Datos primarios del Instituto Nacional de Carnes (INAC), para la faena ovina desde julio 2022 a junio de 2023, establecen que se faenaron 1.486.194 cabezas de ovinos, lo que representa un aumento del 11% respecto al periodo anterior. Este incremento está explicado por un incremento en todas las categorías, salvo en los capones.
A pesar del aumento del 12% en la faena de corderos y del 30% de los borregos, el dato preocupante es el aumento de un 18% en el envíode ovejas a la industria. En esta categoría en particular se faenaron 447.669 cabezas.
Al mismo tiempo varios productores señalan que “aparte de lo que fue la sequía, algunos vemos un cambio en la orientación y una liquidación de la majada”. Situación que se observa principalmente en el caso de las aquellas razas donde la colocación de la lana se encuentra con dificultades y que en algunos casos los números indican que no pagan la esquila.
Alfredo Fros, el presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), dijo al programa La Hora del Campo que la institución se ha planteado posibles escenarios respecto al stock, que dependen básicamente de la señalada de corderos que han logrado tener los productores en el ejercicio.
De acuerdo a un trabajo elaborado por el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola y el doctor Sergio Fierro, sobre los indicadores reproductivos de la majada, es posible llegar al 80%-85% de señalada a campo natural. Sin embargo el mismo trabajo indica que el promedio de señalada se posiciona entre 65% y 70%.
Si tenemos en cuenta estos indicadores y que el año ha sido favorable para el ovino, Fros indicó que con un 76% de señalada, los datos de la Declaración Jurada de Dicose mostrarían un stock ovino sobre los 6.000.000 de cabezas. Sin embargo, si la señalada se ubicara en el 70%, debería caer de esa cifra y situarse en el eje de 5.800.000 cabezas ovinas.
En las últimas semanas, la doctora Antonella Riani, analista de mercados del SUL, realizó una presentación a la Asociación Rural del Uruguay, en primer lugar, y luego a la directiva de la Federación Rural, donde se dio a conocer un estudio sobre la admisión temporaria de lana de otros países, en un periodo de tres años. Este estudio busca evaluar las posibles implicaciones y el impacto que esta práctica podría tener en el mercado lanero uruguayo.
Según el doctor Eduardo Texeira, vicepresidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), “es un estudio que se ha realizado frente a la admisión temporaria de lana de otros países. Todo esto tiene claves para modificar y seguramente van a surgir algunas preguntas y solicitudes para que este estudio pueda tener alguna connotación en el mercado”. El SUL se encuentra trabajando para analizar detalladamente las implicaciones de esta práctica y buscar posibles soluciones que protejan los intereses de los productores locales y la industria ovina en su conjunto.
A pesar de las consultas para acceder a las conclusiones del trabajo, se ha informado que el mismo fue a solicitud de las gremiales (ARU y FR) y debido a su contenido del punto de vista comercial, se mantiene reservado a nivel de la institución.
