Entre los artesanos argentinos que nos visitan esta Semana, se encuentra Andrea Paola Nelli, de San José del Rincón, un pueblito costero a menos de 20 kilómetros de la capital de la provincia de Santa Fe, que presenta en su stand de juegos y juguetes “cuatro líneas que desarrollé, diseñé y fabrico a partir del descarte de la industria maderera”. Refleja, a la vez, su “tránsito de vivencias de la infancia, cómo transcurrí yo siendo niña en otra época, cómo jugaba y conceptos también que tienen que ver con mi crianza y las llevo hoy adelante como valores y las transmito a los niños en forma de objetos, juguetes y juegos”, explicó a EL TELEGRAFO.
“Soy artista plástica, me formé en la Universidad de la Plata, desde ahí empecé a hacer una carrera de escenógrafa”, pero “hace 11 años dí un giro de carrera y de estilo de vida, porque toda esta producción la hago sola en mi taller, en el que que de a poco fui comprando herramientas, fui creciendo; todo esto lo inventé yo”, contó.
“La línea Árbol es un juguete de apego de acción a partir de los 3 años” y se trata de “un muñeco articulado”, con piezas elaboradas a partir de maderas blandas “que voy pegando y prensando, entonces en cada línea lo hace único e irrepetible; promueve el desarrollo afectivo y el desarrollo de la imaginación, porque la idea es que transporte su yo en este muñequito, que no tiene género, tampoco estereotipo, entonces es libre para crear historias”, explicó.
“La línea Vida es para niños desde los 5 años, y tiene que ver con el cuidado de las plantas; es un juego de aprendizaje porque es una macetita y los niños se llevan una plantita y aprenden a cuidarla a medida que transcurre el tiempo. Por eso es a partir de los 5 años, porque es cuando tienen conciencia de los días, de los horarios y también tienen conciencia de cuándo regarla, y así cuidarla”, indicó.
“La tercera línea se llama Formas, es un juego de construcción; son 8 piezas muy simples, tienen imanes y tornillos y con ellas pueden realizar un montón de formas, figuras, robotipos, y la idea es que estimulen la creatividad, el desarrollo motriz y el equilibrio”, subrayó.
“La última línea se llama Luz, que yo le tengo mucho aprecio, porque uno de los miedos que yo transcurrí en la infancia fue dormir con la luz apagada” y a través de este objeto se puede tener la luz encendida durante la noche, pero tiene “imanes y tornillos para que, además de ser un acompañamiento de noche, puedan jugar de día, por lo que también es una diversión”, señaló.
Andrea asiste a la Semana de la Cerveza por segunda vez y se muestra muy agradecida porque durante la primera visita que realizó a Paysandú, en 2022 “me dieron el primer premio de artesanía argentina, así que estoy muy contenta de volver, siento que es un abrazo que me dan los uruguayos”.
Se siente afortunada por pertenecer a un país en el que “sigue habiendo una tradición de fiestas con ferias artesanales donde hay una cantidad de artesanos y calidad, con una diversidad hermosa, con tradición, hay maestros, hay décadas y décadas de gente que transmite los saberes”, y trabajan en lo que para ella “son obras de arte, por lo que estoy muy orgullosa”, concluyó.
