Un paso difícil, con más para perder que para ganar

A seis años de la fundación del Movimiento Un Solo Uruguay (USU), en el marco de una convocatoria formulada recientemente en Montevideo por la Mesa Nacional de la organización, sus dirigentes reafirmaron la vigencia de los postulados que llevaron a la creación de este movimiento el 23 de enero de 2018, cuando los “autoconvocados” en Durazno, en aquel entonces durante la administración del expresidente Tabaré Vázquez, denunciaron las que denominaron “diez mochilas” para el sector, que todavía se mantienen vigentes.

El vocero del movimiento, Norberto Perey-ra, fue el encargado de dar a conocer una proclama en la que el USU convoca a que “respeten la Constitución, instalemos salarios de decoro y actúen honradamente, terminemos con la farsa de ser distintos entre ustedes, porque no lo son”, en tanto durante la serie de ponencias expuestas en la oportunidad, los representantes del campo allí reunidos insistieron en las críticas a los políticos y entienden que éstos llevan al endeudamiento de los uruguayos por su “inoperancia”.

Pereyra sostuvo entre otros aspectos que los alcaldes “en su mayoría están para tener más operadores, promotores de la actividad partidaria, parlamentos regionales, donde aumenta la capacidad de viajar, de disfrutar, de ser reyes en democracia, con viáticos, oficinas y autos oficiales”.
Además, Un Solo Uruguay pidió que se deje de comparar el déficit con el Producto Bruto Interno, y señaló que para los productores se debería tener en cuenta cuánto recauda el Estado, que es un 10 por ciento menos de lo que gasta, lo que lleva a “un permanente endeudamiento”.

“Les encanta complicar el vocabulario y los análisis, intentando desestimular el interés de los uruguayos por ver el problema en que nos están metiendo desde hace muchos años”, insiste la proclama, para agregar que los dirigentes políticos “no son celebridades, son ciudadanos que deberían entender que están a nuestro servicio, a la orden de mejorar nuestra calidad de vida, de imponernos menos y de brindarnos más”.

Esta crítica generalizada al sistema político implica asimismo que el sector siente que como en los anteriores gobiernos de izquierda, no se han contemplado los reclamos de los productores rurales, de las familias que residen en el campo, y consideran que dirigentes de todos los partidos siguen en las mismas prácticas que motivaron la formación del movimiento de los autoproclamados.

Precisamente al término de haberse leído la proclama, en rueda de prensa, Pereyra evaluó que Un Solo Uruguay sigue de cerca la reforma del sistema previsional que impulsa el gobierno, que comenzará a ser tratado en este mes de febrero por la Cámara de Representantes, sobre lo que señaló que están monitoreando la propuesta en estudio junto con el representante de los empresarios en el BPS, José Pereyra, quien integra el movimiento.

Sostuvo además que “el sistema político uruguayo es el que nos tiene presos de todo lo que está pasando en el país”, en tanto al ser consultado sobre la posibilidad de que USU se constituya en un partido político dijo que “por ahora” no se propone fundar un partido, aunque esta posibilidad se evalúa todos los días. Apuntó que esta posibilidad en el corto plazo está descartada, aunque naturalmente, se tiene en cuenta el antecedente de las elecciones de representantes en el Directorio del BPS, donde el USU obtuvo muy buena respuesta electoral.
Es que dentro del movimiento precisamente las opiniones están divididas al respecto, y todo indica que un paso de esta índole podría provocar un desmembramiento de un nucleamiento que por ahora tiene muchas cosas en común, pero por tratarse además de un sector de raíz agropecuaria, tiene estrechas vinculaciones principalmente con los partidos tradicionales y naturalmente con un Interior que, por regla general, se ha plantado frontalmente contra gobiernos que solo tienen en cuenta la realidad capitalina.

Es una decisión que tiene muchos pro y muchos contras, y porque más allá de las críticas bien fundadas contra la burocracia que involucra al sistema político, cuando se pone a todos en una misma bolsa, debe tenerse en cuenta que todo partido político debe nutrirse de muchas fuentes, de pensamientos, de corrientes de opinión, sectores e intereses no siempre coincidentes para poder realmente considerarse como tal a la hora de ponderar las decisiones que deben considerar al país como un todo.

Ello incluye aceptar diversidades y plantearse antinomias inevitables, las que suelen derivar en más división, expectativas y esperanzas que se van disipando a medida que el tiempo pasa y se encuentra con que gobernar no es tan fácil, que lo que se obtiene por un lado se logra directa o indirectamente sacándole a otro, a la vez que también hay que saber decir que no a alguien aunque tenga razón en su reclamo, porque deben primar el interés general y las prioridades.

No son estos los únicos elementos a evaluar, naturalmente, pero alcanza para sostener que el paso de formar un partido político debe ponderarse muy criteriosamente, porque aún integrando y siendo parte de un gobierno las respuestas que se han reclamado tantos años no se van a alcanzar como por arte de magia ni mucho menos.

La experiencia indica además que no se puede gobernar desde y para un sector, por más importante que éste sea, porque se pierde la conexión con el ciudadano común, con la diversidad de las problemáticas de una nación, porque deben ponderarse costos y beneficios en el marco del interés general, y todo indica que es más razonable el mantener sí canales para hacer llegar los reclamos y aspiraciones al sistema político, pese a todas sus imperfecciones y cabildeos, antes que “embarrarse” al adentrarse en un terreno en el que las buenas intenciones pueden traer más frustración que satisfacciones, a la hora de la verdad.