Es el mismo cielo, el mismo sol, la misma Luna que desde la eternidad cobijan y dan luz y vida al planeta. Testigos de logros, conquistas, actos heroicos, canallescas acciones, vida y muerte. En estos días de dolor e impotencia, en estos momentos en que la sociedad precisamente levanta la vista al cielo, sigue al sol hacia su ocaso, busca en la Luna la claridad que la mente necesita para comprender tanta barbarie, aun en tales circunstancias, el mundo sigue andando; “nada lo hará cambiar, seguirá el Sol brillando, y las olas en el mar”, al decir de la canción de Joe Dassin.
Y así, el verano continúa, en las playas, en los arroyos, en las actividades lúdicas e incluso en oficinas y comercios donde el único refugio seguro es el aire acondicionado. Iniciado febrero, el mes de caras pintadas, voces en coro y tambores a repique.
“Alas Multicolores” atiende a jóvenes y adultos con diferentes padecimientos mentales, en el marco de uno de los proyectos que sustituyeron a Aldeas de la Bondad. En grupo, siempre unidos, disfrutan de múltiples actividades. Por ejemplo, de un día de playa. Basta ver sus rostros para comprender cuánto se divierten.
Cuando lo que importa es divertirse, se necesitan pocas cosas. Una red, dos árboles, una pelota y un grupo de amigos. El verano hace el resto. Así disfrutan los integrantes del club de jóvenes Nuevo Camino.
En el renovado Parque París Londres, nombre que distinguió el lugar, en aquellos tiempos en que la majestuosa casa por departamentos de cuatro pisos –en pleno centro de la ciudad– brillaba, los sanduceros disfrutan del verano.
Tiziana Silva tiene 19 años y desde los 3 baila. Primero ballet clásico y luego jazz. Ha terminado el liceo –opción Artística claro está– y en la danza se ha dedicado al tango. En el Espacio Gobbi es la encargada de clases para adultos, integró “Heroica Tanguera” que tan bien nos representó en la última edición de Got Talent y hoy mismo participa en Durazno, con sus compañeros, de un festival. Con toda esa actividad, también tiene tiempo para descansar en la costa.
Aunque el cartel de la original hamaca dice “Atardeceres en La Heroica”, nada impide que los madrugadores, aquellos a quienes les gusta disfrutar las mañanas junto al río, se diviertan en ella. Y en derredor, probablemente, la familia. La arena y el río, sin dudas, un lugar muy familiar.
Uno de los clásicos del verano. La piscina del Golf Club Paysandú. Allí las familias se reúnen, en un ámbito controlado, con mucha sombra, un espacio ideal para pasar esas tardes donde todo lo que hay que hacer es descansar.
