Avanza la remodelación de local que utiliza el Instituto Fortaleza

El local propiedad de la Coordinación de la Promoción Humana de Quebracho (CPH) fue cedido en comodato a la Asociación Civil Instituto Fortaleza y en él, desde hace un año esta institución desarrolla varias actividades inherentes a sus cometidos estatutarios. Ahora se realizan ahí importantes remodelaciones para adecuar el añejo edificio a las necesidades de quien los usufructuarán potenciando las posibilidades de servicio.

La presidenta del Instinto, Noelia Del Palacio, que a su vez se desempeña en la dirección de las actividades, informó a EL TELEGRAFO que “se firmó recientemente un comodato mediante el cual el CPH cedió al Instituto Fortaleza por 10 años, prorrogable automáticamente, el edificio de su propiedad en Calle 8 de enero. Así pudo suscribirse un convenio con el Ministerio de Trasportes y Obras Públicas por $2.200.000 e incluso, al asegurarse una cesión de por lo menos treinta años, un aporte especial de $2.000.000 del BPS. Cifras aproximadas por alguna variación del dólar”, aclaró. “Se destinará a reformar totalmente el local, no la estructura. Se comenzó por los techos que ya están prontos. Ahora se harán cielo rasos e instalación eléctrica que es muy vieja, que también se hará totalmente nueva. Se dividirá interiormente en seis aulas, dos oficinas, una de dirección y otra de coordinación. También se restaurará la parte de comedor y cocina y quedarán dos baños, uno para niños con discapacidad y otro para quienes no tengan problemas de capacidad motriz”.

Estimó que “la finalización de la obra sería en marzo de 2023, lo que permitiría que ya en abril se pueda comenzar a trabajar en todos los servicios que brinda el Instituto, con los técnicos, talleristas y los chiquilines”. Estos últimos, a quienes denominó “usuarios” son “niños con discapacidad y dificultades de aprendizaje. Es muy amplio el abanico que tenemos acá por ser la única institución en Quebracho y estamos obligados a atender todas las dificultades que se nos presentan. Por eso vamos a tener maestras de inicial, de jardín de primero y segundo y maestras para niños más grandes. También sicólogo, sicomotricista, fisioterapeuta, fonoaudiólogo en el área técnica, y también tendremos talleres de música que este año no hubo, arte y pintura, yoga, educación física, huerta y cocina”.

Puntualizó que “estuvimos los dos años anteriores trabajando, con la mayoría de estos técnicos y talleristas y cabe resaltar que todos lo hicieron en forma honoraria, cumpliendo con nosotros y gracias a ellos la institución siguió adelante”. Si bien en 2022 “se atendieron unos treinta usuarios, desde nenes chiquitos a personas de más de treinta años; ahora tenemos un índice de doscientas personas con discapacidades y necesidades que podremos atender. Esa atención será pagada por el BPS, asegurando así la subsistencia de nuestra institución”. Pero, “si algún padre quiere algún taller extra para el chiquilín, no puntualmente indicado por el diagnóstico médico, como huerta, cocina, música, ahí sí, si el padre quiere y puede, paga aparte para que acceda a ese taller”, finalizó Del Palacio.