Unas 30 personas llevan adelante el tratamiento de su consumo problemático de sustancias en el Hogar Bethania, de las cuales la mayoría son derivaciones del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), en el marco de la segunda etapa del Programa para Personas en Situación de Calle, a cargo de Gabriel Cunha y la directora nacional de Protección Social, María Fernanda Auersperg.
“Es un sistema mejorado, porque ya se dio un abordaje de techo y comida. A esto se suman las situaciones que hemos resuelto de 24 horas en pensionados de mujeres u otras personas que lo ameriten. Por ejemplo, cuando consiguen trabajo para emanciparse y salir de la situación de calle”, dijo el director adjunto del Mides, Alejandro Colacce.
Explicó que “había que continuar con un segundo paso porque con techo y comida no solucionamos el problema que tiene el 91% de las personas en situación de calle, según el último censo del Mides. Hay dos centros de atención en Montevideo, uno en Artigas y uno en Paysandú, que se ampliará a otra comunidad que realiza un plan piloto”.
En el Hogar Bethania, “hay alojadas unas 30 personas y los cupos del Mides son derivados por los técnicos que trabajan en el refugio y con personas en situación de calle”; dijo a EL TELEGRAFO.
Sin embargo, aclaró que “estos espacios no están habilitados para derivaciones comunes, sino solo para personas en situación de calle que, luego de un estudio técnico, evalúan si ingresan o no al sistema”.
De otros departamentos
Colacce señaló que “si la situación de adicciones de una persona de Paysandú se da en este departamento, no es buena referencia que permanezca acá, donde se produce el problema. Por eso, son enviados a Montevideo o Artigas y lo mismo pasa si son oriundos de aquellos departamentos y se derivan a Paysandú”.
En los días de mayor atención en el refugio del Mides, pernoctaron 63 personas. “Para tener una idea, de ese total de asistidos, solo el 10% son residentes en Paysandú. El resto, son de otros departamentos que están en situación de calle. Y esto ocurre porque dentro del transitorio, también tenemos a liberados del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) que quedan en calle porque no cuentan con lazos familiares”.
El Hogar Bethania, “interna de 9 meses a un año, pero van por determinación propia. No podemos obligar a las personas a un tratamiento compulsivo. En la chacra tienen un sistema de trabajo, asistencia médica y seguimiento con técnicos del Mides y un equipo de la Oficina Territorial, donde abordamos varios puntos”.
El primer punto aborda la realización de talleres de huerta para autoconsumo y de oficios. El segundo abre la posibilidad de recibir apoyo en semillas a través de la oficina de Desarrollo Rural de la Intendencia y el Mides aporta el seguimiento técnico, además de un kit de huerta consistente en un fondo de hasta 50.000 pesos para dotar de las herramientas de trabajo.
“Con la Oficina Territorial hacemos el abordaje de cada una de las personas con el sistema Smart o Sistema de Monitoreo, Administración y Resolución de Trámites. Hay una triangulación de datos de esa persona y sabemos las internaciones que se han realizado por parte del Mides en el territorio, así como están encargados de otorgar, por ejemplo, una Tarjeta TUS por el refugio”, agregó.
El director adjunto recordó que “este tipo de seguimiento ha generado 355 plazas a nivel de todo el país, con la posibilidad de ampliarlas a unas 600”.
Plan piloto
Además de Bethania, “ya estamos trabajando en un plan piloto. Recorrimos la chacra ‘Hilos de Esperanza’ donde el Mides hace el mismo abordaje y derivaciones con una decena de personas. La idea es profundizar el trabajo que ya se realiza en el primer hogar”.
