Dia Internacional del Animal: “Ahora ya camina lento”

El 4 de octubre es el Día Internacional del Animal y EL TELEGRAFO se adelanta para compartir algunos consejos profesionales por una mejor convivencia con esos “otros” animales tan cercanos a la especie humana, porque somos responsables de su bienestar. ¡A cuidarlos, siempre!

El tiempo pasa y nuestros cachorros se van convirtiendo en perros adultos. Aquellos porotitos que dormían en nuestras faldas comenzaron a quedar canosos, ya no tienen las mismas energías para corretear detrás de una pelota y la recuperación de las caminatas les lleva más tiempo.Como parte de nuestra familia desde el momento que decidimos que así fuera, nos haremos cargo de lo que necesiten y los acompañaremos en sus momentos más difíciles como corresponde y como lo han hecho ellos incondicionalmente con nosotros.

¿Qué debemos saber cuando comienzan a envejecer?

Para conocer un poco más esta etapa del perro, conversamos con el veterinario Francisco Vercellino. “Los perros comienzan a envejecer a partir de los 7 años en general. Los de tamaño chico, un par de años más tarde. En esa etapa deberemos realizar controles ya que es cuando pueden comenzar a padecer algunas enfermedades. Algunas de las más comunes son la enfermedad renal, artrosis, tumores e infección uterina en hembras enteras”, dijo.
En lo que respecta a los paseos con los perros añosos, “se pueden continuar siempre que no tenga patologías que lo contraindiquen. En las horas de calor no debemos ejercitarlos ya que la asociación de calor y humedad altos con actividad muscular, es muy peligrosa. Hay razas como las ñatas, que son extremadamente sensibles. Los perros soportan más las temperaturas bajas que altas”.
Por otra parte, una pregunta recurrente es ¿qué les damos de comer cuando sus dentaduras comienzan a desgastarse? “El desgaste no es un problema, tampoco la pérdida de piezas. Tal vez no pueda comer huesos, pero comen la ración extrusada sin inconveniente”, aclaró.
El veterinario aconsejó que, ante el paso de los años de nuestro perro, “hay que estar atentos a cualquier bulto, porque baja la inmunidad y requiere estar al día con la vacunación y la desparasitación, además de controlarlos por la obesidad”.

¿Viejos más tarde o más temprano?

Que un año de humano equivale a 7 años de perro ha sido una creencia popular durante cientos de años. Sin embargo ¿es realmente así? Al respecto y derribando un poco el mito, la especialista en conducta canina Pierinna Tenchio dijo que “tales equivalencias no son exactas y no es mucho lo que científicamente se conoce al respecto, pues en realidad depende de las características de cada animal”.
“Lo cierto es que los perros de tamaño grande tienden a envejecer más rápido, casi unas diez veces más que los humanos, mientras los perros pequeños pueden exhibir una equivalencia de 1 a 5 en años humano-perro”, ejemplificó.

Cuestiones de postura

Respecto a las actividades que pueden disfrutar nuestros perros viejos, nos dio unas pautas respecto a los movimientos beneficiosos o perjudiciales para ellos.
Así, explicó que “a veces por desconocimiento los hacemos sentar muy seguido y en realidad, el sentarse no es una posición que al perro le resulte cómoda. Ante la presencia de dolor, ellos siempre van a preferir estar parados en sus cuatro patas o bien, echados. La típica posición de estar sentados con la cola en el suelo no es natural para ellos. Cuando se ponen viejos es preferible no pedirles que se sienten, porque todos esos movimientos de músculos y articulaciones le pueden resultar dolorosos, sobre todo a perros que tienen una estructura que no es ideal para estar sentados, como los galgos por ejemplo”.
Por otra parte, si los tenemos acostumbrados a hacer trucos y para ello les damos alguna comida como premio, o caricias, habrá que prestar atención porque es posible que con tal de recibir ese “premio” lo hagan igual aunque sientan dolor. “Es una conducta aprendida que les sirve para obtener recursos, entonces lo seguirán haciendo, aunque sufran algún malestar”, dijo la especialista.

¿Cómo jugamos con un perro senior?

Cuando los compañeros caninos son pequeños y jóvenes, solemos tirarles pelotas o piolas para que jueguen y ellos en el afán de complacernos saltan, giran y corren lo más rápido que pueden. Esto es algo a cuidar cuando empiezan a ponerse viejitos.
“Debemos evitar saltos muy altos o que tuerzan o giren el cuerpo y sobre todo mucho cuidado con el cuello. A veces jugamos a tirar una pelota o cinchar de una piola y en estos casos no debemos provocarles el movimiento arriba-abajo, arriba-abajo, porque afecta las cervicales; en todo caso es mejor de un lado a otro sin forzarles a levantar la cabeza”, aconsejó.

A perro viejo, trucos nuevos

Los envejecidos canes siempre podrán aprender cosas nuevas. “Lo bueno es estimular las habilidades cognitivas del perro adulto. Ayudarlo a mantener el cerebro activo, las neuronas trabajando. Siempre se puede hacer algo nuevo con ellos, a pesar de que mucha gente piense lo contrario”, señaló.
Sin embargo, advirtió que “ante una disfunción cognitiva producto de la edad –si bien no es fácil de detectar— algunas cosas ya no las va a hacer, o no las va a hacer bien o no las va a recordar”.
Ahora que nuestro perro compañero ya camina lento y quizás requiere más cuidados, no dejemos que le falte cariño, atención y compañía, cosas que él siempre ha sabido darnos.