Menos puestos en la feria del Mercado, hecho que se fue dando “gradualmente”

Una serie de factores se han conjugado para que con el paso de los años la tradicional feria del Mercado, con varias cuadras de extensión, se haya reducido a unos cuantos puestos, como bien lo hacía notar una lectora de EL TELEGRAFO en el espacio de Cortocircuitos Ciudadanos. Según nos comentaban feriantes, una de las razones de esta reducción es la aparición en la ciudad de muchas fruterías, registrándose una menor concurrencia de público, además del hecho que hace algunos años en la feria se encontraban no solo frutas y verduras, sino también otros rubros que atraían mayor cantidad de clientes.

Héctor “Coco” Mattiauda asiste a esta feria desde hace 40 años ininterrumpidamente y produce “el 50% –en un tiempo era el 100%–, todo orgánico, y el 50% que revendo viene de Salto”. El experiente productor observó que “hay poca gente, pero porque de repente no hay lo de antes que, por ejemplo, yo traía la acelga, la lechuga, el perejil, la espinaca, todo, y ahora viene mucha cosa de Salto y, además, hay muchas fruterías”.

En su visión, “lo que necesitamos, como puesteros, es llamar gente como antes, porque hace 20 años atrás estaba el bagayero, el que vendía ropa, comestibles, el que vendía plantas, en la feria encontrabas de todo. Ahora la gente se va a la feria de calle Soriano, yo tengo amigos que van. Es decir, ya no hay gente que ‘llame’ para venir a la feria”, observó. “Como dice en el diario, lo que fue la feria años atrás”, coincidió este feriante, recordando que “hace 30 años eran 3 cuadras de feria, llegaba a calle Herrera y terminaba en 33, con la vereda ancha para trabajar”.

CAYÓ LA VENTA UN 80%

Mattiauda aseguró que “ha bajado la venta un 80%” e incluso “hay ferias que no me sirve ni venir, porque me voy con menos plata”.
En su puesto en particular “vendo verduras en general; no uso abonos. Ya en la época de mi abuelo se plantaba la alfalfa o la avena y cuando estaba a cierta altura se daba vuelta con el arado y ese es el mejor abono que hay. Cuando queda un cantero de acelga, lo muelo y eso es abono. Yo porque lo sé trabajar, me gusta hacerlo, es lo mío”, contó.
Además, refirió que “es difícil producir ahora, es caro el abono, la urea para quienes la usan, también la semilla. Yo hago mucha semilla pero hay épocas en que tengo que comprar. Está difícil y ayuda estatal no hay”.
Su chacra está ubicada “en Calle 32 y Camino de las Canteras, en plena zona del tornado, aunque a mí me tiró un árbol nada más”, señaló el entrevistado, comentando que en la zona “está deshecho todo, horrible, hay dos casas que desaparecieron; en mi casa aparecieron dos techos que terminé sacando a la calle con un vecino porque no sé de quien son, no los reclamó nadie”.

No obstante, este productor aclaró que el achicamiento en la feria no fue causado por un hecho puntual, sino que se “fue dando gradualmente. Estoy hablando de 5 años para atrás ya se veía que venía mermando y muchos feriantes que dejaron de venir”. “Hace 10 años teníamos como una cooperativa, hacíamos sorteos –este año se hizo pero yo no me vi beneficiado en nada–, y hacíamos publicidad en radio, el pescado que empezó a venir hace 10 años, eso reactivó un poquito”, pero ahora el movimiento en general es muy poco.
Más allá de todo, “soy el primero en llegar, a las 4 y media; hace 40 años que estoy acá y voy a morir acá porque me gusta”, aseguró.

“YA TENGO MIS CLIENTES”

También recogimos las impresiones del productor Alberto Chialvo, quien desde hace 15 años tiene su puesto en el mercado. En su caso la totalidad de lo que comercializa es de su propia producción, por lo que “puedo hacer un mejor precio para competir” y además “ya tengo mis clientes”. No obstante, reconoce que hay un menor movimiento, coincidiendo que esto es atribuible a la mayor cantidad de fruterías instaladas.
Su chacra está ubicada en la zona de Paso Guerrero y –según contó– con la tormenta del 11 de julio vio afectada las plantaciones de “lechuga, acelga, espinaca y cebolla de verdeo; la hoja quedó molida”, presumiblemente por caída de granizo.