Exportaciones forestales en celulosa y madera generaron U$S 1.350 millones durante el primer semestre de este año

“El total de exportaciones forestales teniendo en cuenta celulosa y maderas están en el orden de los 1.350 millones de dólares en el primer semestre, un 58% representado por celulosa y un 42% del resto de los productos”, informó a EL TELEGRAFO el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Nelson Ledesma. “Ese es el monto de ingreso de divisas al país, considerando también las zonas francas, o sea la madera que consumen las plantas para producir la celulosa, que está incluida ahí”, aclaró.
Al hacer un análisis de las exportaciones del sector en este período, lo dividió en dos grupos. “El celulósico, lo que es la exportación de celulosa de Montes del Plata y UPM, se mantiene prácticamente el volumen. Si uno compara el primer semestre 2022 con el primer semestre del 2021, el volumen bajó un 5%, pero quiere decir que están a capacidad completa las plantas”, y, a la vez, se observa “una mejora de precio, lo cual da un aumento en el ingreso de divisas, en el orden del 20%”, explicó.
En ese sentido, agregó que el mercado de “la celulosa venía de años bastante complejos, en el 2019 por razones de mercado, en el 2020 por lo que fue la pandemia” y la consecuente disminución de la demanda de papel, “al bajar el consumo de escuelas, colegios, oficinas, por todo lo que fue el tema del aislamiento. Eso afectó el precio de la celulosa cayendo a niveles extremadamente bajos en 2020, se empieza a recuperar sobre mediados y fines del 2021 y en el 2022 se consolida un buen precio, reflejado lo que está pasando con la oferta-demanda en el mundo y eso está bastante estable”.
En lo que refiere “al mercado del resto de las maderas, exportación de rolos como materia prima, chips, también como materia prima para celulosa o madera aserrada y contrachapados (paneles), el volumen semestral 2022 se mantiene bastante estable” con respecto al primer semestre del 2021. “Hay una disminución del orden del 3% en volumen y un aumento del 6% en precio, en ingreso de divisas, lo cual es positivo, porque fue un año bastante razonable y varía un poco según los rubros”, subrayó.
En el caso de “la exportación de rolos de pino, que ha tenido un impacto fuerte en los últimos años, cayó en el orden del 38% en volumen y precio y básicamente se debió a una menor demanda del mercado de China, explicado por el confinamiento que realizó ante la política de COVID 0”, en el que “ciudades muy grandes como Shangái estuvieron cerradas casi por un mes y eso impactó en la demanda. En el caso de India, que es otro comprador de pinos, se mantuvo estable”, describió Ledesma.
En lo que respecta al mercado de “madera aserrada mejoró en el precio en el orden del 35% y el volumen en un 20%”, en tanto que el rubro de “contrachapados, se mantuvo bastante el precio y el volumen, no hubo mucho cambio”, observó.
En este último caso, el comportamiento del mercado “siguió el padrón del 2021, que había sido bastante bueno, debido a que las propias conductas de las familias en pandemia hizo que, por ejemplo, en Estados Unidos no hubiera movimiento, no hubiera turismo, y destinaran esos fondos para reparar las casas. Eso provocó una demanda mayor de madera, que no pudo ser satisfecha por el mercado interno”, lo que permitió que Uruguay pudiera “exportar ese tipo de producto con una fase de elaboración mayor como los paneles y maderas aserradas usadas para construcción de casas, paredes, pisos. Ese mercado se ha mantenido bastante estable”, destacó.

VOLÚMENES

Respecto a los volúmenes, Ledesma detalló que en este primer semestre la celulosa representa 1.270.000 toneladas, y el resto de los rubros unos 5.555.000 toneladas, incluyendo lo que va a zona franca. Es decir que el volumen exportado en realidad fue del entorno de las 3.150.000 toneladas, entre celulosa y otros rubros.

“UN SEMESTRE BUENO”

En la visión del entrevistado, “ha sido un semestre bueno, razonable, a pesar de las condiciones de costos que hemos sufrido”, tales como el “incremento sucesivo de los combustibles” así como la afectación que tiene sobre las exportaciones el “hecho del tipo de cambio que bajó de $ 43 a $ 39”.
Sobre este particular, explicó que con este hecho “todos los costos en pesos pasados a dólares tienen un incremento y eso afecta en la competitividad”.
Además, aludió al impacto de “los altos costos logísticos, básicamente del flete internacional. Los fletes en años razonables como el 2019, prepandemia, a los que tenemos hoy distan mucho, o sea en el caso de container se multiplicaron algunos por 3 o por 4 y en el caso granel es por 2 y por 3.
Eso ha tenido un impacto fuerte, que a pesar de que el precio de los commodities hayan subido en el mundo, a veces se hace muy difícil poder trasladar esa suba al precio FOB porque, en definitiva al cliente final lo que le importa es a qué precio le llega a su planta y al FOB hay que agregarle el flete marítimo que es el que ha subido fuertemente”, observó.
“En algún caso no fue posible obtener todo el beneficio de la suba de los commodities, pero sin dudas que permitió incrementar volúmenes y mejorar precios y, obviamente, tener mejores rentabilidades frente a otros años”, apuntó.

INCERTIDUMBRE

Consultado acerca de las perspectivas que se vislumbran para este sector en el segundo semestre del año, consideró que “son básicamente de gran incertidumbre”, en base a “un análisis objetivo”, sostuvo el entrevistado.
En ese sentido, citó “la incertidumbre que genera la gran inflación en Estados Unidos, pocas veces vista, en Europa también, en América en algunos países como Chile”, a lo que se suman “las políticas monetarias y de tasas de interés que los países suelen adoptar para de alguna manera corregir esos procesos inflacionarios, ya están dando algunas señales de baja en las previsiones de crecimiento de países desarrollados y subdesarrollados y seguramente eso tenga un impacto en la demanda”, opinó.
“Obviamente, si baja la demanda seguramente tengamos alguna afectación en lo que podamos exportar”, apuntó, a la vez de considerar que igualmente “hay que esperar un poco cómo va a estar el acomodamiento de los precios, si es que esa demanda se reduce”.
En este contexto, ya hay algunas señales que evidenciarían el panorama futuro del mercado. “Los fletes que hasta el mes pasado estaban muy altos ya están dando alguna señal de baja”, indicó Ledesma, explicando que precisamente “el flete marítimo transparenta rápidamente lo que pasa en el mercado, tanto para el alza como para la baja. Cuando la economía del mundo está fuerte hay mucha demanda de fletes internacionales y eso se traduce rápidamente cuando uno va a pedir cotización. Lo mismo pasa a la inversa, cuando la economía se empieza a enfriar o a bajar su temperatura y demandar menor cantidad de productos, los fletes empiezan a bajar, y eso es lo que estamos viendo hoy”, precisó.
Aunque “no decimos que vaya a ser un mal semestre”, este indicador “nos abre alguna alerta respecto a poder mantener el ritmo de exportaciones que hemos tenido en el primer semestre”, sostuvo.
Finalmente, manifestó su aspiración a que “lo podamos mantener, que sigamos siendo competitivos, que el tipo de cambio se acomode un poco más a lo que fue al inicio del año para poder seguir generando divisas y trabajo, que es lo que nos interesa a todos”.