El Departamento de Asesoramiento Técnico (DAT) de la mesa departamental de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam) brinda información y formularios para la conformación de nuevos grupos cooperativistas en su sede de 25 de Mayo 979 casi Treinta y Tres Orientales, los sábados de 16 a 17.30 horas o los martes a las 20, en reunión de secretariado.
“Hemos visto la formación de muchas cooperativas que después se disuelven por falta de información o la urgencia por tener una vivienda. Las dudas generalmente pasan por los ingresos, si tiene que tener un núcleo familiar o si tiene derecho por tratarse de una persona sola. Son dudas que despejamos para su formación como cooperativista y posteriormente se integren a la cooperativa para salir a buscar una cartera de tierras”, dijo Gabriel Grampín, integrante del DAT.
Las diversas situaciones laborales y familiares no son impedimento para ingresar a un grupo cooperativo, tanto si reciben ingresos formales o si son trabajadores informales. “Hacen una declaración jurada de ingresos que da la Agencia Nacional de Viviendas y es un trámite de valor jurídico. Además, la ley de subsidio ampara a los cooperativistas que se queden sin trabajo y cada persona pagará la cuota social de la cooperativa, es decir aquella que cubre los gastos comunes”, agregó.
En sus comienzos las cooperativas fueron pensadas para las familias bajo estructuras convencionales. “Hoy en día, con las distintas realidades sociales, hay familias monoparentales o jóvenes que desean independizarse”, dijo el dirigente a EL TELEGRAFO.
CUPOS LIBRES
En Paysandú hay unas 15 cooperativas afiliadas a Fucvam que cuentan con cupos libres. “Algunas de reciente inauguración así como otras de mayor antigüedad. Según la cantidad de años, es el ingreso que necesita el interesado para pasar a ocupar esa vivienda libre. Pero hay financiación porque en algunos casos se hace difícil juntar la totalidad del dinero necesario”.
Sin embargo, enfatizó en la necesidad de las jornadas de capacitación, en tanto “todos deberán tener claro que vivirán bajo un reglamento de convivencia, votado por los propios cooperativistas en las asambleas. Por eso, son necesarios todos los años de formación en talleres y jornadas solidarias”.
En la última asamblea nacional de Fucvam efectuada en Montevideo, “Paysandú propuso que, ante los casos de cupos libres de las cooperativas con mayor cantidad de años de construidas y con dificultades para ingresar nuevos socios, el Estado se haga cargo de ese ingreso y lo financie a 25 años al socio. Es decir, el socio ingresa con una cuota de la casa más una sobre cuota por ese ingreso que debe hacer”.
Incluso, los socios que se marcharon de una cooperativa “y deben recibir su dinero. Es el 50% el primer año y 50% al año siguiente y las cooperativas a veces no tienen ese dinero. Es un planteo que requiere estudio, pero es la idea de buscar una solución a los trabajadores que tienen un dinero disponible para ingresar a una cooperativa habitada y para quienes no tienen esos recursos”.
PROPIEDAD COLECTIVA
Una de las preguntas más comunes refiere a la propiedad de cada casa en el núcleo cooperativo. “Somos usuarios de la viviendas. Tenemos uso y goce garantizado y la propiedad es colectiva.
Este último aspecto implica una protección para el usuario porque la cooperativa es dueña de cada vivienda y no es posible que le quiten la casa a una persona que atraviesa un juicio, por ejemplo. Por otro lado, es un bien heredable a los hijos cuando fallecen los titulares.
Es un sistema que protege al socio”, destacó.