El primer día de Nicolás Olivera tras finalizar su licencia médica, se caracterizó por recorridas por la ciudad y encuentros con personas y parte de su equipo en lo que él mismo definió como “oficina móvil”, desde todo lo hizo a bordo del vehículo 001, dado que aún no puede movilizarse.
“Estuve en calle Zorrilla de San Martín, en la zona donde se está terminando de construir los nuevos puestos que servirán en esta etapa a los puesteros ambulantes que hoy están en la vereda del Corralón y que deben trasladarse para que pueda comenzar la obra del campus universitario de la UdelaR”.
“En mi oficina móvil, por así decirlo, me reuní en ese lugar con Héctor Acland, que está de director general de Obras (es el director de Alumbrado Público y suple las licencias de Horacio Mársico), con Juan Turbán para conocer lo último de la mudanza de nuestras instalaciones desde el Corralón. En el mismo lugar también mantuve una reunión con el director de Tránsito (Braulio Álvarez), porque en el lugar donde se trasladarán los puestos de venta se aplicará una restricción de estacionamiento, para poder preparar el traslado”, contó el intendente.
Posteriormente se dirigió al Palacio Municipal, pero al lugar donde habitualmente se estaciona su vehículo oficial. Allí “estuvimos conversando sobre algunos asuntos con Fermín Farinha y con Diego Belvisi, proyectos en los cuales se está trabajando, para conocer los avances. Después me fui a recorrer algunos barrios. Estuve en la obra del barrio Chaplin, en el barrio Río Uruguay”. “Me quedó bastante por recorrer, pero continuaré en los próximos días. Mientras iba en el auto, obviamente que hice y recibí muchas llamadas telefónicas, resolviendo otras cuestiones. Siempre estuve en el vehículo, porque no me podía bajar”, resaltó.
