Muere abatido por la Policía el sospechoso del tiroteo de Georgia

Washington, 16 (EFE)
El supuesto autor del tiroteo de una localidad del estado de Georgia en el que el sábado fueron asesinadas cuatro personas, murió este domingo abatido por las fuerzas de seguridad en un intercambio de disparos en el que dos agentes resultaron heridos.

La Policía de Hampton, el suburbio de Atlanta en el que se produjeron los hechos, confirmó la muerte del sospechoso en una conferencia de prensa.
“El monstruo está muerto”, dijo el sheriff del condado de Henry, Reginald Scandrett, quien explicó que la búsqueda del sospechoso culminó en el cercano condado de Clayton, donde fue localizado, y con su enfrentamiento con agentes de las fuerzas del orden, entre Policía del condado, estatal y otros cuerpos.

El sospechoso, Andre Lloyd Longmore, de 40 años, estaba siendo buscado desde el sábado tras matar a cuatro personas, tres hombres y una mujer, todos ellos adultos, y darse después a la fuga.

En el intercambio de tiros con las fuerzas del orden, el sospechoso hirió a dos agentes antes de ser abatido. Por el momento no se ha informado sobre los posibles móviles del tiroteo y se desconoce igualmente si tenía antecedentes policiales y relación con alguna de las víctimas.
En la investigación se llegaron a ofrecer 10.000 dólares de recompensa a toda aquella persona que ofreciera datos que condujeran a su arresto o eventual imputación del sospechoso.

Las primeras conclusiones de esas pesquisas apuntan que hubo cuatro escenarios del crimen distintos pero cercanos entre sí.

En lo que va de año, según The Gun Violence Archive, que documenta los actos de violencia con armas de fuego en el país, ha habido en Estados Unidos 380 tiroteos masivos, un término que incluye un mínimo de cuatro personas heridas o fallecidas, sin contar al agresor.

Este mismo jueves el jurado popular determinó que el hombre que asesinó a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania) en 2018 es elegible para la pena de muerte, aunque la condena definitiva será fijada en las próximas semanas.

El mismo jurado declaró el pasado junio culpable a Robert Bowers de los 63 cargos que se le imputaban, incluido el delito de odio, que en Pensilvania puede conllevar la pena de muerte.