COVID-19, tercera causa de muerte en 2021

Las enfermedades del sistema circulatorio fueron las principales causas de muerte en el año 2021, seguidas por el cáncer y en el tercer lugar se ubicó el COVID-19, desplazando a las enfermedades respiratorias. La información está contenida en un informe elaborado por la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, que en una primera sección describe la mortalidad en el año 2021 “por todas las causas y por las distintas patologías cardiovasculares”. En tanto el Coronavirus incrementó un 20% las defunciones provocadas por distintas patologías, respecto a años anteriores.

En la síntesis final, el informe indica que “el comportamiento de la mortalidad en Uruguay en el período 2005-2019 se mantuvo aproximadamente constante con un promedio de 960 defunciones cada 100.000 habitantes”, mientras que “en el año 2020 se registraron 2.169 defunciones menos respecto a 2019, lo que generó una disminución en la tasa de mortalidad” y durante el 2021 –año en que se dispararon los casos, antes de la llegada de las vacunas– “se registró un aumento de las defunciones con 8.530 más que el año 2020, aumentando la tasa de mortalidad a 1.160 defunciones cada 100.000 habitantes”.

En el año en que se centra el informe se registraron 41.168 defunciones en el Uruguay, según datos del Ministerio de Salud Pública, MSP. Las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte, con el 22,2% del total de las defunciones, 9.126 en total. En segundo término las enfermedades oncológicas fueron la causa en el 20,1% de los casos, es decir, en 8.274 muertes. Enseguida después aparecen las muertes causadas por el COVID-19, que fueron el 13,4%, es decir, 5.524. Quedaron relegadas las defunciones por otras enfermedades del sistema respiratorio, que fueron el 8,1%, 3.322 muertes, y las causas externas con el 5,7%, 2.359. No obstante aclara el informe que hay un 10,8% del total de defunciones que aparecen clasificadas con los códigos R00-R99, con “Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, no clasificados en otra parte”, en las que se engloban diversas causas de muerte “que constituyen entidades clínicas mal definidas y aportan poca información sobre la causa de muerte desde la perspectiva poblacional”.

De ese total de fallecimientos del año 2021, 20.842 fueron de personas de sexo masculino y 20.325 de sexo femenino. En ambos casos las enfermedades cardiovasculares fueron la primera causa de muerte, con 4.424 y 4.702 defunciones respectivamente. El detalle es que se registró entre los hombres un incremento de las muertes causadas por enfermedades cardiovasculares que relegó al segundo lugar al cáncer, que había ocupado el primer lugar en años anteriores.

En cuanto a la mortalidad según tramo etario, el estudio marca que en el tramo que va de 15 a 34 años, el primer lugar lo ocuparon las causas externas, y allí destacan los suicidios, responsables de más de una quinta parte del total de fallecimientos en ese rango etario (257, 21,8%), las muertes violentas (187, 15,9%) y los siniestros de tránsito (160, 13,6%). La segunda causa de muerte en este tramo etario fue el cáncer, pero con un carga de mortalidad menor (10,2%).

Años perdidos

Los años de vida perdidos, AVP, son un indicador que se utiliza para evaluar el impacto de distintas causas de muerte con respecto a la expectativa de vida (EV) de la población analizada. En este informe se calculó como la sumatoria de las diferencias entre la EV y la edad de la persona al morir. Para calcular este indicador de acuerdo al sexo, se toma la esperanza de vida al nacer, según datos del Instituto Nacional de Estadística, 74,73 años para el hombre y 81,24 años para la mujer, mientras que las muertes más allá de la edad de esperanza de vida, suman cero.
En el sexo femenino, los AVP por cáncer duplicaron a los AVP por enfermedades del sistema circulatorio (ECV); también los superan en el sexo masculino, aunque los valores son levemente superiores que los producidos por las ECV.

En cuanto a las muertes por COVID-19, explica el informe que “el análisis complementa la magnitud que tuvo como causa de muerte en el año 2021, dado que no solo fue la segunda causa en generar mayor AVP en ambos sexos, sino que cada fallecimiento por COVID-19 se asoció a una mayor cantidad de AVP que las ECV”.
También se presenta en el informe un detalle sobre el exceso de mortalidad cardiovascular, definido como “la diferencia neta entre el número de muertes registradas en el año 2021 y el número de muertes que cabría esperar basado en el comportamiento de la mortalidad en años anteriores”. En tal sentido indica que en el año 2021 se registraron 5.524 muertos por COVID-19, con una tasa de mortalidad de 156/100.000 habitantes. “Para cuantificar el incremento de la mortalidad global se tomó la tasa 2017-2019, que fue de 970/100.000 habitantes. La razón entre la tasa 2021 y esta última fue de 1,20. Esto representa un exceso de mortalidad del 20%. Se observaron en ese año dos períodos de aumento de mortalidad, uno coincidente con la ola por la variante P.6 de SARS-CoV-2 reportada en Uruguay, que se volvió predominante en el país entre enero y febrero de 2021, y un segundo período, de mayor mortalidad, coincidente con el ingreso de la variante P1.

Distribución y estacionalidad

En cuanto a la distribución geográfica de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, según departamento, se visualizó un aumento en los departamentos de Cerro Largo, Rivera, San José, Soriano y Tacuarembó. Respecto a la estacionalidad, el informe señala que se observó un comportamiento “mesetiforme de las ECV, siendo los meses de mayo a agosto los de mayor mortalidad”. Esto, indica, “podría deberse al aumento de la mortalidad cardiovascular vinculado al período de máxima mortalidad por COVID-19, seguido del aumento estacional de las ECV en los meses de menor temperatura”.
Agrega que en el año 2021 “se registraron más fallecimientos por ECV y enfermedades respiratorias”, respecto a 2020, con una diferencia estadísticamente significativa.