El pasaje por Viña del Mar, “un antes y un después” para Mila

Mila, una de las jóvenes cantautoras presentes en el Anfiteatro.

Para la joven cantautora de pop y música urbana Mila Manes, conocida como Mila, haber participado este año en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar significó “un antes y un después”, reconoció en la conferencia de prensa que ofreció en ocasión de presentarse en el Anfiteatro del Río Uruguay, en esta 56ª Semana de la Cerveza.

“Creo que Viña es una experiencia única”, admitió, permitiéndole como artista “aprender a recorrer el escenario y a ganarte el monstruo, por así decirlo. El público es tremendo, me impresionó, de hecho lloré cuando llegué el primer día”, aseguró, rescatando también el ambiente de artistas con quienes “se formó un lindo grupo de colegas, que hoy en día son mis amigos”.

“El público de Viña me sorprendió porque me recibieron con muchísimo cariño también”, dijo, señalando que está “muy agradecida”, además que esa experiencia “te da confianza. Una vez que pisas el escenario de Viña, creo que después podes pisar cualquier escenario sin tanto miedo porque los nervios están siempre”.

Mila, con tan solo 24 años, inició su carrera musical en 2020 y en tan poco tiempo ya ha cobrado gran popularidad entre el público joven. Dirigiéndose a quienes recién comienzan su carrera, los alentó a “que confíen un poco más” en ellos mismos y dijo que “en esta industria hay muchas personas que tienen conocimiento y (de los) que uno tiene que aprender. Yo soy una persona que aprende mucho de los productores, de mi equipo de laburo que me acompañan constantemente, siempre recibo sus consejos”.

Más allá de eso, “creo que algo que tiene que tener el artista es la confianza en uno mismo porque hay ideas locas que nos surgen en nuestras cabezas y uno tiene que confiar en eso, es parte de brindar un algo distinto arriba del escenario y en cada canción”, reafirmó.

“Mi público es el que me inspiró a confiar un poco más en mí y en mis locuras”, dijo más adelante.

“Una afortunada”

“Me considero una afortunada, de poder estar viviendo lo que estoy viviendo, de poder trabajar de lo que amo –yo con la música estoy conectada de antes de nacer literalmente– y también de poder tener a mi lado gente que me acompaña y me dicen las cosas, si me estoy equivocando o si estoy haciendo las cosas bien, que me acompañan en lo bueno y en lo negativo. Es parte importante también del camino tener personas al lado que sean reales y poder compartir la energía del público arriba del escenario”, pues más allá de los nervios y ansiedad previos, “cuando estoy ahí es algo que es inexplicable”, concluyó.