Tanto en el campeón del mundo como en la sorpresa del Mundial, todo es calma. Francia y Marruecos se las verán mañana por las semifinales del Mundial, buscando el pasaje a la definición.
Ayer, por lo pronto, los galos entrenaron sin mayores inconvenientes, más allá de que el volante Aurélien Tchouaméni, por molestias en la parte posterior del muslo de la pierna izquierda, y el defensa Dayot Upamecano, con dolor de garganta, fueron las ausencias en el entrenamiento. Pero ninguno de los dos se perderá el partido ante los marroquíes.
Tanto Tchouaméni, que ha sido titular en los cinco partidos de Francia en Qatar 2022, como Upamecano, en cuatro, son indispensables para Didier Deschamps que, salvo contratiempo de última hora, podrá volver a colocarlos como titulares en un equipo que no tendría variantes. Kyllian Mbappé, Ousmane Dembélé, Raphael Varane y Theo Hernández, todos titulares en la victoria contra Inglaterra, no tocaron pelota y realizaron ejercicios de recuperación en el primer turno de entrenamientos.
En Marruecos, en tanto, tampoco hay demasiadas novedades. Quizás lo más importante para el combinado que hizo historia para el fútbol africano al clasificar a semifinales, es que prácticamente volverá a ser local, como le ha sucedido a lo largo de la Copa del Mundo, pero ahora con una hinchada más numerosa todavía.
Es que se anunció ayer que se pondrán a disposición nada menos que 30 vuelos desde Casablanca a Doha para presenciar el partido de las semifinales ante Francia, estimándose que serán unos 9 mil hinchas más que cantarán por los africanos.
