Durante 2021, la Intendencia Departamental de Paysandú incrementó sustancialmente los recursos que se han volcado a inversiones, al punto que este rubro es prácticamente el 40 por ciento de ese presupuesto, en tanto paralelamente se ha reducido significativamente el Rubro 0, destinado a remuneraciones, como consecuencia de la reducción de la plantilla de funcionarios, a la vez que se ha mantenido el porcentaje del gasto en funcionamiento, anunció el intendente departamental Nicolás Olivera.
En rueda de prensa el jerarca dio cuenta de la gestión presupuestal de la Intendencia, junto al secretario general de la Intendencia, Fermín Farinha, el director general del Departamento de Administración, Martín Thomasset, directores generales, directores de área y otras jerarquías del ejecutivo departamental.
Precisamente, Thomasset subrayó que se trata de una ejecución muy bien equilibrada, desde que el déficit fue del -0,4 por ciento, mientras que a su vez desde el punto de vista de la gestión Olivera hizo hincapié en que históricamente la inversión nunca había sobrepasado el 20 por ciento del presupuesto, mientras que en el caso de su administración en 2021 fue del 39 por ciento del total, del cual solo 4 puntos corresponden al Fideicomiso Paysandú II, en el que recién se están dando los primeros pasos tras la determinación de los destinos.
En lo que refiere a remuneraciones, trajo a colación que se ha volcado a este Rubro 0 un 35,9 por ciento de lo recaudado, cuando históricamente ha sido de entre el 55 y el 60 por ciento, en tanto ello ha sido consecuencia de que se redujo la plantilla de funcionarios desde los 1.890 que recibió la actual administración, a los 1.550 con que se cuenta en la actualidad.
Asimismo, el gasto de funcionamiento se mantiene dentro de los márgenes tradicionales, con un 23,2 por ciento del total en 2021, y el restante 2 por ciento corresponde a la financiación del funcionamiento de la Junta Departamental de Paysandú.
En tren comparativo, en remuneraciones la ejecución ha sido menor a lo establecido presupuestalmente, en funcionamiento levemente superior y en inversión, abiertamente por encima de lo estimado presupuestalmente.
En números, se destaca que el total recaudado fue de 2,795:607.970 pesos, destinándose a remuneraciones 1,042:104.970, a inversión 1,132:657.113, en funcionamiento 673:625.979 pesos y en la Junta Departamental 57:663.554.
Precisamente este jueves el ejecutivo comunal cumplió con la instancia de presentar la Rendición de Cuentas ante la Junta Departamental en tiempo y forma, por lo que el deliberativo se abocará al correspondiente estudio en comisión a efectos del desglose y análisis de los números.
Análisis de gestión
El intendente Nicolás Olivera, al evaluar los números de su gestión consideró que “nosotros no hacemos otra cosa que administrar los recursos que aporta la gente, que son de la gente, la que paga sus tributos. No debe haber cosa menos placentera que pagar un impuesto, y si bien cuando uno paga un impuesto no está atado a un servicio directo, uno espera recibir algo del organismo al que le paga”.
“Uno siempre quedaba con la sensación de que lo que pagaba por impuestos o por tributos, en este caso a la Intendencia, no tenía una debida correlación con lo que recibía”, acotó, para destacar que “la realidad histórica de la Intendencia tiene eje en estos tres grandes rubros, que son gastos de personal (Rubro 0), gastos de funcionamiento y la inversión. La inversión en definitiva es lo que se ve, lo que la gente demanda como obras, como servicios, como cosas que mejoran su calidad de vida”, observó.
Indicó que en el marco de esta realidad histórica, el Rubro 0 estuvo oscilando entre el 55 y el 60 por ciento del presupuesto, los gastos de funcionamiento han estado más o menos estables, y la inversión ha estado oscilando en un 15 por ciento “y no ha tocado siquiera el 20 por ciento en los últimos diez años, por ejemplo”.
Administrar prioridades
Indicó que “gobernar es siempre administrar prioridades”, con medidas que no siempre son simpáticas y muchas veces “diciendo que no en aras de buscar un resultado”. Evaluó que en este caso se ha bajado el promedio histórico volcado a remuneraciones y aumentado la inversión en favor de la calidad de vida de los sanduceros, por más obras y servicios, tratándose precisamente del leit motiv de la gestión de una Intendencia Departamental.
Hizo hincapié en que la “torta a dividir” (el presupuesto) “es más o menos siempre la misma, pero lo que sí se puede cambiar es la correlación en los componentes de la torta”, por lo que el gran desafío ha sido administrar los respectivos rubros “para contemplar a la gente, que lo financia pagando sus impuestos y tributos”.
Destacó que el Rubro 0 pasó del 60 o 55 por ciento anterior a un 35,9 en 2021, “lo que nos permite aumentar automáticamente el rubro inversiones”, aunque con la salvedad de que al tener menos funcionarios, esta reducción no ha afectado los salarios de los trabajadores. “No recuerdo en la historia de Paysandú que haya habido un número parecido a este en materia de inversiones”, subrayó el intendente, al acotar que “este 39 por ciento son calles, son caminos, son cordón cuneta, son luces, son volquetas, son camiones recolectores nuevos, son un montón de cosas que la gente demanda cuando paga los impuestos”.
Trajo a colación que “si bien se dice por ahí que están haciendo cosas porque hay un fideicomiso para gastar”, la realidad es muy distinta, por cuanto en 2021 el impacto del fideicomiso es de solo 4 puntos en el 39 por ciento del total que son los recursos afectados a inversiones, por lo que el resto proviene de recursos propios.
“Ese es el esfuerzo que todos hacemos para gastar menos en cosas superfluas y para invertir más en cosas que entendemos y sabemos que la gente demanda”, precisó, para aclarar luego que “seguramente a partir de este año se empiece a ver con un poco más de contundencia la inversión procedente del fideicomiso”.
