Un nuevo curso para aplicadores ofrece los Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), alcanzando a 700 personas que lo han hecho a lo largo de todo el país, y en el caso de Paysandú “con una muy buena concurrencia que alcanza a las 70 personas”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Alex Hughes.
Se procura capacitar al “aplicador profesional en varios aspectos que tienen que ver con la normativa, el manejo de la etiqueta, los equipos de protección personal, la protección ambiental y la protección de los organismos no objetivos, y las nuevas tecnologías de aplicación para poder realizar aplicaciones seguras, sin afectar el medio ambiente”.
Hughes indicó que otro objetivo “es conocer las nuevas reglamentaciones en cuanto aplicadores, que exigen que quienes hacen uso propio tengan que estar registrados en el MGAP y realizar los cursos de capacitación correspondientes para tener su carnet de aplicador”.
En cuanto a nuevas disposiciones, señaló que “hoy estamos con un proyecto de gestión que consiste en la instalación de un equipo de monitoreo en los equipos, y el aplicador puede ver desde su celular o desde el monitor que provee la empresa de software, las distintas zonas en donde hay centros poblados, centros educativos y cursos de agua”. Precisó que desde 2019 “comenzamos con 19 equipos y este año se estarán instalando cerca de 70 equipos.
Aclaró que los equipos de última generación “ya están viniendo con este tipo de transmisión de información” y recordó que quizás el próximo año” todos aquellos productos que están bajo receta profesional tengan que ser aplicados por las personas o empresas que posean este tipo de equipos de monitoreo”.
Sobre la respuesta a estas actividades, indicó que “normalmente las personas que vienen son los aplicadores, gente dedicada a dar servicio a terceros, pero en el último tiempo estamos viendo muchas personas con sus hijos para capacitarse en el seguro de productos fitosanitarios”.
RESPUESTA A APICULTORES
Una de las mayores críticas hacia los aplicadores proviene de los apicultores, que han visto mermada su producción a causa de aplicaciones mal realizadas en zonas donde se encuentran sus colmenas. Hughes dijo que desde el MGAP “estamos dando señales claras que en el registro de productos fitosanitarios estamos dándole prioridad a este tema. A todos los productos nuevos que están saliendo se hace un análisis de riesgo para los polinizadores, y en ese análisis si el riesgo es aceptable el producto sale con distintas medidas de mitigación, y si el riesgo no es aceptable se prohíbe su uso en los cultivos atractivos (girasol, colza, soja)”.
Dijo que es intención del MGAP “poner en este programa de gestión y monitoreo, la ubicación de las colmenas para que pueda haber un contacto directo entre el apicultor y el aplicador, en donde éste último le pueda informar al apicultor el día que va a realizar la aplicación y se puedan tomar las medidas pertinentes y evitar un riesgo mayor”.
PRODUCTOS DE CONTRABANDO
Consultado si hay conocimiento sobre el ingreso de productos que lleguen desde el exterior sin autorización oficial, Alex Hughes explicó que “puede ser que estén entrando algunos productos, caso el Fipronil, que está prohibido en este país, y ahora también prohibido en Argentina, de formulaciones líquidas, que son las más tóxicas para las abejas. Pueden estar entrando por la frontera, aunque no me consta que esté entrando algún otro producto, ya que hemos estado atrás de este tipo de cosas, procurando evitar que suceda”.
