Comenzó la segunda etapa de la obra Piñera-Merinos-Morató, que en total demandará una inversión de 270 millones de pesos. El alcalde de Guichón confirmó a EL TELEGRAFO que este tramo tendrá un tratamiento vial diferente al de Guichón-Piñera, con una base de mayor resistencia para permitir una mayor durabilidad.
La primera etapa de esta obra de 39 kilómetros de extensión fue ensanchar la calzada a 7,20 metros.
Ahora se inició la segunda “que corresponde al reciclado de la base con cemento, trabajo que está en manos de la empresa Meliter, lo que determinará una significativa consistencia, que aumentará la vida útil de la ruta, una vez que esté concluida”. La tarea demandará entre tres y cuatro meses, tras lo cual se pasará a la tercera parte del trabajo, el tendido de bitumen. “Si bien la obra demanda una inversión realmente muy importante, la mayor que se haya hecho, es imprescindible por el tránsito que soporta que no se puede solucionar con bitumen sobre tierra o una base de tosca o un petreo similar. Este camino es la columna vertebral del Municipio de Guichón y del departamento de Paysandú”, agregó.
En el caso del camino Guichón Piñera, que ya exhibe deterioro, no se utilizó este novedoso procedimiento (en el departamento) de cemento sumado a la base ya existente. “Ese trabajo quedó además inconcluso porque no se colocó ni la señalética vertical ni la horizontal. Desde el municipio estamos tratando de completar la vertical, es decir la cartelería”, subrayó el Alcalde de Guichón.