Piñón Fijo: “Se te aflojan las piernas cuando la gente te brinda tanto cariño”

Piñón Fijo, un personaje que divierte a toda la familia.

Arte Club y su Fábrica de Fantasías culminaron una semana de entretenimiento para toda la familia, con la invitación del popular payaso argentino Piñón Fijo, quien dio así un gran cierre, con un espectáculo de canciones, diversión y mucho humor.

Luego de una hora de presentación, en que sus exitosos temas fueron coreados por toda la familia, se despidió del escenario en compañía de los integrantes de Arte Club, con el conocido “Chu chu ua, chu chu ua”, aplausos y mucha algarabía, para instantes después acceder a tomarse selfies con sus pequeños –y algunos no tanto–, admiradores.

A los pocos minutos, Fabián Alberto Gómez atendió a los medios de prensa, conmovido aún por el cariño que continúa recibiendo en cada presentación para toda la familia. Es “muy emocionante ver al público y ver a todos riéndose por igual; lograr ese equilibrio muchas veces es complicado, pero los artistas callejeros sabemos un poco jugar con eso”, para poder “divertir a todos por igual”.

En sus 33 años de carrera, “hemos hecho mucho daño de generación en generación” bromea, para señalar luego que “las canciones antes que nada las hago para divertirme yo, con motivos que me dice el público, pero para mí hacer una canción es como cuando jugaba cuando era niño con mis juguetes, así que mucha felicidad de poder ser feliz haciendo lo que hago y brindándole felicidad a otro y que quede un poquito en el tiempo, en la memoria, es un premio espectacular”.

Comenzando en plazas y calles de ciudades de su país, cuando al fin llegó a esos grandes escenarios con los cuales soñaba, como el Luna Park, admitió que “lo que me salvó fue ese artista callejero, lo que me salva también en estas emociones tan fuertes. Si bien uno tiene experiencia pero se te aflojan las piernas cuando la gente te brinda tanto cariño, te emociona tanto que ahí uno tiene que apelar al profesionalismo y a las raíces, y siempre te salva el artista callejero”.

Rescató lo afortunado que es por ese cariño y también “recordar que uno es un privilegiado, un bendecido por poder transcurrir la vida en este mundo tan agresivo, muchas veces tan violento, y uno anda enfundado en un traje de payaso y recogiendo sonrisas y afectos”, por lo que no tiene derecho “a quejarse de nada”.

El trayecto de artista “es un aprendizaje constante; el que cree que se las sabe todas y cuelga la toalla, se murió un poco. El desafío es aprender cosas nuevas” y en ese sentido “soy muy inquieto en las nuevas tecnologías”, en conocer cómo funcionan las redes sociales, “y me gusta mucho el desafío de vivir aprendiendo y creo que está bueno eso”, entendió.

Reconoció que en este transitar “me han pasado cosas muy lindas, muy locas y cada una se transforma en anécdota”.