Hoy cierra el plazo para participar en la consulta pública que lleva adelante el Ministerio de Ambiente, abierta a todas las personas que deseen aportar a la construcción de la Estrategia Nacional de Prevención y Reducción de las Pérdidas y Desperdicio de Alimentos (PDA).
Se entiende por pérdida y desperdicio de alimentos a la reducción de la cantidad o la calidad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro alimentario. Mientras que las pérdidas se producen al inicio de la cadena, desde la producción y la cosecha de vegetales, el sacrificio o la captura de animales hasta el nivel minorista, sin incluirlo; el desperdicio se produce en el nivel de la venta al por menor y el consumo, tanto doméstico como de servicios gastronómicos públicos o privados, es decir, en los últimos eslabones de la cadena alimentaria.
La PDA es una herramienta de planificación para prevenir, reducir y mejorar la gestión de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos en nuestro país, que contempla un abordaje integral de la problemática y sus implicaciones sociales, ambientales y económicas, con un alcance temporal hasta el año 2032, con metas intermedias a 2024 y 2027, y una visión país al 2050, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuando se pretende completar la transición hacia sistemas alimentarios circulares, sostenibles, resilientes y solidarios.
La estrategia busca informar y concientizar a la población, haciendo énfasis en la dimensión educativa y cultural, y plantea la importancia del involucramiento social para el cambio de comportamientos. Quienes deseen participar de la consulta pública pueden hacerlo desde la página del Ministerio de Ambiente: gub.uy/ministerio-ambiente.
CUÁNTO Y POR QUÉ
Tomando como base el año 2019, el 17% de la producción mundial de alimentos se desperdicia en los eslabones correspondientes a la venta al por menor y al consumo, tanto por parte de los consumidores domésticos, como de los servicios de alimentación sociales (instalados en hospitales, comedores del sector educativo, instituciones públicas, hogares infantiles, establecimientos para personas privadas de libertad, etcetera.) y comerciales (restaurantes, cafeterías, hoteles, rotiserías, entre otros). Esto equivale a 931 millones de toneladas de alimentos desperdiciados a escala global.
Se estima que 61% del desperdicio se produce en los hogares, mientras que a los servicios de alimentación y el comercio minorista corresponde el 26% y el 13% del desperdicio total, respectivamente. El desperdicio promedio de alimentos en los hogares se situaría en promedio en 74 kg por habitante por año.
