Perro guía salvó la vida de joven uruguaya en Estados Unidos

La historia está contada en primera persona por una de las protagonistas, Milagros Costabel, cuya historia publicó EL TELEGRAFO el año pasado. Ella es una estudiante uruguaya en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvard. Milagros es ciega y desde el año pasado cuenta con la compañía y el apoyo de Indio, un perro guía uruguayo, entrenado en Fundappas, una escuela que funciona en Montevideo, que es el otro protagonista del relato.
“Cuando me dieron a Indio, imaginaba que me iba a ayudar a encontrar cosas en la calle, a caminar rápido y con más gracia, a preocuparme menos en el camino. Pero nunca pensé que me iba a salvar la vida”, comenzó Milagros su relato en un hilo de la red social Twitter.

“El otro día estábamos yendo al trabajo. Es una ruta súper mundana que hacemos varias veces a la semana, ya prácticamente sin pensar, porque apenas son 4 cuadras y poquito y realmente ya está en nuestra rutina como algo de todos los días”, explicó. “Íbamos a hacer el último cruce que, aunque complicado, no es muy peligroso porque tiene semáforo sonoro y suele haber gente yendo al mismo tiempo. Para que se hagan una idea, un perro guía no decide cuando cruzar, pero puede negarse a hacerlo si piensa que no es seguro”, prosiguió relatando la estudiante, que además trabaja en uno de los servicios de la misma universidad.

REACCIÓN

Los dos siguiente tuits refieren a la situación dramática que les tocó atravesar. “Cuando empezamos a cruzar teníamos el paso habilitado, y había gente caminando al mismo tiempo. De repente escucho gritos –de esos que te hacen sentir la desesperación y el terror– y los que cruzaban conmigo salieron corriendo cual estampida en todas direcciones. Yo no entendía que pasaba, porque la gente también gritaba en la vereda y todo fue tan rápido que no tuve tiempo de nada. Cuando intentaba entender, Indio dio la vuelta con una fuerza que nunca había sentido, me llevó al cordón en donde estábamos y se sentó en frente a mí”. A continuación reveló los detalles de la situación, originada en la imprudencia de un conductor, posiblemente en estado de ebriedad, que “había doblado, ignorando el semáforo y yendo directamente hacia las personas que estábamos cruzando. La policía pudo detenerlo después, pero alguien que nos vio me dijo que de Indio no haber hecho lo que hizo en ese segundo, mi historia sería otra”. Fue un gesto que, para Milagros, revela la fidelidad del animal. “La gente corría para salvarse y nadie se acercó para sacarme del peligro. Indio, que de todas las decisiones que podía haber tomado pensó por ambos y en lugar de salir corriendo para cualquier lugar me sacó de ahí y se aseguró que no me moviese. Nada le impedía a Indio cumplir con sus instintos y salir corriendo siguiendo a los demás, metiéndose en el caos y dejándome a mí. Pero no lo hizo. Y aún después de esa experiencia, me guió al trabajo como si hacerlo fuese lo mejor del mundo”.

ACOMPAÑAR

Toda una experiencia que seguramente, tiempo después se relata con aparente tranquilidad, pero es de esas situaciones que marcan a cualquier persona. “Hay muchos motivos por los que cuando tenga que elegir de nuevo, tendría perro una y otra vez, y este, hoy, es el más grande, porque me di cuenta que, para lo bueno y lo malo, no estoy sola. Les cuento esto porque fue algo que, además de hacerme pensar mucho en cómo la vida puede cambiarte en cuestión de segundos, también me hizo reflexionar sobre el papel de Indio en mi vida y en todo lo que he hecho y me ha pasado gracias a él”. La uruguaya agregó una última reflexión sobre el respaldo que necesitan las instituciones que se dedican al entrenamiento de estos perros. “La próxima vez que tengan que elegir una organización para apoyar, o que vean un perro guía en la calle y se pregunten si tocarlo o no, acuérdense que detrás de ese perro hay una dedicación increíble que (como en este caso) también puede salvar vidas”, publicó.