Uruguay por el camino del hidrógeno verde

El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), en conjunto con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), lanzó este año la primera convocatoria internacional para el desarrollo de proyectos piloto de hidrógeno verde en el país. Se trata de una primera apuesta a diez años con un subsidio por parte del Estado de diez millones de dólares.

En abril de 2021 se había realizado el primer data room, en el que se presentó el proyecto H2U enfocado en la producción de hidrógeno renovable para uso en transporte pesado y de larga distancia. El objetivo es consolidar a Uruguay como un proveedor y exportador de este producto y sus derivados.

“Estamos en el proceso de presentación de las empresas, cerca del final. El proyecto consiste en un piloto donde el Estado va a subsidiar unos diez millones de dólares. No quiere decir que subsidiemos a uno solo. Tampoco significa que el que vaya a presentarse tenga limitaciones. Podés presentar un proyecto de cien millones de dólares y el estado subsidiarte diez. Vos elegís el tamaño de lo que quieras presentar”, dijo a EL TELEGRAFO el subsecretario del MIEM, Walter Verri. “Una de las cosas que nos decían era que se trataba de un piloto muy pequeño. Pero en realidad es un piloto a escala de lo que somos”, añadió.

Previamente, los equipos técnicos del MIEM, Ancap y UTE mantuvieron 35 reuniones con empresas, grupos empresariales e instituciones de 16 países, en las que se percibió gran interés de parte de importantes actores de la industria del sector energético y del hidrógeno en particular, informó El Observador en febrero pasado. También hubo una gira por Europa para conocer la evolución de los mercados a nivel global y ver cómo podía posicionarse Uruguay para atraer inversiones.
“No está cerrado que se lo adjudiquemos a uno solo. Si son varios chicos lo podemos repartir. La idea es esa, un piloto que nos ayude a generar experiencia, capacidades, conocimientos para poder seguir avanzando en el tema”, continuó el también secretario general del Partido Colorado en Paysandú.
“Uruguay tiene una posición privilegiada en la generación de hidrógeno. Contamos con agua y prácticamente el 100 por ciento de nuestra matriz energética es renovable, y tenemos todo para crecer mucho en la energía eólica y solar. Con esto aseguramos la fuente de energía verde para generar el hidrógeno verde”, detalló.

“La posibilidad de Uruguay de ser un exportador de hidrógeno está dada”, insistió Verri. “Obviamente se trata de una tecnología que recién se está desarrollando y todavía es costosa. Pero puede tener una utilidad para el uso cercano entre nosotros. Por ejemplo, el abastecimiento de buques de pesca, por el cual ya hay interesados, el transporte de larga distancia, el transporte pesado, la industria”.
El proyecto H2U tiene un modelo de negocio privado. Las empresas deberán proveer de una flota vehicular de ómnibus y camiones a los consumidores, y tener ya acuerdos de demanda para el hidrógeno verde que se va a producir. Se apunta a una flota de al menos 10 ómnibus de nueve metros de largo o camiones de 17 toneladas. Se calcula que la distancia mínima que recorrerá esta flota es de 3.500 kilómetros por día.

La energía eléctrica que consuma la planta –con una capacidad mínima requerida de 1,5 MW– podrá ser entregada por UTE, a través de un modelo de precios que negociarán de acuerdo a su demanda y horarios de consumo diarios o semanales. También existe la opción de que la energía sea autogenerada.
Los privados deberán instalar una planta propia, pero también se ofrecerá la posibilidad de utilizar las instalaciones de Ancap en la planta de Capurro. Los interesados también podrán hacer uso de los beneficios previstos en la Ley de Promoción de Inversiones.
Verri dejó en claro, no obstante, que está todo “por hacer” y que el mundo “recién” avanza hacia este desarrollo. “La idea es que hagamos una curva de aprendizaje y posicionarnos a nivel global y, eventualmente, ser exportador de hidrógeno”, dijo.

¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde se produce a partir de agua y energías renovables. La obtención por electrólisis a partir de fuentes renovables consiste en la descomposición de las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2).
Históricamente, el hidrógeno se ha obtenido usando combustibles fósiles. Esta separación también se puede hacer con energía eléctrica o gas natural, pero la fórmula más amigable con el medio ambiente es producirlo con energía solar y eólica.
La reducción del costo de la electrólisis es uno de los desafíos más grandes que tiene el mundo en la actualidad, debido a la importancia que toma el hidrógeno en la reducción de emisiones. La molécula de H2 tiene alta densidad energética por unidad de masa; 3 veces más que la gasolina y 120 veces más que las baterías de litio.

Aplicaciones

El hidrógeno verde se utiliza en la refinación de combustibles fósiles, en la producción de amoníaco y en la industria del acero. Actualmente se están desarrollando nuevas aplicaciones, en las cuales el hidrógeno se quema en forma directa o genera electricidad a través de dispositivos llamados celdas de combustible con la combinación de hidrógeno y oxígeno del aire.
En transporte existen vehículos con celdas de combustibles y estanques de hidrógeno. También se puede usar en el almacenamiento y producción de energía eléctrica y térmica; en la generación de electricidad en turbinas de gas; en procesos industriales y refinación de metales. En la producción de fertilizantes para la agricultura y en insumos mineros, utilizando amoníaco verde como materia prima.

Cómo funciona un auto de hidrógeno

La principal diferencia de un automóvil de hidrógeno es que, si bien es un coche eléctrico –son exclusivamente los motores eléctricos los que se encargan de hacer girar las ruedas–, su funcionamiento no es igual. En un vehículo de pila de combustible se va generando la electricidad a medida que la necesita.
En lugar de almacenar la energía en baterías acumuladoras, estos utilizan una pila de combustible, algo así como una central energética portátil. En un auto de combustión la energía se obtiene al quemar los derivados del petróleo; en los de hidrógeno se procesa el hidrógeno para producir electricidad a demanda.
El hidrógeno (H2) a presión se almacena en unos tanques específicos. Este elemento se canaliza hacia la pila de combustible, donde se añade el oxígeno del aire ambiental para producir electricidad y, como producto residual, se obtiene agua (H2O). Porque, claro está, los autos de hidrógeno tienen caño de escape, pero no contaminan, solo expulsan vapor de agua.

La electricidad generada en la pila de combustible se destina a una batería, como en un auto eléctrico, la cual es la encargada de repartir la energía al o a los motores eléctricos de los que disponga el coche. También se puede destinar electricidad bajo demanda directamente de la pila de combustible a los motores eléctricos.

El sobrante de electricidad acumulado en la batería más la recuperación de energía conseguida a través de la frenada regenerativa se guarda en la batería, permitiendo a las mecánicas de pila de combustible funcionar incluso sin estar consumiendo hidrógeno.