Aumentan las incautaciones de animales; autoridades reclaman mayor compromiso

El INBA realizan incautaciones y rescates de animales maltratados.

El Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) recibió en el primer trimestre de este año un promedio de 441 denuncias mensuales. De ese total, seis de cada 10 corresponden a tenencia irresponsable.

Este organismo, creado en la Ley de Urgente Consideración (LUC Nº19.889) comenzó a funcionar el 1º de enero de 2021 y desde entonces aumentan las denuncias. En el año 2021 recibió 330 y en 2022 fueron 340 que superaron, incluso, la cantidad de reclamos recibidos en la anterior Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba) en los años previos.

La tenencia irresponsable corresponde al 60% de las denuncias, seguida por mordeduras y ataques a personas, que en el primer trimestre de este año corresponde al 20% del total.

El organismo, que actúa de oficio cuando corresponde, recibe denuncias por ataques de animales de producción o situaciones en los criaderos de animales de compañía.

El INBA puede aplicar las sanciones establecidas en el artículo 22 de la LUC, que establece multas desde 1 a 500 Unidades Reajustables, incluso la confiscación o prohibición de tenencia de animales.

La directora ejecutiva del instituto, Marcela Delgado, informó que durante el año 2021 se incautaron 34 animales y en 2022 fueron 82, con un total de 241 rescatados. En los primeros tres meses de este año, se han rescatado más de 100 entre equinos, animales de compañía y exóticos.
El organismo tiene la potestad de confiscar animales sujetos a maltrato o crueldad de parte de sus tenedores, o cuando implica un riesgo de vida, peligro de su integridad física y bienestar.

CON OTRAS INSTITUCIONES

Las autoridades del INBA manifestaron su preocupación por el abordaje interinstitucional para llegar ante otro tipo de denuncias. Delgado ejemplificó que cuando fallece el responsable de un animal de compañía o resulta internado en un centro de salud, las instituciones pertinentes “toman contacto primero con el caso por motivos obvios, ingresan a la vivienda y pueden no percatarse que allí quedan animales, muchas veces no saben qué hacer al respecto, algunas veces nos informan y otras lo hacen los propios vecinos. Estamos preocupados por eso”.

Según la directora ejecutiva, “estamos percibiendo también un aumento de denuncias por síndrome de Diógenes (acumulación), las que trabajamos conjuntamente con intendencias o con la Policía”.

COMPROMISO

Ante los reclamos crecientes de la ciudadanía, la presidenta del directorio del INBA, Marcia del Campo, reflexionó en el “compromiso de todos los actores que integran el Consejo Directivo” para cumplir con los objetivos. Sus miembros representan a los ministerios de Ganadería, Interior y Salud Pública, el Congreso de Intendentes, Facultad de Veterinaria, la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay, Agremiaciones de productores rurales y Protectoras de animales.

Según Del Campo, es “fundamental” que cada intendencia cuente con un Departamento de Tenencia Responsable y Bienestar Animal dentro de su estructura para actuar en territorio y coordinar con el INBA a nivel nacional.

“En el caso de animales de compañía, hemos desarrollado convenios con las 19 intendencias para esterilización y chipeo, cuya obligatoriedad la establece el Programa Nacional de Control Reproductivo reglamentado por el Decreto 57/023. Pero el compromiso que se necesita para solucionar la problemática de la sobrepoblación canina y sus consecuencias negativas va mucho más allá de los convenios para castración y chipeo”, dijo Del Campo.

Agregó que “el compromiso de los gobiernos departamentales tiene que incluir la fiscalización y las sanciones en casos de tenencia irresponsable, como por ejemplo ante la presencia de animales en la vía pública. El animal en vía pública es generador de problemas de convivencia y también es un problema de salud pública. Además de reproducirse de forma descontrolada, provoca accidentes y mordeduras, puede provocar zoonosis y problemas de higiene en lugares públicos. Este es un claro ejemplo de las consecuencias negativas de la sobrepoblación canina y la tenencia irresponsable sobre la convivencia social y la salud pública y ahí todos los organismos nombrados, pero fundamentalmente los gobiernos departamentales, tienen un rol y una responsabilidad clave”.

La directiva reconoció, por otro lado, que “la mayoría de las intendencias ya cuentan con una normativa departamental al respecto que debería estar aplicándose, además de la nacional”.

COORDINACIÓN

Del Campo consideró que estos organismos deberían funcionar de forma coordinada en todo el país, con el liderazgo de las intendencias, el apoyo de los directores departamentales del MGAP en el área rural y del INBA a nivel nacional. “Si así fuera, ya estaríamos viendo mejores resultados. Con el real compromiso y acción de los gobiernos de cercanía y en territorio, es de la única forma que esta política pública puede dar resultado en el mediano plazo o que empiece a mostrar resultados”.

Las acciones deben estar acompañadas por campañas de sensibilización y educación en tenencia responsable de animales de compañía. “Hoy hablamos de animales de compañía porque la sobrepoblación canina tiene consecuencias muy graves sobre la convivencia y ha sido el tema de mayor atención pública. Pero el objetivo del INBA es el de asegurar estándares aceptables de bienestar de todos los animales, incluyendo a los animales de producción y entretenimiento y ese es también un gran desafío”.

COMO DENUNCIAR

El INBA no recibe denuncias telefónicas, sino que deben efectuarse mediante el formulario web o en la seccional de la zona. Una vez finalizado el ingreso de la denuncia, al denunciante le aparecerá un número con el que puede hacer el seguimiento de la misma, con la confidencialidad correspondiente. El asesoramiento y seguimiento de los casos se realiza por vía telefónica, así como también de forma presencial. Desde el momento que ingresa una denuncia al INBA, dependiendo de sus características se coordina con el Ministerio del Interior, la Intendencia Departamental –si existiera una Unidad de Bienestar Animal– u otros funcionarios del MGAP a nivel departamental.