La Terminal de Ómnibus de Retiro en Buenos Aires, a donde arriban las unidades procedentes de Uruguay y Entre Rios, así como de las diversas partes de Argentina, se convirtió ayer en un verdadero caos. Un grupo de alrededor de cincuenta personas bloqueó el ingreso a la estación, quemó neumáticos y desde las 18 no salieron ni entraron ómnibus.
Los jefes de boletería de Retiro fueron a hablar con los manifestantes, que se justificaron: “Desde ayer (martes) hay una chica de 14 años desa parecida. Quisimos hacer la denuncia en la Policía de la Ciudad y no nos la tomaron”.
Desde la fuerza porteña dijeron que “alguno miente, porque hay una investigación, por lo que la denuncia se tomó”. Agregaron que “un hombre denunció en la Comisaría Vecinal 1 A de la Policía de la Ciudad que su hija de 14 años se retiró el lunes de su domicilio de la Manzana 6 del Barrio 31 para ir a la escuela, de avenida Argentina y Letonia, pero no regresó. Se activó el protocolo de búsqueda”.
Desde las 18 el clima en la terminal se volvió complejo. “Hay cientos de personas que están varadas, esperando los micros que ni siquiera ingresaron a la terminal. No se ve un colectivo y tampoco hay miras de que se arregle. Entre el frío, la lluvia y el descontento, no sé en qué puede terminar esto”, graficó Laureano, un pasajero que debía estar viajando a San Antonio de Areco y llevaba más de una hora esperando.
Desde Celadi, Cámara Empresaria de Larga Distancia, Gustavo Gaona, su vocero, explicó que “hasta el momento hay afectados entre 80 y 90 micros, que son alrededor de 4.000 personas. Si este bloqueo persiste hasta la medianoche (de ayer), estaremos hablando de entre 200 y 250 unidades y de aproximadamente 10.000 damnificados”. Al cierre de esta edición, el bloqueo continuaba.
Según informaron desde Celadi, la mayoría de los servicios de Retiro “son salientes, es decir que parten desde la Ciudad de Buenos Aires hacia los más de 1.600 destinos. Si bien no son muchos los servicios que llegan a Retiro, hay bastante gente que, casi sin salida, baja en el medio de la calle, lo cual es una complejidad grande no sólo por la cuestión climática sino también por la oscuridad y la inseguridad”.
Pasadas las 20, ante la imposibilidad de embarcar a los colectivos, “las empresas empezaron a convocar por altoparlante a los pasajeros en la boletería y el chofer busca a esos pasajeros y los acompaña hasta el micro, que quedó estacionado en las calles internas de la Terminal –por donde ingresan los vehículos particulares– porque no puede acercarse a las dársenas”, según contó un pasajero.
Mientras, desde la Policía porteña insisten en que “se está trabajando” para destrabar el inconveniente. Respecto de la desaparición de la adolescente, “hubo un conflicto familiar que habría motivado que la chica se fuera de su casa por sus propios medios”.
