Solicitada: Defendemos la vida

Ante las voces de los productores en demanda de soluciones frente a los ataques de jaurías, desde la Fundación Cero Callejero necesitamos decir que nos apenan enormemente las ovejas, nos apenan los animales abandonados y descuidados de las periferias de las ciudades y del campo. Todo ello y la falta de empatía nos motivó a crear una Fundación para trabajar en solucionar este gran problema país. ¡Nos importan las vidas!

Desde la época de la Independencia de nuestro país, se emitieron decretos que mandaban matar a los perros cimarrones; luego apareció la perrera y hasta hace poco, las intendencias y muchos privados han matado a cuanto perro pudieron (algunos privados lo siguen haciendo). Sin embargo, hoy el país tiene 8 animales cada 10 personas. ¡No aprendimos nada!

Es claro que el problema no se soluciona matando y cualquier otra solución requiere de recursos humanos, económicos y tiempo.

El tiempo, ¿de quién depende el tiempo? ¿Cuándo vamos a aceptar o a asumir, que el perro que mata las ovejas, generalmente, es del vecino de los periurbanos de las ciudades (muchos de los cuales son enseñados y usados para cazar)? ¿Qué más quieren o esperan que hagan las protectoras de animales? Si no es castrar, albergar, rescatar…

Estamos de acuerdo con el productor que dijo: “las soluciones vienen arriba de una tortuga renga, precisamos que la tortuga vuele de una buena vez”.
¡Es verdad! ¡Estamos de acuerdo! Nosotros y las protectoras, estamos trabajando incansablemente para ello. Nos sale 1.500 pesos mantener un animal por mes, estamos pagando las castraciones de los animales de la calle. Estamos poniendo trabajo, gestión, recursos sin fines de lucro. ¡También estamos desesperados porque se avance con las castraciones, con el chipeo y con la construcción de albergues!

Necesitamos imperiosamente que la ley se aplique. Es ahí donde debemos presionar. Que el INBA funcione, que le den recursos y que se tome el tema en serio en las intendencias.

¡Rescatamos 10 y levantamos 20 o 40 cachorros en cajitas! Y eso ocurre porque no se sanciona y no se aplica la ley.

En todos estos años, quienes han trabajado incansablemente y con recursos propios han sido las oenegés y personas comprometidas con el bienestar animal. Lejos de ser “las enemigas” de los productores, han sido las que han batallado incansablemente para dar hogar al abandonado y castrar, castrar y castrar para frenar el crecimiento. No son los perros de los refugios los que salen a matar. Sin embargo, estamos en 2023 y seguimos con la misma perinola… ¡Las oenegés vs los productores! Algo está mal, si no cambiamos, nada va a cambiar.

Señores, el “ritmo uruguayo” lo ponemos todos nosotros, las jornadas de castraciones están en todo el país, ¿cuántos ya castraron y chipearon? Creo que todos vamos “despacito por las piedras a ver si zafo”. Tenemos que hacer cada uno lo que hay que hacer y exigir a nuestros representantes que pongan el tema en su agenda y no lo sigan ninguneando.

“Pérdidas directas y proyectadas de producción y daños anímicos que solo quien los padece puede cuantificar”, ¡Si lo entenderemos! Pasamos años remando y remando poniendo recursos en un barril sin fondo y siendo los indeseables, sin ayuda y sin poder avanzar porque las personas no aceptan que debemos trabajar juntos.

Qué diferente sería todo si se detuviera el crecimiento y hubiera tenencia responsable. Si los animales estuvieran castrados, identificados y en sus hogares. Qué diferente sería todo si hoy pudiéramos trabajar juntos para solucionar el problema en lugar de buscar ganar la pulseada para salir a matar. La muerte de la oveja no se arregla con la muerte del perro. Este es un problema de las personas.

¿Cuándo vamos a comprender que aquí ha habido una larga ausencia de políticas públicas con objetivos claros? Hoy existe un plan con objetivos posibles, ¡pero todos quieren cosechar sin haber plantado! Y es eso lo que ha dejado renga a la tortuga.

Estamos en un momento histórico que no podemos desaprovechar. Podemos hacerlo más rápido si nos ponemos de acuerdo.
No queremos que el país pierda productores de ovejas y que pierda protectoras y personas preocupadas por los animales. No avanzar es desmoralizante y doloroso para todos.

Hay que sancionar la tenencia irresponsable. Hay que sancionar al que no castra y abandona en una cajita en el campo ajeno. Hay que sancionar para financiar y ayudar a que este proyecto sea realidad. Necesitamos albergar animales que no tienen dueño, esos ya no dañarán la producción.

Hemos creado una Fundación sin fines de lucro para ayudar a solucionar el problema. Seguimos trabajando sin descanso porque creemos que es posible. Pero el cambio no va a venir rápido si solo esperan que lo haga el otro. Hay que invertir en la solución, ser parte, involucrarse. ¿Cómo?
Castrá, identificá, adoptá, educá y si podés, colaborá para que podamos construir y sostener albergues. Nosotros nos encargamos del resto.

Estamos dando un servicio a la sociedad. Nos estamos ofreciendo a ayudar, estamos dedicando nuestro tiempo, nuestro trabajo de 365 días. No somos el enemigo, solo defendemos la vida. Trabajemos juntos por un país cero callejero.

Mg. Arq. Astrid Sánchez Rossel, Presidenta de la Fundación Cero Callejero