Falleció Gustavo Poggio, uno de los dueño del relato sanducero

Nadie relataba como él. Y no solo porque cada voz es única, sino porque tenía un sello característico y una forma en hacer emocionar al que lo escuchara, así fuera el relato de un encuentro de bochas. Alberto Gustavo Poggio sabía transmitir de una forma especial lo que pasaba en ese juego; fuera adrenalina por un gol o un doble, sorpresa ante alguna jugada maestra, felicidad plena por la victoria o la más grande calentura ante alguna jugada no sancionada o fallo discutido, como fue la final de la Liga Uruguaya de 2003 entre el Paysandú BBC y Defensor Sporting cuando pensamos –quienes estábamos en la transmisión con él– que le iba a dar algo. Era franco y un excelente compañero que amaba el deporte. Tuvo momentos al aire que formaron parte de la vida de los sanduceros y tuvo otros anecdóticos que quedaron inmortalizados en medio de sus relatos.
Eso hacía de Gustavo Poggio único. Las vueltas de la vida lo llevaron a tener que pasar a cumplir otras tareas y llegó el momento de la televisión, primero con Panorámica Deportiva en Canal 3, digamos en su salsa.
Y luego, como en todos los medios ocurre, la reinvención de Gustavo formando parte de Telerrotativo y ya no sólo del deporte. Alejado durante la época de la COVID-19, le fue tomando el gustito a estar más en casa con su familia, con su esposa Brenda, sus gurises “el Emi” y “el Giuli” –como siempre los nombraba– y después sus nietas. Y volvió otra vez al medio, pero ya con ganas de disfrutar más de los suyos y la merecida jubilación.
Habiendo transcurrido un período de enfermedad, ayer en la tarde Gustavo Poggio nos dejó y el éter se enmudeció.
Y si bien vendrán nuevas generaciones al relato y al oído de los sanduceros, créanme que ya nada será igual. Que en paz descanse.
Antonella Arbelo