarar este grupo, Guerrero consideró como el principal “la cartera de tierras que buscamos para que en todos los departamentos haya terrenos disponibles”.
En segundo término, señaló la tasa de interés que deben pagar “las cooperativas nuevas de reglamentación 2008-2011, al 5,25%, que es un interés bancario, no un interés social como marca la ley para las cooperativas de viviendas. En plata son 2.000 o 3.000 pesos la diferencia, que tienen que pagar de más estos compañeros que construyeron en esta reglamentación. Al respecto, “hay cooperativas que están en una medida gremial” para pagar el 2%, tal como lo hacen las cooperativas con mayor antigüedad. Por su parte, Mazcazini entendió que hacia la interna “es un desafío para los dirigentes, que venimos de los sindicatos donde se aprende a trabajar en grupo, cuando se forma una cooperativa como ahora por Facebook, que indudablemente la comunicación por redes sociales no es lo mismo que el estar trabajando juntos y el contacto directo. Es muy difícil para nosotros trabajar con esas cooperativas, de poderles cambiar el chip en el sentido de que nosotros, por ejemplo, íbamos a trabajar a la obra hasta los domingos, porque lo que queríamos era terminar la casa, porque teníamos idea de grupo, porque sabíamos que si nos juntábamos podíamos tener una vivienda de forma más rápida”.
“El otro desafío grandísimo que tenemos es que los terrenos dentro de la ciudad son cada vez menos y más caros y llevar los servicios a distancia, como se hacía antes, son carísimos, como saneamiento, agua, luz”, describió el experiente dirigente.
Ello conlleva, a la vez, que “para maximizar el uso del terreno hay que construir en altura”, pero aunque cambie el formato “la mentalidad del cooperativista tiene que ser la misma, porque la construimos nosotros con nuestras manos”, observó.
FORTALECER LO QUE ES LA AYUDA MUTUA
“El fortalecer lo que es la ayuda mutua”, es otro de los retos de la dirigencia, en la visión de Guerrero. “El préstamo es el 85% del valor de la casa en dinero y el otro 15% en ayuda mutua. Ese capaz es un desafío: fortalecer eso para terminar más rápido la casa, fortalecer en la interna de las cooperativas lo que es el trabajo en la ayuda mutua”.
Consideró importante el rol de los institutos de asistencia técnica, para que a través de su labor puedan fortalecer “ese trabajo para que los socios tomen conciencia de lo que es la parte de ayuda mutua”, así como “la convivencia”. Cabe consignar que, a la vez, cooperativistas capacitados en la Escuela de Formación de Fucvam “trabajan con estos grupos cooperativos que están en formación”, del mismo modo que lo hacen desde el Departamento de Asistencia Técnica. Asimismo, reciben asesoramiento para poder administrar idóneamente los recursos financieros, apuntó Guerrero.
En su reseña, los dirigentes coincidieron en la necesidad de “fortalecer las secretarías de la Mesa, porque hay compañeros que ya venimos trabajando desde hace mucho tiempo, y hay que hacer elecciones”, lo que depende en buena medida de que desde las cooperativas nuevas “vengan compañeros para ocupar los cargos” de los actuales dirigentes, significó Guerrero.
En es sentido, Mascazini comentó que “queremos dar un paso al costado por el hecho de que uno cumple un ciclo y tiene que dejar. Hay cambios que son necesarios” y por ello “queremos que las cooperativas vayan todas y asuman la responsabilidad que tienen que tener porque la Mesa es una herramienta preciosa”.
UN COOPERATIVISTA MÁS
“Juan Carlos Siázaro fue pilar fundamental en las cooperativas”, señaló Mascazini al recordar al recientemente desaparecido referente del cooperativismo sanducero. “Era una persona súper estricta en su trabajo, comprometido al cien por ciento”, destacó, sosteniendo que permanecerá “el recuerdo del hombre que hasta el último día estaba tratando de darnos una mano, de ayudar a las cooperativas”.
Se trató de una “excelente persona; era un cooperativista más”, aseguró.