Europa y América Latina vuelven a celebrar cumbre 8 años después

Entre lunes y martes se desarrolla en Bruselas, Bélgica, la cumbre Unión Europea-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), una instancia a la que asistirá la mayoría de los jefes de estado de los países que los integran. Nuestro país estará representado por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el canciller Francisco Bustillo y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche.

La expectativa es mucha a ambos lados del océano luego de 8 años sin instancias de este tipo, lapso que se pretende no repetir, en tanto una de las prioridades que se definió es que estos encuentros se hagan más frecuentes, aseguró Paolo Berizzi, embajador de la Unión Europea en nuestro país, quien ofreció —de forma virtual— un informe a medios uruguayos sobre esta cumbre y qué se espera de ella, al menos desde la perspectiva europea.

PRIORIDADES

Justamente la primera de las prioridades es reforzar los lazos políticos, lo que implica, además de aumentar la frecuencia de las cumbres, tener un mecanismo de coordinación que hoy no existe. Otra de las prioridades es la definición de una agenda comercial común. “Si bien tenemos muchos acuerdos, estamos modernizando acuerdos bilaterales”, mencionó Berizzi y que hay dos o tres en vigor con países latinoamericanos, pese a que aún tienen algunas ratificaciones pendientes entre los estados europeos. En este punto hubo una alusión al tan esperado como postergado acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, del que si se espera algún avance, no es el cierre definitivo del acuerdo, a estar por las expresiones del embajador. “En la cumbre no se va a cerrar ningún acuerdo UE-Mercosur”, se buscará “reforzar los compromisos y expresar la voluntad de sacarlo adelante antes del fin de 2023”, por más que dejó abierta una mínima posibilidad de alguna “sorpresa”.

La tercera de las prioridades es la agenda de inversiones conocida como Global gateway. Una estrategia que la Unión Europea definió con sus agencias, con las empresas y con los estados miembros, a fin de aumentar las inversiones, tanto en el bloque como a escala global junto a los socios comerciales.

En esto se incluye “contribuir a satisfacer las necesidades de infraestructura en América Latina y el Caribe”. En este sentido Berizzi hizo especial énfasis en resaltar un diferencial de la inversión europea: “el respeto a las normas éticas internacionales”. Expresó que esta estrategia “tiene por objetivo el fomento de la cohesión social. Nuestras inversiones tienen que tener un impacto social fuerte”.

SEGURIDAD

Otro de los puntos claves de la cumbre será la seguridad ciudadana, y especial en los temas de narcotráfico y sus secuelas. “Es muy importante para Europa porque, a diferencia de otros temas, el narcotráfico termina creando un impacto muy importante en Europa. Pero no solo en Europa, sino también en la región, porque detrás del narcotráfico hay un crimen organizado que el narcotráfico mismo crea, una serie de crímenes menores que se desarrollan en nuestras ciudades latinoamericanas”, señaló Berizzi. “Lavado de dinero, contrabando, trata de seres humanos, son todos elementos relacionados que sobre todo involucran a Europa y América Latina” y señaló que “está muy bien comprobado que una colaboración más estrecha de los dos lados del Atlántico nos ha dado resultados positivos”.

Entre las prioridades el embajador también mencionó valores como la paz, la democracia y el estado de derecho, “que representan un ideal para la Unión Europea”. Destacó en este sentido que “Uruguay es un terreno muy fértil, que tiene la misma visión y valores que la Unión Europea”, aunque también señaló que estarán presentes allí estados “que no son propiamente campeones de la democracia y del estado de derecho, como Venezuela, como Nicaragua, como Cuba”.

Una última prioridad es trabajar una interrelación “más fuerte y más dinámica entre América Latina y la Unión Europea”, lo que implicaría un incremento en el intercambio cultural con, por ejemplo, becas estudiantiles, y recordó Berizzi que recientemente la Unión Europea fue invitado de honor a la Feria del Libro de Guadalajara, México, lo que valoró, “todo eso es lo que al final no hace sentir mucho más cerca”.

