En estos últimos días nuevamente Paysandú ha sido noticia a nivel nacional. El INE (Instituto Nacional de Estadística) organismo oficial del Estado, ha dado detalles del desempleo en Uruguay, situando en el cuarto lugar a nuestro departamento por encima del promedio nacional, pero con un ingrediente más preocupante aún: Paysandú, es el departamento que más creció en el último trimestre pasando de un 7,2% a un 10,8%. Eso significa que pasamos de tener 4.100 personas desocupadas en abril a 6.100 personas actualmente.
Sin dudas que los efectos pospandemia son un factor significativo en el comportamiento de estos valores, pero también, es necesario analizar otros factores que nos permite deslumbrar una interpretación diferente a la realidad mediática que hoy nos quiere instalar el gobierno nacional y departamental.
No podemos dejar de analizar que ya en el año 2021 la economía nacional comenzó a recuperarse con un crecimiento anual del 4,4% y se estima para este año 2022 un crecimiento económico del 4,8%. Lo terminó de reafirmar el presidente de la ARU en su último discurso reconociendo que son años récord en la actividad agro-exportadora donde la carne bovina creció un 50%, el trigo un 60%, y la soja un 80% sumado a un informe del Banco Central donde registra que, en bancos nacionales e internacionales, los depósitos bancarios de los uruguayos, en estos dos últimos años, acumulan más de 9.000 millones de dólares. Seguramente no serán ni míos ni suyos, pero de algunos uruguayos son. Del otro lado de la vereda los trabajadores de la actividad privada han perdido entre un 5% y un 8% de su salario real y los empleados públicos un 6% con una promesa de recuperación salarial en el último periodo de este gobierno.
Otro elemento a considerar es la evolución del PBI y la masa salarial, teniendo en cuenta que esta última se compone por una aproximación de los ingresos totales percibidos por los trabajadores asalariados, su participación en el PBI muestra, en parte, cómo se distribuyen los ingresos. La caída de la masa salarial promedio en el 2021 fue cercana al 3% y se espera que en el 2022 sea de un 2%. El crecimiento del PBI con caída de masa salarial solo demuestra que hay una mayor concentración de la riqueza, por lo que entendemos que hoy nos enfrentamos a un aumento sostenido de la desigualdad y no tanto a una crisis económica.
Otro factor importante es la inflación, los trabajadores y los jubilados han perdido capacidad de compra en el mercado local por lo cual el consumo interno promedio cayó un 5%. En zonas de fronteras como la nuestra esto se ha incrementado aún más y hoy nos enfrentamos a un trasiego de mercaderías desde el vecino país debido a la diferencia cambiaria, pero sin olvidar que este gobierno en pandemia nos aumentó todos los meses el combustible, salvo en el mes del referéndum, nos aumentó las tarifas públicas y nos aumentó los impuestos elevando enormemente el costo de vida. Por lo tanto, la situación del empleo local no se debe a la diferencia cambiaria del vecino país, sino a las políticas económicas que el gobierno nacional viene aplicando a favor de los malla oro y en detrimento de la clase trabajadora, enfrentando en nuestra ciudad a trabajadores que intentan abaratar su canasta familiar mensual y trabajadores que pierden sus fuentes de empleo en el comercio local por falta de consumo.
Capítulo aparte para el intendente departamental, ausente total en esta compleja realidad de desempleo en Paysandú, dónde en el 2015 con un 6,1% de desocupación golpeaba los escritorios del parlamento para declarar a Paysandú en emergencia laboral, pero hoy con un 10,8% de desocupación es eufóricamente indiferente a la urgente necesidad de generar empleo a sanduceros y sanduceras, teniendo en las arcas de la intendencia más de 25 millones de dólares de un fidecomiso aprobado por la junta departamental de Paysandú en el período anterior, lo que le permite invertir en obras públicas que posibiliten el desarrollo del departamento, pero sobre todo, que genere mano de obra genuina con salarios dignos. Se ha declarado públicamente incompetente para atender la complejidad de esta situación local, no tiene postura política y no se hace responsable de articular con el gobierno nacional medidas claras y contundentes que atiendan el desempleo, el deterioro económico y social de Paysandú. Fernando Rodríguez, Edil departamental Frente Amplio
