Argentina tiene más un centenar de especies declaradas sujetos de Derecho

La doctora María de las Victorias González Silvano, abogada especializada en Derecho Animal, docente a cargo de la materia en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y directora de la diplomatura en la Universidad Museo Social Argentino (UMSA) expuso durante el lanzamiento de la Comisión de Derecho de los Animales en el Colegio de Abogados del Uruguay (CAU).
Posteriormente, invitada por la oenegé “Trato ético Animal”, disertó –junto a otros profesionales de la región–, sobre la jurisprudencia actual en la materia.
En Argentina “es una lucha que viene desde hace más de treinta años y es mundial. Desde 2009 empiezan las primeras comisiones en colegios de abogados y comienzan a tener un lugar en los ámbitos de discusión como temas de la cotidianeidad”, dijo a EL TELEGRAFO.

Recordó que “primero fue en la ciudad de Buenos Aires, después continuó en las provincias y se generaron materias en Córdoba, en la Universidad del Sur, así como los institutos. Actualmente tenemos dos universidades con diplomaturas como la UADE o la UMSA. A nivel posgrado, la UBA tiene la materia Derecho Animal en su temática y después tiene cinco materias en grado, más un curso de posgrado”.

Explicó que “ha crecido el interés de los estudiantes en la temática porque Argentina tiene más de cien especies de animales declarados como sujetos de Derecho. Es decir, no solo perros y gatos sino elefantes, pumas, carayás (monos aulladores) y equinos. En la actualidad se siguen casos, sin contar los más conocidos como la orangután Sandra y la chimpancé Cecilia”.

La experta se refería a la interposición de un recurso de habeas corpus en favor de la orangután que vivía en el zoológico porteño, aduciendo privación ilegítima de la libertad y deterioro de su salud física y mental. Un recurso similar se presentó en favor de la chimpancé, alojada en el zoológico de Mendoza, y sobre las cuales se dictó sentencia para que sean destinadas a un santuario y declaradas como sujeto de Derecho.
González agregó que “los abogados nos metimos en las temáticas y nos dimos cuenta que hay que hacerlo con todos los animales, sin verlos como una especie distinta porque su primer derecho es a tener una vida digna”.

En otros países

En su exposición relató el desarrollo de la temática a nivel internacional. “En las universidades de Estados Unidos se dictan 116 cursos en Derecho Animal, no todos dentro de la carrera, sino en los ámbitos de extensión universitaria o de especialización. La Universidad de Barcelona tiene un máster en Derecho Animal que tiene más de 10 años. En Latinoamérica se dictan en Colombia y en Argentina, hay que agregar los cursos para los Colegios de Abogados de las provincias”.
Consultada sobre el accionar judicial y la aplicación de penas basadas en el Derecho Animal al constatarse maltrato o muerte, señaló que “los maltratadores en Argentina no van presos porque la pena es muy baja. Tenemos denuncias a nivel judicial y vías administrativas, como los problemas de consorcio. Por los animales de fauna silvestre tenemos las acciones por la vía civil. Es decir, se van por todas las vías y hay un campo de acción en la materia”.
La experta aclaró que “no todos los casos son maltrato. Por ejemplo, atropellar un perro por accidente. Eso va por daño civil y hay que repararlo. Tenemos un fallo de Cámara que condena a una veterinaria porque llevaron a bañar a un pastor alemán, al que dejaron demasiado tiempo en la secadora. Fueron siete años de juicio, porque el daño moral se puede percibir por un animalista como la pérdida de un afecto. Las familias han cambiado y también existe la familia multiespecie, con una relación de afecto y cuidado que, ante el caso de una pérdida, reclama la reparación”.
González Silvano destacó que “tampoco hay perros peligrosos, sino humanos irresponsables que crían mal. Entonces, hay que hacerse cargo así como también, siempre es posible reeducar”.

Tracción a sangre

La Tracción a Sangre (TAS) es un reclamo de largo tiempo en las plataformas de las oenegés. Los carros tirados por caballos en los cinturones de la ciudades y el concepto de animales de producción es un debate abierto en las comunidades.
“No hay animales de producción. Los animales no se dividen de producción o de compañía. Que se los use para la producción y los exploten es otra cosa, pero sin políticas de gobierno, es difícil. Las políticas de Estado son necesarias en estos temas y cuando hay animales maltratados, también hay una familia violenta. Nadie trabaja con un caballo porque quiera, sino porque es más barato. No recibe vacunas, casi no le dan comida y trabaja hasta que se muere. Después, buscan otro caballo. Es esclavitud al cien por ciento y eso no se puede avalar”, aclaró.

Reconoció que “tenemos mucho para avanzar. Pero si las sociedades lo piden, podemos avanzar más rápido porque el reclamo se hace a la clase política, y los políticos quieren ser reelectos. Si en vez de trabajar con el carro, se puede sustituir por motos u otros sistemas, tranquilamente van a implementar esos planes porque no son complicados”. Sin embargo, “la pregunta es adónde van a parar esos caballos para tener un retiro digno y que sean alimentados, vacunados, reciban atención veterinaria y que nadie los faene”.

Según González Silvano, “si a los vulnerables se les da la posibilidad de cambiar, lo van a aceptar. Todo parte de la educación y por eso, apuntamos a educar. Los animalistas son el primer paso para instalar la temática y que después hablen los gobiernos e instalen en las currículas educativas que desde muy chico se tenga respeto al otro, sin importar su especie”.