El director nacional de Vivienda, Jorge Ceretta, junto al gerente de Planificación, arquitecto Daniel Cafferatta, y el director del Departamento de Comunicación de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), Nelson Gianoni, recorrieron las viviendas afectadas por el temporal, además de los complejos habitacionales que presentan vicios constructivos y se encuentran inhabitables.
Gianoni estaba en Paysandú el lunes 11 y, tras una recorrida por la zona, envió la información necesaria a la Dirección Nacional de Vivienda (Dinavi), que canalizó las ayudas en materiales de construcción a través de la Intendencia de Paysandú. “Gianoni ha sido nuestro interlocutor permanente y, a su vez, los funcionarios del ministerio han participado en los relevamientos. El ministerio dará apoyos financieros directos –además de los programas que promueve– con el suministro de materiales que la Intendencia entrega a las familias damnificadas”, dijo Ceretta a EL TELEGRAFO.
El jerarca informó que entregarán “treinta canastas de materiales de construcción, se reperfilará el Programa de Rehabilitación Urbana que permite a la familias con posibilidades de pago el acceso a créditos muy blandos, con subsidios inclusive y ellos mismos gestionarán la recuperación de los problemas estructurales”.
En forma paralela, “el ministerio tratará de dar soluciones puntuales a cooperativas o complejos que hayan sufrido perjuicios para recuperar su habitabilidad”.
Homologación de los sistemas
Ceretta reconoció que “si bien el sistema tradicional da ciertas garantías, a veces los costos lo vuelven inviables y la prioridad es que las familias accedan a la vivienda”.
En este marco, recorrieron el barrio Río Uruguay, la cooperativa Covioc y “en la oficina nos interiorizamos sobre la situación de Municipales 3. El ministerio coordina junto al Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) el acceso de las cooperativas a los créditos con tasa cero” que ofrece aquel organismo.
Consultado sobre el seguimiento técnico que efectúa la cartera para homologar la construcción de las viviendas, fundamentalmente los sistemas no tradicionales que sufrieron con la última tormenta, Ceretta aclaró que “ya existía un registro que homologaba desde hace mucho años a través del DAT (Departamento de Asistencia Técnica)”.
El certificado “se otorgaba desde el ministerio, pero participaba la Facultad de Arquitectura y el LATU en ensayos, pruebas y controles. Muchos de estos sistemas que tienen problemas están homologados desde hace años por estos organismos. La realidad que venimos evaluando es que no es el sistema por sí mismo, que debe cumplir con determinado tipo de protocolo y precisiones al momento de la ejecución, sino que a veces el sistema cooperativo por su realidad de la ayuda mutua, no tiene la preparación necesaria. Eso genera, después, el tipo de patología que debemos solucionar”.
Reconoció la existencia de “un problema con el sistema de construcción no tradicional que requiere mayores precisiones en determinados materiales, como los isopaneles que son rápidos de implementar, a un costo razonable y buenos niveles de aislamiento térmico y acústico. Pero si no se utiliza el tornillo que tenga la calidad y el tamaño que tiene que tener, pasa lo que ocurrió ahora”.
Aclaró que “no es mala voluntad de nadie, pero en la dinámica de construcción y la necesidad de avanzar rápidamente, se omiten algunos controles”.
Sin rol de contralor
Ceretta señaló que “el ministerio, en algunos programas como el sistema cooperativo, no tiene el rol del contralor. Lo que hace es financiar el proyecto con el aporte del 85 por ciento del total de la obra y el 15 por ciento lo pone la cooperativa a través de la ayuda mutua o por ahorro previo. Para eso está el Instituto de Asistencia Técnica (IAT), al que el ministerio le paga una cifra muy importante. Es el 10 por ciento del valor del proyecto y está obligado a ser el director de obra”.
El IAT, “tiene que acompañar en el asesoramiento constructivo, económico y jurídico. En eso estamos trabajando porque sabemos que hay algunos casos donde no se cumplió con la debida eficiencia y las cooperativas son las que terminan sufriendo el desamparo”.
El año pasado se aprobó un nuevo reglamento para los IAT. “Se hacen ajustes solicitados por el Poder Ejecutivo pero en pocos días quedará aprobado. Plantea cambios en la liquidación de los honorarios para que los institutos sigan incentivados en el acompañamiento de la cooperativa hasta el final de la obra. Con el mecanismo que se aplicaba históricamente, el IAT cobraba en una etapa previa al inicio de la obra el 70 por ciento del total de los honorarios. Eso, de alguna manera, lo desestimulaba para acompañar en las etapas posteriores”.
Según Ceretta, “con estos ajustes, se exigirá que tengan una estructura tanto para el acompañamiento fiscal y económico, porque eso forma parte del éxito del proyecto. Aquellos que no lo cumplan tendrán las multas correspondientes”.
Explicó que “los sistemas aprobados por el DAT son muy exigentes. Es decir, requerían de varias pruebas y por sí mismos eran válidos. Incluso muchas empresas no estuvieron a la altura del sistema y no cumplieron en tiempos, calidad o en condiciones”. En el caso de Covioc, “la empresa que proveyó el sistema no cumplió con el acompañamiento necesario y, seguramente, eso tenga que ver con los problemas actuales. La ministra visitó este complejo de viviendas hace unas semanas y hay un trámite judicial que impide acciones directas. Pero dijimos que el ministerio está dispuesto a acompañar en ese proceso judicial para que haya un dictamen lo más rápido posible y que puedan recuperar esas viviendas ya terminadas pero inhabitables”.
Cooperativas afectadas
La Dinavi solicitó el listado de las cooperativas afectadas por el temporal. “Si bien el ministerio participó en el relevamiento, a esa información estadística la maneja la Intendencia. De todas maneras, ya recibimos consultas y planteos de reunión con las federaciones que apoyan al sistema cooperativo. Con Fucvam nos reuniremos el miércoles en la Dinavi”.
Ceretta informó que “las ayudas seguramente serán financieras, porque el sistema funciona de esa manera y las cooperativas ejecutan las reparaciones”. Sin embargo, reconoció que “el mantenimiento de las viviendas no está previsto, pero recibimos la inquietud de las federaciones. Muchas cooperativas llegan a la etapa de vejez constructivas y de edad avanzada de sus ocupantes. O a la necesidad de ascensores cuando tienen dos o tres niveles. Lo analizamos y seguramente la Inacoop sea un actor importante para lograr mecanismos de acceso al crédito”.