DINÁMICA

La cumbre reunirá a muchos jefes de estado de ambos continentes y se definió —dado que no sería viable que cada uno dispusiese de una oratoria de cinco minutos— que participen en grupos de trabajo por áreas temáticas en función de sus intereses. Pero en estas instancias, además, es frecuente que se lleven a cabo reuniones y encuentros bilaterales. De hecho, Lacalle Pou mantendrá una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Pero simultáneamente se desarrollarán también mesas de negocios (business front table) y mesas redondas temáticas (round tables), sobre temas entre los que se encuentran: Transición energética; Integración económica y oportunidades de crecimiento; Materia prima estratégica y la movilidad eléctrica; Transición digital y la conectividad del último kilómetro; Resiliencia de los sistemas de salud y Finanzas sostenibles en América Latina. En esta última la apertura estará a cargo de la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, para hablar de la experiencia uruguaya de un bono vinculado a resultados ambientales, junto al ministro de relaciones exteriores de Ecuador.

HIDRÓGENO

Se prevé además que se firme un memorándum de entendimiento entre Uruguay y la Unión Europea específico sobre Hidrógeno verde. Se trata de un documento de cinco páginas, que, a decir del embajador, “no es una promesa de matrimonio pero se acerca bastante a una promesa de matrimonio, en el sentido de que establece el criterio de compromisos bilaterales para hacer cosas de forma conjunta, de colaborar”. Señaló que saber de la existencia de este tipo de documentos son muy valorados por las empresas europeas a la hora de definir dónde invertir.

La estrategia Global Gateway “nació y se fortaleció en paralelo al debate en Europa sobre la reconstrucción pospandemia”, señaló Marcus Handke, el encargado del área de cooperación de la delegación de la Unión Europea en Uruguay. La intención fue que a la vista de la gran necesidad de inversión de la economía, que esta se hiciese “de una manera sostenible, de utilizar esa posibilidad para apoyar la transición verde y digital, y también atender los temas de desigualdad, que surgieron más con la pandemia”. Inversiones que se desarrollarían tanto en Europa como en los países socios europeos en el mundo. Se definieron para ello cinco sectores clave: Digital, Energía, Transporte, Sistemas de salud y Educación e investigación, en los que se realizarán inversiones alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, “todos compromisos que tenemos tanto del lado uruguayo como del lado europeo”.

En especial en Uruguay desde Europa se ve “sobre todo mucho potencial en el hidrógeno; tiene la ventaja de tener una mucha capacidad de generación de energía renovable, por lo que es realmente hidrógeno verde, que es muy importante. También tiene buena capacidad de transporte a través del puerto de Montevideo, con buen acceso a Europa y al mundo”.

Enfatizaron ambos, Handke y Berizzi, en que sería muy importante que el Parlamento de nuestro país ratifique el acuerdo ya firmado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que esta entidad crediticia multilateral pueda ofrecer los créditos que se necesitan para concretar las inversiones, por ejemplo, en el hidrógeno verde. El acuerdo debe ser enviado desde el Ministerio de Economía al Poder Legislativo para su aprobación. Al respecto se esperan novedades en esta cumbre, dado que está en la agenda del presidente una reunión con el presidente del BEI, Werner Hoyer.

MIL MILLONES

En la cumbre se esperan estén representados 60 países, los 27 de la Unión Europea y los 33 adheridos al Celac, que en conjunto suman unos mil millones de personas. El intercambio comercial entre ambas fue de 140.000 millones de euros el año pasado. América Latina y el Caribe fueron destino del 6% de las exportaciones europeas, y este intercambio ha venido en crecimiento en los últimos 10 años. Pero, a decir del embajador, son más impresionantes los números de las inversiones. “La inversión directa de empresas europeas en América Latina y el Caribe, al final de 2021, fue de 693.000 millones de dólares. La cifra es similar al volumen de la inversión directa de la Unión Europea en China, India, Japón y Rusia. Eso nos sorprende siempre, nos sabíamos que estábamos invirtiendo tanto en América Latina y el Caribe”, señaló.