Conmemoraron Jura de la Constitución

“Hoy es una fecha de conmemoración, de homenaje, de agradecimiento de ese inmenso legado de nuestra historia como nación. Pero, al mismo tiempo, una instancia de reflexión, un momento de compromiso de todos y de reafirmación de cada uno de nosotros, de la vigencia por la aplicación plena de la misma, que no es otra cosa que por una convivencia en paz, por el apego a la ley y por una vida en el marco de un Estado de derecho”, dijo el fiscal de Tercer Turno Carlos Motta, quien en nombre del Poder Judicial tuvo a su cargo el discurso en el acto conmemorativo del centésimo nonagésimo tercer aniversario de la Jura de la Constitución de 1830.

El acto se desarrolló en plaza Constitución. El intendente Nicolás Olivera, aún convaleciente, se hizo presente, más allá que durante la mayor parte permaneció sentado. También estaban presentes el diputado Juan Carlos Moreno, las diputadas Nancy Núñez y Cecilia Bottino, el jefe de Policía comisario general (r) Eduar Alvez, el Of. S-1 del Batallón “Gral. Leandro Gómez” Cap. José A. Paredes, el prefecto de Puerto, teniente de Navío Luis Zinno, el secretario general de la Intendencia, Fermín Farinha, y el cónsul argentino, Nicolás Domingo.

La banda departamental José Debali brindó, previo al acto, un concierto con temas populares y luego interpretó los himnos Nacional y de Paysandú así como Marcha Mi Bandera. “La importancia de la Constitución de 1830 es que implicó el nacimiento de un Estado independiente, al final de un proceso de lucha por nuestra soberanía, que se inició con Artigas en 1811, con la Cruzada Libertadora de 1825, continuó con las mediaciones inglesas, con su final feliz de creación del Estado oriental y su primera Constitución”, agregó Motta, quien más adelante destacó: “Uruguay en las primeras décadas del siglo siguiente (Siglo XX) sentó las bases de nuestra sociedad. La mayoría de los historiadores dicen que la historia es pasado, presente y futuro. Y sin duda que el Juramento de 1830 marcó el final de un pasado de lucha por lograr una soberanía y una autonomía. Era la concreción de una provincia oriental autónoma que ahora pasaba a ser un Estado oriental”.

“NO ERA UNA CONSTITUCIÓN PERFECTA”

El fiscal de Tercer Turno Carlos Motta subrayó que la de 1830 “no era una Constitución perfecta, había aspectos negativos, criticables o cuestionables. El concepto mismo de ciudadanía, porque sostenía que era la asociación política de todos los ciudadanos, cuando la Constitución actual dice que es la asociación política de todos los habitantes de la República. Por lo tanto entonces parte de la población no era partícipe o quedaba excluida la vida política, especialmente para elegir o ser elegible”.

“Se pagaría un precio importante con las guerras posteriores, porque ignoró una parte de la realidad de la sociedad uruguaya. Pero obviamente los pioneros no podían contemplar todas las posibilidades y todos sabemos que en una asamblea, donde se debaten aspectos tan relevantes como la organización jurídica de un país, la disputa de poder siempre está presente, siempre hay un precio que pagar en la discusión. Entre ellos estaba la supresión de los cabildos. Qué paradoja, la Constitución desarrolla los actos principales frente al Cabildo de Montevideo y, sin embargo, suprime los cabildos, que eran el centro de vida cívico y social del Uruguay. Eso implicaría una limitación y se pagaría un precio por eso. Pero Uruguay recuperaría a través de las sucesivas reformas, los gobiernos departamentales que en ese entonces no estaban contemplados”, dijo más adelante.

Uruguay era por entonces “un país que había estado atravesado por guerras de independencia, con una organización interna muy limitada y una Constitución que en 1830 lo que procura es asentar la estabilidad, de hacer difícil su reforma y crear un Ejecutivo fuerte y centralizado. Se ha dicho que era una Constitución rígida, pero no rígida por las habilidades o sus normas, sino rígida en las limitaciones establecidas para su modificación. En esa rigidez lo que se buscaba era que era fuera una Constitución que durara y así ocurrió hasta 1918. Esta Constitución perduró y gobernó a todos los uruguayos, más allá de los vaivenes internos que tuvo la nación”.