Anoche se jugó el partido pendiente de la 11ª fecha del Apertura de Primera División. Litoral recibió a Nuevo Paysandú en el Rivabén, en un encuentro que terminó 0 a 0 y tuvo poco para mostrar en cuanto a emociones.
El decano llegaba sabiendo que con una victoria podía estirar su ventaja en el Apertura, torneo donde aún debe dos partidos para ponerse al día.
El “Nuevo” pelea en la parte baja de las posiciones y fue a hacer su juego: intentar cerrarse de la mejor manera posible en defensa para asegurar el cero en el arco.
La estrategia de Vallejo funcionó, no sin despertar polémica, pues el partido permaneció cortado durante demasiado tiempo producto de las constantes demoras que, en varias ocasiones, eran producto de la propia voluntad del equipo visitante.
Vale mencionar que Litoral no tuvo una buena noche, no todo es culpa de quien demora el juego. Silvera rotó el plantel en algunas posiciones, pero el equipo no tuvo un buen funcionamiento, y más allá de alguna chance concreta, como un remate de primera por parte de Guiyama en el primer tiempo, o un tiro desde larga distancia de Juan Silvera en el segundo, el arco de Jonathan Franco no vio gran peligro.
Poco para contar de este empate a cero; la visita hizo su negocio y se llevó un punto de oro ante el que probablemente sea el rival más difícil al que pueda enfrentar en el campeonato.
El campeón quizás acusó cansancio por la doble actividad, pero sigue arriba y con partidos pendientes.
