Escribe Danilo Arbilla; Discursos y parecidos

¿Cómo hubiera sido el discurso de Yamandú Orsi, o el de Carolina Cosse, en la cumbre de Iguazú? ¿Se los imaginan? ¿El intendente canario opacaría el brillo de Alberto Fernández? ¿Y la intendenta? Todo el escenario y los focos para ella. ¡Que se cuide Lula! Eso sí, alineados; en el marco de la “obediencia debida”.

Algo tendrían que decir sobre las democracias venezolana y cubana, empero. No lo podrían seguir esquivando. Son compañeros de ruta. Son izquierda, progresistas, populistas, del Foro de San Pablo, dicen ser defensores de los derechos humanos aunque efectivamente no lo hagan o que, en todo caso, solo lo hagan según si son o no compañeros/as. Socialismo del Siglo XXI.

Y aquí y ahora, ante la cruda realidad, en la interna, digamos: ¿qué discursos? ¿Cómo ubicarse? Elegir el discurso justo para las internas, pero que no asuste para las generales. Además, ¿cómo diferenciarse de los correligionarios de otros lados? Qué duda cabe, por ejemplo, que uno de los lados flacos para la campaña electoral del Frente Amplio es el espejo del kirchnerismo. O el contagio.

Difícil evitarlo: desde Cristina hasta Alberto, pasando por el propio Papa Francisco, han señalado a Mujica como numen inspirador. No es que éste haga gala o se vanaglorie de ello, pero calla, humildemente, y se presta para las fotos. Su propio pollo, el intendente Yamandú Orsi, ha sufrido algún traspiés. ¿Se acuerdan? Después están las señoras; la de acá y la de allá. Hay quienes dicen, con más malicia que humor, que Carolina Cosse es una especie de “caricatura de” o “una miniatura” de Cristina Kirchner. Ni una cosa ni la otra. No lo creo; que no se descuide Orsi.

Cada una tiene lo suyo. A veces, sí, da la sensación que Cosse trata de imitar a la argentina: con sus desbordes histriónicos y particularmente cuando se le quiebra la voz; insuperables ambas. Cualquier parecido puede que no sea una mera coincidencia. Ahora, cuidado con creer que la imagen del la intendenta capitalina puede ser afectada por los últimos acontecimientos en el vecino país en que la vicepresidenta tuvo que aflojar. Aquí Carolina no afloja; ni abajo del agua y menos ahora que hay poca y que ella misma se ha transformado en una experta hídrica y una especie de Juana de Arco del H2O.

Con todo el aparato y la línea marcada (transitoriamente) por el PCU, menos que menos. He ahí el gran dilema de Orsi. La ingeniera ya le pisa los talones. El discurso radical para las bases a él no le sale, no es creíble: no basta con caerle a Lacalle Pou. Además no lo hace bien. Hay frentistas que creen sin chistar: por ejemplo que el FA y el Pit Cnt son dos cosas diferentes, autónomas e independientes y que Lenin se vaya a plantar papas. Pero no son todos. Ni la mayoría, quizás. Y por otro lado, más importante aún, están los “independientes o flotantes”, que se supone son el fuerte de Orsi. ¿Cómo cuidarlos y no espantarlos con el discurso para las internas? En fin, lo dicho, todo un dilema.

La interna del Frente va a estar divertida, para seguir de cerca, pero sin acercarse mucho para que no te salpique la sangre. Y mientras, Manini Ríos trata de decidir cuál es el camino indicado, los colorados de encontrar el candidato (o convencerlo) y los blancos en sus escaramuzas. Que éstas no van a ser menores. Por ahora se está en la etapa de acumulación de broncas en silencio. Pero que las hay las hay y también pueden salpicar. Ya lo veremos. Danilo Arbilla